Steelballs es una banda oriunda de Buenos Aires, Argentina.
Aunque iniciaron actividades en 2013, fue el año pasado que lanzaron su disco debut: Thunder Strikes Again (2018), una magnífica obra de speed que fácilmente puede colocarse como uno de los mejores lanzamientos del año pasado, no sólo de aquel país sino de Latinoamérica.
El nombre de la agrupación es una declaración de intenciones que confirma su vena musical, “es un estilo al que hay que meterle mucha pasión, mucha garra, mucho huevo podría decirse, ¿qué mejor que llamarse «bolas de acero» para definir una banda de speed metal?”, explica en entrevista Juan Pablo Churruarín, voz de la banda.
Steelballs: un debut “que a varios les recuerda al viejo Helloween”
¿Qué dirían a quienes consideran que la palabra “steel” ya es algo trillada en las bandas de heavy metal?
Que no esperen nada nuevo de una banda que trata de revivir el fuego de la vieja escuela.
Creo que para eso hay otros estilos con afinaciones fuera de lo estándar, sonidos más modernos e influencias musicales más variadas.
En 2016 Steelballs lanzó un EP homónimo con tres piezas: Inquisitor of Faith, Steelballs y Farewell, que, si bien tuvo una corrida discreta, fue el punto de partida para componer nuevas canciones con el fin de salir a tocar más.
¿Las canciones fueron compuestas por alguien en particular o fue una labor en conjunto?
En el pasado trabajábamos de una manera bastante diferente a lo que es hoy.
Entre Juan Herrera (guitarra) y yo armábamos maquetas con la batería, las melodías, letras, de todo un poco, y en conjunto se terminaban de pulir y acomodar mejor las ideas.
Thunder Strikes Again fue grabado en apenas dos meses en Buenos Aires, Argentina, en Nipper Studio de Gabriel Di Fini.
Las sesiones se realizaron los fines de semana pues, por cuestiones laborales, los miembros no tenían tiempo para grabar otros días.
¿Qué tan diferente fue grabar este disco debut en comparación con la grabación de su demo?
No fue muy diferente. En realidad, lo grabamos con la misma persona, sólo que el EP lo grabamos en un home studio, y el disco fue grabado en un estudio con las instalaciones adecuadas.
Una de las principales cualidades de Steelballs es que saben a la perfección cómo quieren que suene su música: “siempre estuvo la idea de perseguir y conseguir una identidad de los 80´s. No nos interesa innovar”, declara el vocalista.
Esto no significa que la banda se cierre en una zona de confort, “estamos en constante aprendizaje, ya que más de uno nos encontramos estudiando”, matiza.
Aunque ambos trabajos fueron grabados en el mismo sitio, hay notable un salto de calidad entre una obra y otra. Esto se debe a que la banda es muy exigente en cuanto a su ejecución musical.
“Sabíamos que debíamos superar el sonido del trabajo anterior, su claridad, el peso de los graves en las guitarras. Por suerte había muchos aspectos a superar, ¡a decir verdad todos!”.
“Cada uno de nosotros se puso en modo crítico con uno mismo y con el compañero para ayudarnos entre todos a que el disco sea mejor en todos los aspectos”, explica.
Como vocalista, Juan Pablo tuvo que pulir algunos aspectos: “particularmente la pronunciación”, menciona; “sé que me falta bastante, pero sigo estudiando, la idea es nunca parar”, reconoce.
Cuando empezaron a grabar, ¿ya tenían la alineación completa o todavía les faltaban miembros?
Cuando empezamos a grabar sólo estábamos Juan en la guitarra, Nicolás en la batería y yo en las voces.
Mario se sumó con el bajo, pero estuvo fuera de la composición. Él se encargó de hacer sus propios arreglos y, al tiempo, se sumó Paolo con su guitarra para grabar algunos arreglos y sus solos.
Le dieron un lugar considerable al sonido del bajo en sus canciones, ¿qué tan importante era para ustedes que el bajo no quedara relegado en la mezcla?
