Formar parte de un grupo de música es una de las partes más emocionantes de ser músico. Cuando tienes un grupo compartes con tus compañeros la pasión por la música y a todos nos encanta subirnos al escenario para mostrarle al público la música que hacemos, nos encanta meternos en el estudio de grabación y grabar discos, compartir con otros músicos opiniones, experiencias, etc. Pero formar parte de un grupo de música es algo más que todo eso.
Muchas veces, en el grupo de música solemos decir que tener un grupo de música es como tener pareja, hay que dedicarle tiempo, respetarla, etc. Y como en toda relación, no siempre solemos estar de acuerdo y no todos nos llevamos lo bien que nos gustaría.
Pero hay que saber tratar los temas conflictivos que puedan surgir en tu grupo de música, hablando se entiende la gente y aunque no lleguéis a un acuerdo, siempre hay que respertar las opiniones de los demás.
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Cómo resolver conflictos en tu grupo de música
Debemos tratar de resolver los problemas del grupo de música de la forma más diplomática posible, siempre siendo respetuoso con los demás. No somos perfectos y hemos cometido errores, pero hay ciertas normas no escritas que todo grupo de música debe evitar si quiere seguir adelante como banda.
Nunca le digas a un componente de tu grupo que está tocando mal. Es comprensible lo frustrante que puede llegar a ser cuando un componente de tu grupo de música no está haciendo bien los cambios de una canción o no está tocando las notas adecuadas.
Suele pasar, cada uno tiene en la canción momentos determinados en los que sonamos mejor, y luego de repente te pierdes o pisas el pedal cuando no debes… Todos podemos meter la pata o cometer algún error, pero hay formas más delicadas de decir las cosas.
Para evitar equivocaros o comenter errores mientras tocáis, es importante practicar. El trabajo que hagáis previamente en el grupo de música os ayudará a mejorar como músicos y sobre todo, vuestros directos. En estos artículos seguro que encontraréis algunas ideas que os resultarán interesantes:
Si uno de los componentes del grupo de música está tocando una parte equivocada, lo primero que debes preguntarte es si es él sólo el que está sonando mal o hay más componentes que no suenan bien. Tal vez tu compañero piense que lo que está tocando queda bien en esa parte de la canción.
Si creéis que está equivocado y que la parte que está tocando no os suena bien o no os gusta como queda la pregunta que solemos hacernos es si nuestro compañero se está dando cuenta o no de ese error. Seguramente ese componente sepa que ha cometido un error y se sienta mal por ello, así que no es necesario que insistáis en el error que ha cometido.
En lugar de reprochar a vuestro compañero que lo está haciendo mal, podéis decirle que os habéis dado cuenta que la parte X que ha hecho es la canción suena como si estuviera tocando la parte Y.
Podéis decirle que os gusta pero que suena diferente a como lo recordábais o a como lo hací, podéis preguntarle si ha cambiado algo, etc. Recordad las formas y poneros en el lugar del otro, pensad cómo os gustaría que os lo dijeran a vosotros.
Cualquier compoenete de tu grupo e incluso tú, podéis sentiros ofendidos si llega uno de vosotros y os dice, «a ver, que te enseño a hacerlo». Muchos de nosotros lo hemos hecho y no somos concientes de que no es una buena idea. A menos que un compañero te pida que le enseñes y te ofrezca su instrumento para ello, nunca le de digas cómo debe tocarlo o hacerlo.
Posiblemente tu intención sea la de ayudar a tu compañero, pero corres el riesgo de que la otra persona se sienta menospreciada.
En un grupo de música tiene que haber entendimiento y un punto intermedio. Si por ejemplo, el guitarrista de tu grupo decide que la parte de una canción debe sonar de cierta manera, en este caso no hay más que decir.
Debéis encontrar en punto intermedio, cada miembro puede aportar su creatividad. Si tú eres el batería y no encuentras el ritmo para esa parte, no le digas al guitarrista de tu banda que cambie el ritmo o los acordes…
Pregunta y aporta tus ideas y consigue que la conversación con el resto de los componentes de tu grupo sea fluida. Puedes pedir a tus compañeros que te muestren qué es lo que tenían en mente, pero nunca eches por tierra el trabajo de los demás.
