Flores en el pelo, paz y amor, comunas, desnudos, música, psicodelia y drogas, muchas drogas. En esta entrega os propongo un auténtico viaje a través de los 60 más hippies de la mano de la dama de Woodstock, Janis Joplin. Una mujer que, con su corta trayectoria profesional (no le dio tiempo a más de tanto que quiso comerse el mundo), se convirtió en icono del Rock y el Blues femenino, así como una representante máxima de una generación que supo expresarse a través de la música.
Además, es una de mis artistas favoritas.
Janis Joplin, la niña rara
Janis Lyn Joplin nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, Texas. Procedente de una familia acomodad de la típica ciudad sureña tradicional, pronto se convirtió en el blanco de las burlas. Tuvo una infancia y adolescencia un tanto complicada, fue acosada y excluida debido a su ligera obesidad y sus problemas de acné. Así, la niña rara empezó a refugiarse en la música que representaba su dolor: el Blues, siendo sus primeras referentes Ma Rainey, Bessie Smith o Lead Belly. Durante esta época empezó a cantar Blues en la Thomas Jefferson High School Band, y comenzó a cultivar un carácter rebelde que era el vivo reflejo del de sus heroínas musicales. Su principal objetivo era abandonar el Sur.
Al salir del instituto se matriculó en la Universidad de Austin. Sin embargo, no completó sus estudios. Eso sí, empezó a relacionarse con gente que la entendía y tenía sus mismas inquietudes, y también empezó a experimentar con las drogas. La primera canción que existe de Janis Joplin, What Good Can Drinkin’ Do, fue grabada en 1962 en una cinta en casa de un amigo de la universidad.
En 1963, ella y su amigo Chet Helms, hicieron el petate, se echaron a la carretera, y, haciendo autostop, llegaron a North Beach, San Francisco. Estaban en territorio hippie. San Francisco era la auténtica sede del movimiento hippie y de la contracultura norteamericana, donde los instintos más salvajes de Janis se liberaron a través de la vida bohemia que respiraba la ciudad (y de las drogas). Y de allí para acá, en 1964 ya estaba grabando, junto a Jorma Kaukonen (el futuro guitarrista de Jefferson Airplane, una de las bandas psicodélicas por excelencia), una serie de estándares de Blues, con temas como Long Black Train Blues o Daddy, Daddy, Daddy. También se relacionaba con Ron “Pigpen” MacKernan (el mítico guitarrista de The Grateful Dead).
Janis y las drogas
Por esta época ya era bastante asidua a todo tipo de estupefacientes: heroína, metanfetamina, cocaína, LSD… En estos años la peña se volvió completamente loca con el consumo de químicos. Si bien es verdad que fue un momento importante de cambios en Estados Unidos (y a partir del cual surgieron grandes movimientos sociales), la gente se pasó con las drogas y mucho… aquí comienza la leyenda negra del club del 27, y a éste sólo pertenecen gentes conocidas (Brian Jones, Jimmy Hendrix, Jim Morrison, Kurt Cobain, Amy Winehouse…), imaginaos la de desconocidos que se quedaron por el camino con tanto viaje de ácido.
Flipad, incluso durante unos meses circuló un autobús psicodélico, posesión de Ken Kesey, el autor de Alguien voló sobre el nido del cuco, y conducido por Neal Cassidy (carismático protagonista de On the Road de Jack Kerouac), que recorría Norteamérica haciendo un Acid Test, es decir, experimentar con LSD en diferentes sitios.
Volviendo a Janis, preocupados por ella, sus amigos consiguen que vuelva a casa en 1965. Estaba totalmente demacrada (llegó a su casa pesando 35 kilos).
En 1966, marcha a San Francisco. En este momento comenzó como vocalista de la Big Brother and The Holding Company, grabando un disco con el mismo nombre. Hacían un combo casi perfecto, porque pronto se quedaron cortos al lado de la energía que desprendía Janis. Además, tocaba con otras bandas y actuaba en muchos festivales al aire libre. Sin duda, mítica es su interpretación de Ball and Chain de Big Mama Thornton en el Festival de Monterey, en 1967, un macro festival donde se juntaron las mejores formaciones musicales del momento, entre otros, Otis Redding, de quien quedó tan fascinada y al que llamaba My man, que desde entonces intentaba utilizar sus “sacudidas musicales”… El directo de Janis fue incendiario.
En 1968 marchó a Nueva York, donde grabó el primer disco, Cheaps Thrills. Rápidamente se convirtió en disco de oro, y las críticas fueron excelentes, pero se centraban únicamente en la voz y el estilo de Janis, por lo que el grupo se deshizo por desavenencias. Se puso a buscar a los mejores músicos, y en 1969 había ya formado la Kozmic Blues Band, y salía su segundo disco I Got Dem OI’ Kozmic Blues Again Mama!, un disco maravilloso que es mezcla de Blues, Rock y Soul, con auténticos temazos como Maybe o Try, que rozan el ser obras de arte.
Janis Joplin, la diva hippie
Y comenzaron los éxitos, y una brutal gira por Europa, Woodstock… Sin embargo, a finales de ese año, Janis estaba totalmente destrozada, y la banda finalmente acabó disolviéndose.
Los 70 empezaban con una Janis desintoxicada de la heroína (se fue a la selva amazónica con un noviete a limpiarse), y con la formación de una nueva banda, Full Tilt Boogie Band. Con esta nueva formación grabaron Pearl!, un discazo que nuestra artista no vio salir a la luz. Después de una buena sesión de grabación, todos salieron a celebrarlo.
Al día siguiente Janis no se presentó a la grabación, y el representante, preocupado por la ausencia, fue a buscarla, encontrándola muerta en el suelo de su habitación del hotel Landmark Motor. Había muerto por una sobredosis de heroína. Todos quedaron muy sorprendidos, porque pensaban que ya estaba limpia. Sin embargo, Janis siempre fue una persona complicada, sus relaciones amorosas siempre fueron muy tóxicas, y ésta parece que fue la causa de la pasada de esa noche, un mal de amores con su novio del momento.
Seis semanas después salía a la venta Pearl!, con temazos como Me And Bobby McGee, que llegó a número uno durante varias semanas.
Janis Joplin supuso una insignia para la liberación de la mujer. Pensad que en la cultura norteamericana (especialmente la sureña), la mujer estaba educada en valores de conducta femenina con un enorme trasfondo religioso y moral, algo que también pasaba en el movimiento hippie, no os creáis, donde ellas eran amas de casa de suburbio, que se encargaban de la limpieza de la comuna y cuidado de los hijos. Sin embargo, Janis se salía de la norma: era bisexual, vestía como le daba la gana, incluso se paseaba con su porsche psicodélico, se relacionaba con quien quería y cuando quería, azuzaba a las masas en sus conciertos, provocaba a los policías insultándolos desde el escenario… En sus propias palabras: “cada noche hago el amor con 25.000 en el escenario”.
Y ésa era Janis Joplin, la pasión en el escenario, una diva hippie que supo transformar la tradición negra del Blues a través del Rock, del R&B, y de una potente y desgarradora voz blanca.
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