Entrevistamos a Peggy Martínez, la gestora cultural que lleva más de 15 años apoyando el Rock nacional en Bolivia, es decir, el rock boliviano.
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¿Cómo te definirías?
Como una mujer libre, rockera, poeta, defensora de los derechos humanos y de los animales, respetuosa de la madre tierra y con mucha fe en las energías cósmicas y la espiritualidad andina, además de irreverente y sincera.
Desde mis 15 años nace una pasión por la música boliviana.
Primero al escuchar la maravillosa obra musical de Wara, El Inca, y después al escuchar artistas más contemporáneos como Milton Cortez o Adrián Barrenechea. Es ahí cuando me pregunto ¿por qué habiendo un inmenso talento en Bolivia, se importan tantos grupos extranjeros?
Y en el afán de investigar qué otros tipos de música había en nuestro diverso país, es que me introduzco en el Metal y descubro bandas maravillosas como Trueno Azul o Metalmorfosis. Yendo hacia atrás encuentro a 50 de marzo y Black stones como Rock Psicodélico, y volviendo, descubro a la primera banda de Punk en Bolivia: Secuencia progresiva.
Así sucesivamente voy encontrando innumerables artistas talentosos y con propuestas inimaginables, con mucha identidad boliviana además.
¿Cómo se inicia La Otra Vereda?
Enamorada del Rock y la música contemporánea boliviana, en el año 1997, inquieta por hacer algo ante el avasallamiento de letras infames y música repetitiva extranjera, decido convocar gente que piense como yo y quiera hacer un grupo de apoyo al rock boliviano.
Ahí nace Savia, movimiento de apoyo al Rock y la música contemporánea boliviana. Hacíamos conciertos, charlas sobre Rock y géneros afines, conversatorios, intercambios, investigación y promovíamos artistas nuevos en medios de comunicación y espacios de entretenimiento, pubs y discotecas. Así llegamos a ser más de 80 integrantes entre músicos y gente fan del Rock, del rock boliviano y la música contemporánea boliviana.
En ese andar, conocimos muchos medios de comunicación, entre ellos gente inquieta como nosotros que nos apoyaba, Pato Peters de la radio Stereo 97, Darknes y Chacal de Ruido Metálico, gente de canales que nos daba espacios. Pero en el año 1998 en particular, conocí a Panchi Maldonado, vocalista y líder de Atajo, quien en ese entonces era parte de un hermoso proyecto radial: Graffitti “la poesía está en la calle 101.7 FM”, única emisora rockera en ese entonces tras la desaparición de radio Chuquisaca Contemporánea, la emblemática emisora rockera de todos los tiempos. Panchi nos impulsa a proyectar un programa radial (podríamos decir que él tuvo la culpa de todo jeejeje).
Emocionados, en el año 1999 emitimos un primer programa piloto lleno de historia del Rock boliviano y el Rock en español, a lo que le seguirían programas dominicales de dos horas con entrevistados de la escena rockera, fuerte dosis de Rock nacional, rock boliviano, historia y, sobre todo, análisis crítico. Ahí prosiguió la confianza del director de la emisora, Luis Vergara, un hombre admirable con una excelente voz radial, uno de los más respetados radialistas bolivianos, quien nos apoyó mucho para dar la línea del programa.
Esta maravillosa aventura musical fortaleció aún más el objetivo de apoyar a las bandas rockeras y al movimiento musical contemporáneo alternativo boliviano, y generó más alianzas estratégicas con medios de comunicación, pubs, empresas y discográficas como Sony Music y Discolandia.
Mejores/ peores momentos/eventos
Un momento bueno, (la cúspide, diría) fue la invitación de Discolandia a producir un disco con bandas que jamás habían tenido llegada a una empresa discográfica, y que por el impacto de nuestro trabajo, los motivó a invitarnos a producir este material (un sueño personal y de grupo).
Paradójicamente, como anécdota, esta propuesta llegó un día que, agotada por ir contra viento y marea sin tener suficientes respuestas, y con ánimos de colgar las botas y retirarme de la escena, fui a despedirme del productor ejecutivo de Discolandia, Óscar Prieto, pero él me dijo: “¡Peggy, qué bueno que viene! Me ha leído la mente. Quiero proponerle algo que le va a gustar: Quiero que escoja usted unos 10 grupos de rock de esos metaleros, o underground como los llaman, y grabemos un disco. ¿Qué le parece? ¿Será que para el viernes me trae una lista y propuesta?”
Mi silencio lo dejó confundido. Y tuve que responder: “No me diga eso pues, Don Óscar, deme una semana al menos.” Y así en el año 2002 entramos al estudio de grabación de Discolandia (en ese entonces ubicado en Obrajes) 10 grupos maravillosos, completamente ubicados en LA OTRA VEREDA. Este disco lo presentamos en la legendaria plaza San Francisco y en el pub Equinoccio.
Malos momentos sí hemos tenido, como un intento fallido de sacar un disco homenaje a Wara ya grabado hace varios años. Lamentablemente hay esfuerzos que nadie toma en cuenta, trabajo que no es remunerado y menos reconocido…
Otro homenaje fallido fue a Carlos Palenque, ya que las bandas no responden rápido o se comprometen pero luego no aparecen. O los que deberían estar interesados en el homenaje, tienen problemas personales y son egoístas en reconocer a un artista que aportó mucho al país.
¡Eventos muchísimos! No los recuerdo, pero el primero fue en el año 1997, antes del programa. Aglutinamos bandas desconocidas y Rock fusión y cero alcohol. Después ya hicimos muchos en discotecas y también en la Rockeron. Ahí por primera vez en mi vida, comprobé que el alcohol de lata se consume en serio! Jajajaja
Hicimos muchos eventos públicos en plazas, pubs, y también una especie de preste cada aniversario de Savia, que coincide con el de La Otra Vereda, y fuimos pasando la posta a otros grupos. Eso se dio hasta que importantes bandas del movimiento no cumplieron. Ahí se quedó el afán de hacer eventos y unificarnos.