Para llevar a cabo este tipo de conversaciones intenta que los demás muestren sus ideas, si esas ideas se acercan al sonido que buscáis, si queréis seguir explorando esas ideas, etc.
A ningún componente de un grupo de música le gusta que le digan que es reemplazable. Hay grupos de música que viven su experiencia como si fuera un empleo a nivel corporativo. En algunas bandas hay salidas y entradas de nuevos componentes por diferentes motivos, y si la banda quiere seguir necesitan reemplazar a ese miembro.
Pero nunca es aceptable amenazar a un miembro de la banda diciéndole que es reemplazable. Si bien es cierto, porque la mayoría de los componentes pueden ser sustituidos por otros músicos que puedan tocar lo mismo que tú o tu guitarrista, tu bajista o batería, cada músico aporta un sonido propio y personal a la música que toca.
Siempre que tengáis que sustituir o reemplazar a alguno de los componentes de tu grupo, por el motivo que sea, hacerlo siempre con respeto.
Recuerda que tu compañero ha dedicado su tiempo y esfuerzo a hacer música con vosotros, así que mientras no os haya dado una buena razón para decirle que vais a sustituirle, sed respetuosos con él. Si uno de los componentes del grupo quiere abandonar, dejad que explique los motivos que le han llevado a tomar esa decisión.
En el caso contrario, es decir, que seáis el resto de los componentes los que queráis sustituit a uno de los componentes, des delicados. No le digáis directamente que queréis que se vaya.
Para evitar la brusquedad en esta situación, podéis decirle que habéis notado un cambio en él en cuanto a su compromiso con la banda, que su participación en la banda significa mucho para vosotros pero que no estáis todos en la misma onda, etc. Recorad las formas y poneros en el lugar de la otra persona.
Es imprescindible que cada miembro o componente del grupo, practique. La práctica forma parte del crecimiento no sólo musical, sino personal.
Todo el tiempo que inviertas en practicar solo lo estás invirtiendo también en la fuerza de tu música y en tu relación con el resto de los componentes de tu grupo. Da igual si durante los próximos meses no vais a dar concierto o no vais a entrar en el estudio a grabar, en imprescindible ensayar de forma frecuente con tu grupo.
No hay excusas, olvídate de poner a tu novia como excusa o que ayer saliste y tienes resaca. Estar en una banda requiere que todos los componentes le dediquen su tiempo y esfuerzo, los ensayos son importante no sólo para los directos, sino para que la banda esté más unida musicalmente.
Si vas a faltar a un enayo háblalo con confianza con tu banda, si vas a faltar por un compromiso que ya tenías, si ha sido algo inesperado intenta cambiar el ensayo pero hazlo lo antes posible para no trastocar los horarios del resto de los componentes.
Cualquier grupo de música sabe que tanto la práctica individual como los ensayos, son igual de importantes. Si estás haciendo un tema nuevo con tu banda, pero hay una parte que te está creando dificultades, no esperes hasta el próximo ensayo con el grupo para trabajar en él. Llévatelo a casa y trabájalo allí, domínalo y prepáralo para el siguiente ensayo.
Ensayar con la banda y por tu cuenta no sólo te ayudará a superar las posibles dificultades musicales que te encuentres, sino que te ayudará a ser mejor músico.
Tener un grupo de música es muy divertido, pero también puede convertirse en un sin vivir. He conocido a muchas bandas que empezaron muy bien, eran todo muy amigos, como hermanos…
Pero la falta de comunicación y el no saber decir las cosas, además de otros conflictos internos, terminaron por hacer desaparecer al grupo y la amistad que había entre ellos. No dejéis que vuestro ego o la falta de dedicación hagan que el grupo desaparezca. Lo mejor es que seáis honestos, respetuosos unos con otros y que tengáis un compromiso como banda.
