En un mundo que a menudo silencia a quienes más necesitan hablar, nace una propuesta que apuesta por lo contrario: dar voz a los que rara vez son escuchados. En Extremadura, la asociación Batalla de Gallos ha convertido el rap en algo más que una expresión artística. Lo ha transformado en herramienta, en puente, en espacio seguro. Su proyecto social, “Ser Escuchado”, es un taller que suena a versos, a beats… y también a redención, identidad, y posibilidad.
Dirigido a jóvenes en riesgo de exclusión social, este programa no se conforma con enseñar rimas. Busca mucho más: canalizar emociones, desarrollar habilidades, fortalecer la autoestima y despertar la creatividad. Aquí, las barras no son rejas, sino estructuras que permiten construir. Las letras no se repiten en los expedientes, sino en canciones que ellos mismos escriben, graban y comparten con el mundo.
Pero este año, el proyecto va más allá. En su nueva vertiente inclusiva, llega al Centro de Medidas Judiciales Vicente Marcelo Nessi con una oferta cultural más amplia, incorporando talleres de DJ, grafiti, skate y bailes urbanos. Porque en cada forma de arte urbano hay una oportunidad de reconstrucción. Y porque, como demuestra este reportaje, cuando a un joven se le da la oportunidad de expresarse, algo dentro de él empieza a cambiar.
“Ser Escuchado” no es solo un taller. Es un grito, una catarsis, una canción que no se calla. Y nosotros estamos aquí para contarla.
El proyecto «Ser Escuchado» – Rap con propósito
La Asociación Cultural Batalla de Gallos Extremadura, activa desde hace cinco años, ha logrado algo poderoso: transformar el movimiento urbano en una herramienta real de transformación social. Lo que empezó como encuentros de freestyle en plazas y parques ha evolucionado hasta convertirse en un proyecto con alma y misión: «Ser Escuchado», una iniciativa que utiliza el rap como vía de expresión, identidad y reconstrucción personal.
Este programa va más allá del entretenimiento. Está diseñado para jóvenes en riesgo de exclusión social, incluidos menores que se encuentran en contextos de medidas judiciales. Para muchos de ellos, es la primera vez que alguien les ofrece un espacio para ser escuchados, sin juzgar. Y eso lo cambia todo.
Lo que distingue a «Ser Escuchado» no es solo su propuesta musical, sino su mirada humana. A través de las letras, los participantes abordan temas cruciales como igualdad, interculturalidad, familia, relaciones, violencia de género, adicciones y toma de decisiones. Temas duros, reales, vividos. Y todo desde un enfoque respetuoso, directo y creativo.
El rap se convierte en una especie de espejo: permite reconocerse y reconocerse valioso. Y cuando alguien que nunca se sintió escuchado, escucha su propia voz en una canción… la transformación ya ha comenzado.
Un taller en tres actos: del papel al micro
«Ser Escuchado» se articula en tres sesiones, cada una con un enfoque claro y progresivo, que va desde la reflexión teórica hasta la creación musical y la grabación profesional.
SESIÓN 1: TEORÍA + MOTIVACIÓN
Aquí se plantan las raíces. El equipo comienza con dinámicas grupales para activar los conocimientos previos sobre rap, cultura urbana e inclusión. Se abordan temas como el origen del hip hop, la importancia de la lectura y el lenguaje como herramientas para improvisar, y se da una introducción práctica al freestyle, con ejemplos en vivo.
Se hace especial énfasis en la creatividad, la multiculturalidad y el uso de la palabra como poder. Esta primera sesión no solo informa, sino que motiva. Los jóvenes descubren que, aunque no lo sabían, el rap ya vivía en ellos.
SESIÓN 2: PRÁCTICA – Escribir para existir
Aquí empieza la magia. Tras la entrega de materiales (libretas y bolígrafos), los participantes comienzan a escribir sus letras. El objetivo: dar forma a lo que sienten, piensan y han vivido. En este proceso, la escritura se convierte en un acto de afirmación personal.
Se exploran aspectos técnicos como bases musicales, desarrollo del flow, y cómo elegir un beat adecuado. También se habla de batallas de gallos, de cómo grabar en casa y hasta de subir música a plataformas digitales. Es un salto directo del papel al mundo real, con herramientas que empoderan.
SESIÓN 3: GRABACIÓN – De la emoción al audio
Llega el momento clave: la grabación. El equipo técnico traslada todo el material a las instalaciones y crea un pequeño estudio móvil donde cada participante puede grabar su canción. Aquí se trabaja la colocación de voz, el uso del micro, técnicas básicas de mezcla y efectos, todo desde un enfoque didáctico pero profesional.
