¡A bailar, malditos!
Resuenan los tambores en la jungla y el gran volcán Kilahuea escupe lava y nubes de humo como nunca… Por fin los astros se han alineado y el Gran Dios Tiki ha dado su consentimiento para que disfrutemos de nuevo del cuarteto de calaveras más divertido y bailable que jamás haya pisado nuestros escenarios.
Han pasado cuatro años desde que Los Tiki Phantoms editaron el pegadizo Los Tiki Phantoms mueven el esqueleto (2011), un tiempo en el que no han dejado de girar por escenarios de España, Francia, Alemania, Holanda o Bélgica, llevando su ritmo desenfrenado a salas y festivales como el FIB, el Cruïlla, el Low Cost, el Sonorama o el festival Viva Las Vegas que se celebra en la citada ciudad del estado de Nevada (EE.UU).
Coincidiendo con el décimo aniversario de la banda, Los Tiki Phantoms regresan con la energía de siempre para deleitarnos con nueva dosis de su surf instrumental, aderezada para la ocasión, con una pizca de garaje, un pellizco de rock’n’roll y unas gotas de espaguetti western en su nueva grabación Los Tiki Phantoms y el misterio del talismán.
Los Tiki Phantoms y el misterio del talisman se presenta como el disco más redondo y maduro de la formación hasta la fecha. Tras los trabajaos iniciales, Los Tiki Phantoms regresan de la tumba (2006) y Los Tiki Phantoms y el ejercito de calaveras (2009), la banda de Barcelona se consagró con su tercer largo Los Tiki Phantoms mueven el esqueleto (2011) en el que uno de sus temas, “Bala de plata”, les llevó a animar la parrilla de MTV España, convirtiéndose en la sintonía del programa de gran éxito Alaska y Mario.
En esta nueva entrega, presentan quince temas en los que encontramos influencias de grandes clásicos como Ennio Morricone, The Ventures o The Shadows, filtrados por el potente y descarado característico estilo con el que la banda impregna sus discos y derrocha en sus electrizantes directos.
Con este nuevo álbum, el cuarteto de calaveras nos arrastra hasta la pista de baile de una fiesta de graduación con “La bella de Hamburgo” o nos mete en la piel del propio Clint Eastwood en el far west con los acordes de “No viniste a mi funeral”. El inconfundible sonido surf, con toques garageros de la banda, viene de la mano de temas como «Juno» o «Espiral cósmica».
