Aunque jamás ocurrió, probablemente por un tema de discriminación racial en la producción, imaginen a Chuck Berry, Elvis Presley y Sister Rossetta Tharpe en el mismo escenario. Sí, claro, es demasiado, pero a escala, esto es un poco de lo que pasa cuando tocan Los James.
Artículo incluido en LaCarne Magazine N66
Una fiesta que levanta a los muertos del cementerio. Es mucho más que energía la que derrochan estos 5 músicos que se conocieron en la escuela, antes del 2012.
Los James son capaces de treparse por las estructuras de un escenario, saltar sobre mesas y sillas, subirse sobre motocicletas, hacer coreografías, o lanzarse sobre un mar de espectadores alucinados mientras siguen tocando y el vocalista sigue cantando con la característica voz rasposa de este género, que los unió y los llevó a participar en dos concursos de bandas de los que salieron exitosos, no sin trabajo previo, ya que desde sus inicios varias horas de ensayo fueron el pan de cada día para estos amigos que sueñan que la música sea la carrera de sus vidas.
La espontánea locura de la actuación de Los James (que incluye el famoso paso de pato de Chuck Berry más de una vez) entre himnos de la época como Johnny B Good, y composiciones propias que aún no terminan de grabarse, puede confundir.
No obstante, Daniel Rojas (vocalista), Dante Lima (bajista), José Rojas (baterista), Álvaro Mauricio Pérez (guitarrista) y Mathias Céspedes (guitarrista) la tienen más que clara: estrategias, filosofía, imagen, marketing, modo de trabajo, mucho de lo que una banda necesita saber, hacer y pensar para lograr algo en una escena local que desconocen un poco, pero que se enamora de ellos en cada presentación.
Unos estudian, otros trabajan, y consiguen organizarse deliberadamente para cumplir con la agenda de actuaciones, viajes, ensayos, grabación del primer material, y lo que sea que se propongan como meta para que la banda siga adelante (uno de esos planes es aprender a tocar otro instrumento para cuando algún miembro no pueda).
De la misma forma, ellos se organizan para improvisar los movimientos de las coreografías en el escenario. De esa manera pretenden lograr que ninguno resalte sobre otro, y que la gente los vea como un equipo (como los Power Rangers, dice Daniel).
Así también transmitir la idea de que ser músico no está lejos de cualquier otra limpia y sana carrera, ni implica consumir sustancias. Y por supuesto, no quieren escapar de la ironía de que en estos pulcros trajes pueden volverse más locos que una persona que se viste para dar la impresión de estarlo.
Daniel es uno de los que escribe letras en el grupo, inspirado por bandas como The Beatles, The Rolling Stones, etc, y por su papá, quien les heredó a él y a su hermano José (también canta y toca guitarra) el don de componer, los despertó al mundo del Rock, y les dio un consejo muy mágico: «las canciones nunca se terminan, tú puedes escribir otra parte de ellas». Son los principales compositores de la banda con temáticas como el amor, el desamor y el entorno social en el que viven. Y toda la banda propone y decide.
Álvaro comenta la simple manera en que decidieron llamarse Los James. Estaba durmiendo a las 3 de la mañana y al otro día debía ir a la escuela, cuando lo despierta una llamada de Daniel preguntando si se podían llamar así, y para seguir durmiendo Álvaro le contestó que sí.
La reflexión de Daniel fue que muchas de sus inspiraciones musicales llevaban este nombre, como James Brown, Etha James, Sir James Paul McCartney, y para los que eran fans de Metallica, James Hetfield.
Y en este recorrido, que ya incluye varias ciudades de Bolivia, nos les faltan anécdotas. Cuentan que una noche tocando en un bar estilo irlandés, había un chico que durante todo el concierto le pedía a Daniel, el vocalista, que le hiciera cantar una canción, y ellos no lo consideraban apropiado porque les parecía que deberían haber ensayado una vez por lo menos, o saber si esa persona sabía improvisar, pero a esa persona no la conocían.
Después se enteraron que era alguien de mucho dinero que estaba con su papá, un abogado respetado con muchas influencias que se enojó porque no dejaron que su hijo cantara una canción.
De pronto, Daniel sintió que alguien lo agarró de atrás y empezó a ahorcarlo, y era el papá del tipo que quería cantar, y su hermano José (baterista), que solía defenderlo durante toda la época del colegio, apenas vio eso saltó de atrás para defenderlo del abogado, y en un abrir y cerrar de ojos un montón de gente estuvo en el escenario peleando, incluso el administrador del bar subió al escenario para ayudar al chico que se sentía ofendido, pero éste enardecido le dio un cabezazo y le rompió la nariz, y eso quedó grabado en un video.
Los 5 integrantes no se quedan tranquilos ni arriba ni abajo del escenario. Están preparando su primer material, que contará con 8 temas, varios de los que ya tocan y sus fans ya cantan en las presentaciones.
Hace poco tocaron en el escenario más grande que la ciudad de La Paz, Bolivia, puede ofrecer después del estadio, el Teatro al Aire Libre, teloneando a la banda argentina Rata Blanca.
El sueño de unos niños transciende a la vida adulta, y se transforma en una banda que ya inspira a otros a hacer música, el sueño de ser escuchados en todas partes, el espíritu del Rock que corre en sus venas y busca vivir una vida de eso.
Sólo queda decir ¡Larga vida a Los James!
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