En lo personal, siempre estuve ligada al arte y los eventos a través de mi trabajo (el que sí me remuneran) diferente al trabajo de Gestora Cultural, que al contrario, sólo me genera muchos gastos, pero lo amo.
Posterior a eso, el año pasado, después de más de 7 años de receso en el que colgué las botas (aunque no totalmente porque nunca me desvinculé por completo), decidimos volver al aire, por invitación de radio Culturas. Organizamos el evento en jueves y en una fecha difícil, pero igual logramos lleno absoluto y gratos encuentros de gente que nos recuerda con cariño, preciso para cargarnos de energía y seguir en esta aventura.
¿Cómo ves el Rock en La Paz y en Bolivia hoy? ¿Y de aquí a 20 años?
El rock boliviano lo veo prometedor, con identidad, mejor que hace 20 años, más sólido, más elaborado, riquísimo en calidad, más unificador, más producido, con más oportunidades, fresco y ¡siempre rebelde!
Sin embargo, no es color rosa. Falta apoyo de medios y políticas públicas que promuevan este género musical y todo lo que le rodea.
Y de aquí a 20 años es difícil pensar, pero así como hace veinte años soñé con un día poder juntar a las bandas de Rock y géneros afines, verlos trabajar juntos, apoyarse, como ahora los estoy viendo gracias a ese señor de Impuestos, que sin tener idea habló de los músicos. ¡Me alegro que mi sueño se esté cumpliendo!
Veo que seremos un país como Argentina hace 10 años…. Lleno de arte, de música, de identidad, de diversidad, con gente que apoya y escucha Rock y géneros afines masivamente.
Siendo realistas, siento que habrá un Rock más ochentero e incluso setentero. Siento que volveremos a nuestras raíces, y que pasaremos a un momento de reflexión musical introspectivo.
¿Qué hace falta entre los actores que conforman el medio?
Actores músicos: Pues ahí hace falta aún identidad, valorar nuestras raíces, entender que no estamos inventando la pólvora, sólo cuando lleguemos a entender eso, seremos libres, músicos libres y capaces de crear obras más imponentes.
Actores medios de comunicación: Falta mucho apoyo, que se olviden de perseguir a artistas que no aportan, con todo respeto a cumbieros y reguetoneros, que ganan mucho y sólo cantan letras facilonas y sin contenidos.
Actores Políticos: Que entiendan que el arte es fundamental para un pueblo, y esos artistas son quienes sostienen la cultura, políticas públicas para los artistas en general.
Actores, Gestores o Productores musicales de hoy: Que se ubiquen. Yo nunca gané un peso por gestar o producir un grupo, o eventos de Rock. Quizás estuvo mal, pero solo pensé en que el grupo con el que trabajaba salga a todos lados. Ahora son egoístas con los mismos músicos, los asesoran mal. Es una pena, les engañan respecto a la llegada a medios. Es muy triste eso…
¿A qué te dedicas? ¿Qué te gusta hacer?
Me dedico a muchas cosas. Soy bien chistosa. Hace 19 años que trabajo en diferentes ámbitos. Estudié sociología, pero he trabajado toda mi vida en medios de comunicación y es lo que mejor sé hacer.
Trabajé en instancias privadas y públicas, en temas de derechos humanos, siempre involucrando el arte. Tengo un gusto especial por trabajar en instancias públicas, porque desde adentro puedes aportar mucho en cualquier espacio, y eso siempre me hace muy feliz.
He trabajado en cárceles, medios de comunicación, y últimamente en TV.
Soy parte de un colectivo de artistas mujeres: Warmi Luna Creciente, diversas, libres, luchadoras, feministas, transgresoras. Soy Poeta, esa es mi vida. Cuando paro de escribir sé que algo no está bien en mí. Es mi marcapaso.
Me gusta mucho compartir música y hacer escuchar a mis amigos o allegados Rock boliviano. También es mi mayor defecto. Y amo ver a las bandas bolivianas en vivo.
¿Estuviste en alguna banda? ¿Tocas algún instrumento?
Siempre estuve intentando tocar batería, más nunca lo logré por tiempo, espacio, etc. Hasta que vendí mi batería. Ahora soy parte de un grupo de mujeres que toca tambores, Warmi Tambor. Qué hermoso es hacer música!
Quiero concluir diciendo que es importante apoyar al Rock boliviano de corazón, soltar el ego personal. Deberíamos pensar más en crecer como pueblo, de fortalecer a nuestros artistas. Es muy duro eso. Yo soy nieta de un gran músico que fue reconocido internacionalmente en Europa y centro América, muy querido afuera. Aquí dejó muchas cosas. Él fundó Sobodaycom, y ahora lo están destruyendo. Me da pena que muchos bolivianos errados del lugar que ocupan, destruyan nuestros patrimonios.
Sé cómo es el sentir del músico, lo llevo en la sangre, y toda mi familia es de artistas. Debemos querernos y apoyarnos, dejar de ser egoístas. Primero es Bolivia, después lo de afuera. Sólo así vamos a crecer.
Gracias, Julie, mi cariño y admiración, y no se olviden escuchar La Otra VEREDA, la vereda del rock local rumbo a los 18 años, los domingos de 19:00 en adelante Rock boliviano y música contemporánea Bolivia. Toda la movida local. Somos el único programa que tiene este formato periodístico.
Y el 3 de junio en el Equinoccio. Aniversario y sorpresas!!!
ABRAZOS!!!