Conoce tus derechos: recibe un pago justo (también para músicos de estudio)
Los músicos son artistas supervivientes. Es increíble el ver cómo siguen sacando adelante sus carreras a pesar de todo, incluso si ello conlleva tener tres trabajos al mismo tiempo. Además, una vez llaman la atención de la industria musical, acaban estando a merced de esta. Por ejemplo, los sellos aplican contratos de la vieja escuela con términos que no hacen diferencia entre música física y digital y si no te informas lo suficiente como artista, es muy probable que te roben sin que te des cuenta.
Y eso es sólo hablando de los artistas que están en primer plano. Los músicos de estudio, que muchas veces son una parte inherente de la banda y contribuyen al igual que los otros miembros, caen fácilmente en el olvido. Normalmente reciben una cuota fija por el tiempo dedicado en el estudio, y nada más. O eso es más bien lo que se suele pensar. En la mayoría de países, existe el derecho a una remuneración equitativa. Tanto los artistas que tocan en directo como los de estudio que forman parte de una grabación son aptos para percibir esta remuneración, pero hay sellos codiciosos que están ansiosos por quedarse con esa parte del pastel.
La joya de la corona: derechos de los artistas ejecutantes
El derecho a una remuneración equitativa salió a la luz en una directiva de la UE en el año 1996, que declaraba que los que ejecutan una grabación deben recibir una compensación justa a través de una sociedad recaudadora cuando esa grabación sea reproducida en la radio (aunque no sólo en la radio, pero este es el medio más importante con diferencia. Más adelante explicaremos por qué el streaming no es tratado al igual que la radio). Esto significa que todos los músicos ganarán más si la canción tiene éxito. Por ello, una remuneración equitativa puede verse como un acuerdo sobre el reparto de beneficios. Hablamos con Horace Trubridge, de la Musicians Union de Reino Unido, un experto en el campo de las remuneraciones equitativas y también músico: “Lo más emocionante de este tipo de derechos es que no se le puede asignar a un tercero. Por lo tanto, el sello discográfico quizás tome regalías de los streams, descargas y otro tipo de ventas, pero no lo pueden hacer del dinero que te corresponde porque esa grabación se reproduzca en la radio. Todo eso va directamente a tí.”
Una remuneración equitativa también es una cuestión de cómo se interprete. Las normas exactas difieren entre país y país. En el Reino Unido, el 50% de las regalías va al propietario de los derechos, el sello en la mayoría de los casos. El otro 50% va directamente a los artistas que tocaron en la grabación. Según Trubridge: “Por primera vez en la historia, los artistas ejecutantes tienen una fuente de ingresos aparte de su trabajo “en directo”. El sello discográfico no podría decir que se van a quedar con ese dinero hasta que se le haya devuelto el adelanto que han puesto. Por eso pensamos que es la joya de la corona de los derechos para músicos.”
En Reino Unido, la PPL administra los derechos de los artistas ejecutantes, en Alemania la GVL y en Suiza Swissperform. “Por supuesto, si los sellos discográficos más avariciosos pudieran recolectar ese dinero directamente, se lo quedarían todo y no pagarían nada a los artistas hasta que hubieran recuperado todo el dinero invertido en un artista. Y eso es algo crucial, porque multitud de artistas y bandas conocidas vinieron a mí diciéndome que no tenían ni un céntimo. Su única forma de ganar algo de dinero era dando conciertos porque su discográfica les decía que aún no habían recuperado todo el dinero que les debían. Esto fue un problema constante para los músicos hasta el momento en el que este derecho salió a la luz y fue implementado en Reino Unido.”
50 libras por la línea de bajo de Walk On The Wild Side
Como hemos mencionado más arriba, los músicos de estudio tienen que tener también una remuneración justa. “Herbie Flowers, por ejemplo, que fue quien tocó la línea de bajo en “Walk On The Wild Side” de Lou Reed, recibió 50 libras como tarifa por sus servicios aún habiendo tocado una línea de bajo fabulosa. Sin importar lo famoso que se hizo ese disco, no recibió nada hasta que este derecho entró en vigor. Ese disco se pone en la radio bastante, por lo que ahora recibe dinero de la PPL. Obtiene un flujo constante de ingresos, lo cual, creo, que es como debería ser”, explica Trubridge. La extensión de la duración de los derechos de autor de una grabación de 50 a 70 años también ha ayudado mucho a los músicos de sesión.
“Estos músicos son ya ancianos como para poder tocar en directo, por lo que confían en este flujo de ingresos”, dice Trubridge. Antes de poder disfrutar de estos derechos, los músicos que eran demasiado mayores para tocar en directo, no hubieran recibido este dinero. Ojalá esto deje de lado tu miedo a envejecer”.
Remuneración no equitativa para streams y descargas
Los streamings y las descargas están exentos del derecho a una remuneración equitativa, todo debido a una treta legal, ya que define este tipo de consumo de música de forma diferente a la radio. Mientras reproducir música en la radio es transmitir activamente música al público, los streamings y descargas simplemente hacen que esté disponible para este. Esto significa que explotan distintos tipos de derechos y que los artistas ejecutantes ven muy poca cantidad de ese dinero. Según Trubridge, deberían percibir más, ya que considera el streaming una versión moderna y sofisticada de la radio.
Todos los servicios musicales donde los usuarios pueden decidir cuándo y dónde escuchan música, se meten en la categoría de “hacer la música disponible”. Muchos oyentes, sin embargo, usan servicios de streaming exactamente como la radio, pero incluso en esos casos los artistas ejecutantes no van a recibir una remuneración equitativa en lo que a la directiva de la UE concierne. Todo el dinero pasa antes por manos de los sellos discográficos.
Trata a los artistas de manera justa
Hay dos maneras de cambiar todo esto. Por un lado, dándole al streaming el mismo estatus que la radio, lo que significaría que ambos explotarían el mismo derecho. La otra opción sería hacer que el hacer que la música esté disponible tuviera el derecho a una remuneración equitativa.
Sin embargo, tendríamos el problema de que este derecho no se puede asignar a terceros, por lo que Horace Trubridge cree que la solución sería “un derecho de remuneración equitativa y un derecho exclusivo. También cree que en el futuro, los sellos deberán confiar su fuente de ingresos a los servicios de streaming para financiar sus actividades. Si se hiciera un derecho de remuneración equitativa entonces sería quitarles casi todos sus ingresos. Habrá que buscar un término medio para que los sellos recuperen lo invertido en sus artistas y que estos también perciban una remuneración justa.
Por último, añade: “No voy a soltar una sóla lágrima por los grande sellos discográficos jamás. Pero también queremos que estos sobrevivan en un terreno de juego donde hayan cambiado sus modelos de negocio y sean más justos con los músicos.”
Si te has visto afectado por todo lo que acabas de leer, quizás empieces a pensar en unirte a tu organización de derechos de actuación local. Si has tocado alguna vez en una grabación que ha tenido éxito, seguro que merece la pena.