En esta nueva entrega os voy a llevar a las pistas de baile del norte Inglaterra de finales de los años 60, con un movimiento que convirtió a los Djs en auténticas estrellas. ¿Preparados para mover las caderas a ritmo de Northern Soul?
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Los orígenes del Northern Soul
Surgido en las Mindlands inglesas a finales de los años 60, el Northern Soul es una corriente musical y de baile que va de la mano del Soul.
Sin embargo, sus seguidores evitaban escuchar temas relacionados con el éxito comercial de Motown y demás, por tanto, los discos que más lo petaban eran aquellos que pertenecían a artistas poco conocidos, con un número limitados de copias y producidos en pequeños sellos locales.
Pero cuando hablo de movimiento, me estoy refiriendo a toda la subcultura que se generó alrededor de esta música: moda y estilos de vida, y baile que se desarrollaron hasta crear toda una explosión que pronto se abriría a toda Inglaterra.
La mayoría de los adeptos del Northern Soul eran rebotados de la cultura Mod. Cuando, a finales de los 60, algunos mods se acercaron a los sonidos jamaicanos, otros tiraron hacia la escena más soulera.
En cuanto a moda, se incluían aún elementos propios de la cultura Mod, como las camisas Ben Sherman o los blazers.
Sin embargo, poco a poco fueron cambiando a un estilo más cómodo que les permitiera darlo todo en la pista, como los pantalones Oxford (bien de campana) y las sudaderas deportivas.
El baile era su auténtica pasión, donde se mezclaban pasos de música disco con elementos del breakdance, incluyendo ya piruetas, patadas al aire y muchos giros.
Esto se potenciaba con un consumo exacerbado de anfetaminas. De hecho, muchos Djs y locales tuvieron serios problemas con las autoridades por el tema de la droga.
Parece ser que el nombre procede de la tienda de discos Soul City de Covent Garden, en Londres. Ésta pertenecía al periodista Dave Godin, y la usó públicamente en su columna semanal de la Revista Blues and Soul en 1970.
Pero el mismo Godin contaría más tarde que era la palabra que utilizaba con los trabajadores de Soul City para diferenciar los discos con sonidos soul más convencionales de los más raros.
Los clubes más populares
El lugar que se asocia con el desarrollo de todo esto fue el club The Twisted Wheel, en Manchester. Un club que abrió en los años 50 como café-bar, pero que después pasó a manos de dos empresarios que lo reabrieron como sala de música en directo para los fines de semana.
A partir de 1963 abriría todas las noches, mezclando sesiones de música en directo, con sesiones programadas por un Dj. El más popular de la época fue Dj Roger Eagle.
Estos Djs, a menudo eran coleccionistas de música negra que, viajando de allá para acá, se habían hecho con un arsenal de discos raros y descatalogados.
Pronto todo el norte de Inglaterra estaba plagado de salas de baile. Hacia 1968, la fama de The Twisted Wheel era nacional, y pronto le siguieron de cerca salas como King Mojo, The Catacombs, Room at the top o Va Va´s.
El culmen llegaría a finales de los años 70, con la apertura de clubs de Soul por todas las ciudades de las Midlands, y el norte de Inglaterra en general.
Destacaron The Golden Torch, en Stoke-on-Trent, Blackpool Mecca o Wigan Casino (que sigue en activo). Normalmente se programaban eventos de 8 a 2 de la mañana, con una lista regular de Djs y con una selección de miembros propios del club.
La mayoría de estas salas cerraron en los años 80, pensando que era el fin del movimiento. Sin embargo, se produjo un resurgimiento con la reedición de muchos de los discos de los 60 en pequeños sellos discográficos independientes británicos que, a menudo, fueron creados por los propios Djs.
La construcción del imperio Dj
En cuanto a los Djs, empezaron a adaptar los sonidos Soul de la Motown a la manera de bailar atlética que se llevaba al norte de Inglaterra. Se llamaban Stompers.
Sin embargo, lo más popular eran los discos considerados raros, esos que se sabía que sólo existía un número muy limitado de copias, descatalogados en Estados Unidos, y que incluso ni se habían lanzado en Inglaterra (la calidad de algunos dejaba mucho que desear).
La mayoría de los músicos y cantantes de estos discos nunca fueron conscientes de su gran éxito al otro lado del charco.
Con el tiempo se abrirían varias discográficas especializadas en estos sonidos: Pye Disco Demand, Inferno o Casino Classics, entre otras.
Volviendo a los Djs, cada vez eran más populares. Poco a poco fueron construyendo un imperio a partir de satisfacer la demanda de sus seguidores con música que no podían escuchar en ningún otro sitio. Como coleccionistas, eran poseedores de discos rarezas cuyos sonidos explotaban haciéndolos suyos en cada sesión.
Era muy difícil que dos Djs de una misma zona pudieran tener dos discos de este tipo iguales.
La competitividad entre ellos por desenterrar sonidos originales era enorme, al punto de que tapaban las etiquetas de los vinilos para que nadie pudiese ver el nombre del artista, y que el sonido fuese únicamente suyo. La técnica más extendida era la secuenciación de discos para crear altibajos que pusieran eufórico al personal.
El Northern Soul y los artistas de un solo hit
En cuanto a los músicos y cantantes, pues lo dicho, no eran demasiado importantes en el movimiento.
Si bien hay artistas muy famosos que juguetearon con los sonidos del Northern Soul (Etta James, The Temptations o Four Tops), la mayoría de los artistas que se escuchaban en las sesiones fueron de un «one hit wonder». Es decir, que sacaron un single que se hizo famoso durante unos meses y hasta nunca.
Realmente el grupo o artista no importaba mucho. Lo que importaba era cómo el Dj jugaba con el sonido y los subidones del riff en cada tema, repito, haciéndolos suyos.
Como veis, el Northern Soul trajo consigo el origen de los Djs de discoteca, un paso decisivo en la creación de la cultura contemporánea de Clubes y del Dj como súper estrella.
Muchos de estos Djs llegados los años 80 se pasaron a la escena Dance y House, como Mike Pickening (introductor del House en Inglaterra) o Neil Rushton. Otros se pasaron al mundo de la radio, siguiendo hoy en día muchos de ellos en activo.
Ésta es la historia de una música con legado negro, pero desarrollada como rompepistas en zonas pobres e industriales de un país que siempre supo acoger las tradiciones musicales ajenas.
Poneos vuestros pantalones anchos, la camiseta más cómoda que tengáis, subid el volumen a tope, y a sudar a ritmo de Northern Soul. La diversión está asegurada.