Cada joven graba su tema, cierra un círculo emocional y se convierte, aunque sea por un día, en protagonista de su propia historia. Posteriormente, el equipo de Batalla de Gallos se encarga de mezclar y distribuir los temas, que se publican en plataformas digitales. Así, su voz no solo se escucha… también se comparte.
Una nueva vertiente inclusiva – Más allá del rap
El proyecto «Ser Escuchado» crece. Y no solo en impacto, sino también en amplitud. Para 2025, la Asociación Batalla de Gallos Extremadura da un paso más allá del rap y amplía su alcance con una nueva vertiente inclusiva que incorpora disciplinas fundamentales de la cultura urbana: DJing, graffiti, skate y bailes urbanos. Todas estas propuestas están pensadas especialmente para los menores del Centro de Medidas Judiciales Vicente Marcelo Nessi (Badajoz), ofreciendo nuevas formas de expresión, identidad y crecimiento.
Cada taller está diseñado no solo como una actividad artística o lúdica, sino como una herramienta de transformación personal. Aquí, el arte y el deporte no son un pasatiempo: son una vía real para construir autoestima, fomentar la constancia y abrir puertas a otro futuro posible.
Grafiti – Pintar lo que no se dice
El taller de grafiti no es simplemente aprender a trazar letras con estilo. En un contexto donde la palabra a veces no fluye, el grafiti se convierte en un canal silencioso pero potente. Este arte callejero, históricamente nacido como grito visual de las periferias, permite a los participantes plasmar emociones, vivencias y pensamientos en una superficie visible. La calle se convierte en lienzo y ellos, en autores de su propio discurso.
Además de adquirir habilidades técnicas básicas, los jóvenes descubren que su historia también puede escribirse con color. Donde antes hubo muros, ahora hay mensajes.
DJing – El arte de mezclar realidades
Miguel López, DJ y formador, será el encargado de dirigir este taller de diez sesiones prácticas y teóricas. Aquí, la cabina se convierte en un laboratorio creativo donde los participantes aprenden a manejar mesas de mezclas, software de edición, técnicas de scratch y creación de bases.
Pero, como en todo el proyecto, el objetivo va más allá de lo técnico: se trata de ofrecer una profesión posible, una pasión descubierta y un espacio para crear su propio lenguaje musical. En un mundo cada vez más digital y musical, saber producir y mezclar puede ser el comienzo de un nuevo camino profesional.
Skate – Equilibrio entre cuerpo y mente
Deslizarse sobre una tabla puede parecer un juego… hasta que se convierte en una metáfora de vida. El taller de skate está pensado como una actividad física y emocional, que permite a los jóvenes canalizar frustraciones, conocerse mejor y enfrentarse a sus propios límites.
Cada caída es una lección. Cada truco aprendido, un triunfo personal. El skate les da algo que muchos no tienen: una sensación de control, de libertad, de superación real. Más que un deporte, una forma de reconstruirse sobre ruedas.
Bailes urbanos – El cuerpo también habla
Breakdance, popping, locking, hip-hop… El taller de bailes urbanos ofrece una plataforma donde los jóvenes pueden expresarse a través del movimiento, romper bloqueos personales y reconectar con su cuerpo. Aquí, el ritmo marca el pulso de la transformación.
Cada coreografía es una historia contada sin palabras. Además de promover el ejercicio físico y la disciplina, este taller cultiva la autoestima, el trabajo en grupo y la confianza personal. Bailar, en este contexto, también es una forma de gritar: “Estoy aquí, y valgo”.
Exhibición de freestyle – El momento de brillar
Para cerrar este ciclo de talleres, se organiza una exhibición al aire libre donde los jóvenes pueden presentar sus creaciones: improvisaciones en freestyle, letras propias, mezclas, bailes… Todo lo que han aprendido se convierte en espectáculo. Pero, sobre todo, en un acto de autoafirmación.
Salir al escenario, frente al público, no es solo un logro artístico: es una declaración de presencia. En un sistema que muchas veces los invisibiliza, esta exhibición es una forma de gritar con orgullo: “Esta es mi voz, esta es mi historia.”
La cultura urbana, con todos sus elementos, se revela aquí como lo que siempre ha sido en su esencia más pura: una herramienta de resistencia, creatividad y renacimiento. Batalla de Gallos Extremadura lo ha entendido y lo está llevando a la práctica. Y los resultados se empiezan a escuchar. Y a ver. Y a sentir.
