Black. Cincuenta y tres años nunca serán suficientes para despedir una voz que aún debía ofrecernos momentos impagables en forma de bellas melodías. Colin Vearncombe, mundialmente conocido como Black, era algo más que el autor e intérprete de la bella y melosa «Wonderful Life». Tras un reciente y grave accidente de tráfico y pasar dos semanas en coma, su voz se apagó para siempre.
Black nunca pudo superar su gran himno, pero legó para la historia de la música un puñado de buenos temas como «Everything’s coming up roses», «Sweetest smile», «The Big One», «Now you’re gone» o «I can laugh about it now».
Supe de la existencia de esta gran voz de soul en 1990, entonces en pleno candelero, tras la grabación del que seguramente sea uno de los mejores discos que ha grabado un grupo español. Me refiero naturalmente al Autobiografía (1989) de Duncan Dhu. En los créditos del maravilloso doble álbum producido por Colin Fairley se mencionaba, y agradecía, la aportación de Black en dos temas: «Rozando la eternidad», una de las canciones referentes del álbum, en las que aporta unos coros que le vienen como anillo al dedo, y un pequeño solo que la engrandece a todos los niveles. Y también en «Amarga», de manera más relevante, en donde interpreta toda una estrofa en nuestro idioma con un resultado realmente formidable.
[mks_col] [mks_one_quarter][/mks_one_quarter] [mks_one_half] [/mks_one_half] [mks_one_quarter][/mks_one_quarter] [/mks_col]El propio Mikel Erentxun recordaba hace pocos días la figura del desaparecido cantante, y como aquella magnífica colaboración llegó a través del ingeniero de Sonido, Dave Anderson, quien años después produciría Supernova (1991) del dúo donostiarra y el que sin duda es el mejor disco de Erentxun en solitario Acróbatas (1998). La amistad de Anderson con Black lo acercó al estudio, y allí cautivó y encandiló a todos con sus coros y voces, con el nada despreciable hándicap de no saber ni una sola palabra de castellano. El cantante donostiarra reconoce, que a pesar de reunir en aquel maravilloso disco numerosas y eminentes colaboraciones, la de Black resultó tan inesperada como realmente formidable.
Colin Vearncombe, Black, el autor del archiconocido hit, radiado y pinchado hasta la saciedad nos ha dejado. Aunque su voz se apagó para siempre, podremos seguir disfrutándola en el legado de sus canciones. Después de todo esto forma parte de la grandeza de la música
Más info de Black en: http://www.colinvearncombe.com/