Creo que Mario es muy buen músico, y necesitábamos que el bajo se destacara como cualquier otro instrumento, que no se perdiera como nos pasó en el EP.
Obviamente la ejecución es muy diferente, no había chance de que fuera lineal, así que se aprovechó al máximo y creo que se logró un resultado que a varios les recuerda al viejo Helloween.
Debido a la falta de recursos, y porque se avecinaba la fecha de presentación, Steelballs lanzó Thunder Strikes Again con un tiraje de apenas 100 copias, cuya edición hoy es muy difícil de encontrar.
“La idea principal era hacer una tirada propia y luego buscar algún sello en Europa para alcanzar más de lo que nosotros mismos podemos hacer”, explica el vocalista.
Añade que, debido a una mala experiencia con su banda anterior, optaron por no buscar la ayuda de una disquera local. Actualmente el disco se encuentra en Grecia a través de ALONE Records con 500 copias.
¿Cómo se dio el contacto con ALONE Records para que su disco viera la luz en Europa?
Nuestros amigos brasileños de Metaltex nos pasaron el contacto de Alone Records, ellos editaron su EP con este sello.
Decidimos ponernos en contacto y a la gente de Alone le interesó la propuesta, y en cuestión de poco tiempo ya estaba todo organizado para que este año salieran las copias de nuestro álbum.
¿Creen que esto puede ser la oportunidad de dar el salto y girar por tierras europeas?
Desde el principio fue y es lo que buscamos, ojalá que sí. De lo que estamos seguros es que la difusión es mucho mayor y eso es un plus impagable.
Mucha gente de otros países nos conoció con el EP editado en Alemania, ¡por lo tanto, con el disco en tierras europeas, todo puede suceder!
Hemos visto nacer muchísimas bandas latinoamericanas desde 2010 a la fecha, sin embargo, hasta ahora no ha habido alguna capaz de dar el salto a las grandes ligas llenando estadios y vendiendo cientos de miles de discos, ¿a qué creen que se deba esto?
Es una pregunta muy complicada de responder, pero creo que se debe a que en esta época nadie se arriesga, no hay productores que quieran ver una banda de este estilo, o similar estilo, en el lugar que merece.
Hay muchas bandas con niveles impresionantes, músicos que dedican su vida a la música y a seguir este sueño, pero la realidad es que los productores van a lo seguro, por lo menos acá en nuestro país, y por “seguro” me refiero a producirle shows a las bandas grandes e «invitar» bandas pequeñas a cambio de venderles unas cuantas entradas, y ni se nos ocurra pensar que alguien quiera producirte un álbum.
Creo que estamos muy lejos de eso.
Ante un panorama muy adverso, Juan Pablo es muy entusiasta pues “lo bueno es que hay un movimiento under que está haciendo que las cosas cambien por estos lados”.
Y da sus argumentos: “recitales donde la gente asiste desde la primera hasta la última banda, donde hay compañerismo entre los músicos y sobre todo respeto. Eso se disfruta mucho, ¡y creo que puede ser un comienzo para un futuro donde todo esto se vuelva más grande!”.
¿Cuáles son los planes de Steelballs para este 2019? ¿Hay ideas de nuevo disco?
Por el momento, y esto es una primicia (espero que mis compañeros no me maten), estamos por grabar un single de dos canciones.
Estamos en la composición por el momento, es todo lo que tenemos y todo lo que puedo decirte.
Y también tenemos en mente lanzar un video más producido que el que ya tenemos, ¡además tenemos unas cuantas fechas agendadas y siempre en la búsqueda de más y más fechas!
Muchísimas gracias por su tiempo y el mayor de los éxitos en este 2019, ¿algunas palabras finales para los lectores que están por conocerlos?
Muchísimas gracias a ustedes.
Es muy valioso para nosotros que nos ayuden de esta manera a difundirnos, esperamos poder estar rockeando en sus tierras y, por supuesto, ¡compartir unas buenas birras y buen heavy metal!
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