Con qué espíritu empieza el año 2013 la familia musical española, expresado en el término familia todo el universo de quienes dedican a la música su profesión, su tiempo, su afición, su medio de vida?
Tal y como vemos el panorama cultural, no puede ser muy optimista por los recortes en todas las Administraciones y la falta de financiación, circunstancias que llevan, lógicamente, al desánimo, sobre todo a quienes no ven perspectivas de futuro a corto plazo.
La apreciación, sin embargo, depende mucho del espíritu y el temple del artista, que si lucha por salir adelante reinventándose si necesario fuera, saldrá, más si se dedica a lamerse las heridas…
En Extremadura, la perspectiva que se ofrece no parece muy halagüeña, al menos para los intérpretes que han de buscarse, más que nunca, la vida por sí mismos.
Hay que fiar en el público el futuro de la música. Solo si el público la apoya, con todas sus consecuencias, despegará con buen rumbo, porque el destinatario a fin de cuentas es el que decide si quiere disfrutarla, compartirla, adentrarse en sus múltiples valores y, en definitiva, experimentar el goce que proporciona.
Por otra parte, los artistas en general son seres muy generosos con la sociedad, y más los que practican la música, que es la más social de las artes. De esa generosidad se valen muchas de las personas dedicadas a la organización y gestión musical.
El músico que tiene la suerte de hacer de su afición, su trabajo -pero no se engañen muchos, para conseguirlo han mediado un montón de años de estudio, constante preparación y una inquietud permanente- siempre está dispuesto a darlo todo.
Si se busca su colaboración desinteresada para cualquier evento, sea o no solidario, ahí están para ayudar. Sacan las castañas del fuego, aportan su talento, se van como han venido y todos tan contentos. Luego, cuando haya algo que repartir tal vez ya nadie se acuerde de ellos, y sean otros los beneficiados. Secuencia que se repite con harta frecuencia.Y no está mal colaborar, no, pero muchas veces no les vendría mal hacerse valer.
La actividad legítima de un crítico -yo lo he sido durante muchos años- es crear entusiasmo en torno a la música y sus creadores, por eso insto a dejar a un lado el pesimismo y mirar hacia adelante con mirada constructiva.
Por lo pronto, se augura un futuro menos desolador a la venta de discos. Se abren nuevas áreas de negocios digitales; Sónar, la nueva cita con la música electrónica del próximo 13 al 15 de Junio ya tiene abierto su periodo de venta de abonos.
Aquí se espera otra vez una respuesta masiva, es decir, el público sigue consumiendo. En otra escala de valores, este año tenemos las conmemoraciones de los 200 años del nacimiento de Wagner y Verdi; Los 300 años de la muerte de Arcagelo Corelli, el gran violinista y compositor barroco, y el centenario del nacimiento de Britten y Hindemith.
Son, entre otras, motivaciones para recordar unas músicas, unos géneros a los que van a dedicarse muchos esfuerzos y atenciones. Los más grandes compositores de Opera se verán concernidos en la escena y en el concierto. Se abren este Año Nuevo horizontes musicales para incidir, trabajar y despertar ilusiones nuevas.