LEB Trío y las cintas de cassette – Improvisación Libre
LEB Trío es un grupo de improvisación libre que formamos para la ocasión Guillermo Bazzola (guitarrista de gran trayectoria en el Jazz y la improvisación libre, del que ya ha aparecido una entrevista en esta revista), Fernando Lamas (aguerrido batería en un sinfín de grupos, como por ejemplo el de Xoel López, y un gran improvisador con el que siempre me siento seguro: más info) y yo mismo; y la ocasión no era otra que ir a tocar a Huesca, a un sitio llamado Juan Sebastián Bar (más info), un local dirigido por Lorenzo Casajús, un tipo de lo más peculiar.
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Lo defino así porque en estos tiempos que corren no es fácil encontrar a alguien que ame tanto la música, y que ceda un espacio en una ciudad de provincias como Huesca para apoyar proyectos nacionales e internacionales de improvisación libre, sin apoyo económico de ningún tipo, sólo con su esfuerzo y su verdadero y sincero amor por lo que hace.
No conozco ningún sitio así, y mira que llevo años y años en esto. Más quisieran los sitios “oficiales” tener este grado de organización, interés y compromiso. Lorenzo y su Juan Sebastián Bar se los come a todos con patatas, y por supuesto a muchos locales de Madrid y ciudades similares, que dicen apoyar la música en directo y la impresión que me da es que lo que apoyan es el “consumo de cerveza”, y su interés por apoyar la creación de buena música es secundario.
Bien, cambiando de tercio, voy a relacionar un descubrimiento que hice recientemente con mi manera de entender la música y, en particular, la improvisación libre. Hace poco estuve en mi casa de Extremadura, y encontré un armario lleno de cintas de cassette, un viejo magnetófono “mono” y un walkman, que para mi sorpresa todavía funcionaban los dos. Había olvidado que estaban ahí y llevaba años sin utilizarlo.
Mi educación musical fue con cacharros de ese tipo. Oigo música desde los 10 años, y empecé a hacerlo con un cassette “mono” parecido a ese (quizá fuera ese, ahora no estoy seguro). También he escuchado muchos vinilos en aparatos “mono” y “estéreo”, después seguí con el CD, con el mp3, etc…, yo no le hago asco a nada.
Todos los formatos me parecen válidos y con todos esos formatos siento la misma emoción, con música “lofi” o con música “hifi”, me da igual, la emoción siempre está ahí y no es mucho mejor en una situación o en otra.
Esas cintas que tengo en el armario tienen más de 30 años, y las he manipulado muchas veces, he grabado encima, he escuchado con todos los defectos que pueden aportar ese tipo de grabaciones (pérdida de velocidad por falta de pilas, o escuchar una canción partida porque acababa una cara y continuaba en la otra, o incluso escuchar una canción interrumpida por un fragmento de otra distinta de estilos completamente diferentes…).
Y todo esto me ha hecho preguntarme si mi estilo de hacer música tiene que ver con todo ese bagaje. Yo creo que sí. Mi manera de grabar es bastante “caótica”, por decirlo de alguna manera, heterodoxa por lo menos y llena de “defectos” (oigan por ejemplo las grabaciones de Poliedro Kobold), y mi lenguaje en la improvisación libre sigue por el mismo camino.
Utilizo instrumentos de baja calidad y en un estado que calificaría más de uno como “lamentable”, y me entusiasmo con grabaciones hechas por ejemplo con grabadoras zoom, que a mucha otra gente le escandalizaría y le parecería un error presentarlas en público. Todo esto viene a cuento porque llevo un mes escuchando la grabación que hicimos LEB Trío en el Juan Sebastián Bar el pasado 6 de abril.
Una grabación que técnicamente puede tener muchos defectos, pero que a mí me entusiasma y me emociona, y me hace revivir una y otra vez el buen concierto que dimos esa noche, o al menos eso me dijo Lorenzo al terminar: “lo que habéis hecho esta noche vais a tenerlo difícil para superarlo en otra ocasión”.
Seguramente será una exageración y no fue para tanto, pero sí que fue un buen concierto, excitante y con energía. Habrá conciertos muchísimo mejores, por supuesto, y grabaciones que le dan mil vueltas a ésta, pero nadie me puede quitar la satisfacción de lo que conseguimos esa noche los tres.
Ahí va, espero que lo disfruten: