Uno de los músicos más prolíficos dentro de la libre improvisación es Roi Maziaz, o Don Roe, y proviene de la ciudad de San Luis, una localidad que se encuentra a 1000 kilómetros de Buenos Aires.
En Argentina, la música improvisada y el free jazz es muy difícil de percibir. También muy difícil expresarla. Todos sabemos que es un subgénero, y que no es fácil el transitar por las sendas sónicas.
En tierras Argentas hay músicos muy dispares y creativos, como lo son Omar Grandoso, Sam Nacht, Pablo Ledesma, Hernán Creche, Luis Conde o Sergio Paolucci, todos ellos oriundos de Bueno Aires.
San Luis es una ciudad pequeña, de la cual nadie esperaría que allí se encontrase una de las energías más vitales de la música libre Argentina.
Roi es multinstrumentista, pero académicamente es pianista. Desde niño estudió este noble instrumento, y con el devenir de los años se acercó al rock (como todo adolescente), y comenzó a acercarse al bajo eléctrico y a la batería.
Siendo algo mayor, optó por los vientos (saxos, clarinetes, flautas, armónica) y el contrabajo. Hay en él una pasión de autenticidad. Se resiste a toda tentación de congraciarse con el público, de afiliarse, de quedar bien con los clasificados de turno.
Su pensar, su interpretación artística, tiene el sabor de un partir de cero. Y partir de cero significa expresar un sonido desnudo. Desnudo y en la intemperie.
Implica un lenguaje claro y sucio a la vez, con la incomprensión y el estupor que produce. Su meditación musical es más bien grave y amarga, dolorosa y violenta, pensada y olvidada.
Cada frase, cada tono, tiene que surgir ligada a una verdad madurada en la intransigencia y la profundidad. Cada sonido-ruido debe ser una segregación.
Su música cada tanto parece acercarnos a los hornos de un infierno sónico caústico. No se considera un músico, y le causa horror que lo mencionen así. Se denomina una especie de sonador cacofónico.
El que tiene que tañír la campana negra del Hades, o el que le arranca las plumas de los ángeles con oído absoluto. El que toca con afinaciones incompletas. «Es que alguien tiene que hacerlo«, lo dice muy serio.
Roi Maziaz y la promiscuidad sonora
¿Qué es lo que te hace improvisar?
Prefiero decir que juego con los sonidos, con los golpes que producen los objetos, las fricciones de algunas cosas con otras, de trastornarme con ideas sónicas y sentirme sanado al mismo tiempo cuando libero tensiones al soplar algún saxo, y expirar esos demonios creadores de nuestro interior.
Probar y probar con varios instrumentos, aún con los que no sabemos tocar. Pero no hay que olvidarse de las melodías, de los “riffs”.
¿Los discos que te cambiaron la vida?
Algún disco de Credence Clearwater Revival, «The Empty Foxhole» de Ornette Coleman, «White Album» The Beatles, «Peperina» de Serù Giran, «Interestellar Space» de John Coltrane, «To Adolphe Sax» de Peter Brotzmann, «Unmmagumma» de Pink Floyd, «Red» de King Crimson, «Spectrum» de Billy Cobhan, «Song X» de Coleman-Metheny, «Latinoamérica» de Gato Barbieri, y «Sónico» de Eduardo Rovira.
¿Qué cosas escuchas hoy?
Escucho variado. Aunque por supuesto escucho más música improvisada, experimental o free jazz. Pero escucho a Frank Zappa, Buckethead, cosas de Primus, John Mayall, Led Zeppelin.
Cosas de Burzum, tambien Bill Evans, Pepper Adams, Art Pepper, Felipe Boero, Giascinto Scelsi, Morton Feldman… tantas cosas!
¿Qué cosas, si las hay, te aburren dentro de la música o el arte?
La vida es aburrida, pero siempre hay que estar con el antídoto en la mano. Lo cierto es que hay cosas que escuchaba en mi adolescencia, y lo escucho hoy día, y me parecen aburridas u obsoletas.
Hay otras cosas que no, que aún me produce casi el mismo asombro de una primera vez. Como Come Together de The Beatles, Kathelyn Gray de Ornette Coleman o Quadrant 4 de Billy Cobhan, o algunas cosas de Kaoru Abe.
Y gente como Mercedes Sosa, León Gieco, Charly García, Pedro Aznar, Herbie Hancock, Gato Barbieri, Luis Salinas, Hermeto Pascoal, Lito Vitale, y algunos más me aburren y me amargan el oído. Por suerte no me amargan el espíritu.
¿Qué opinas de los artistas que buscan el apoyo político o que se unen a una militancia?
Cada quien que haga lo que quiera. Personalmente creo que un artista no debe acercarse ni a la política ni a la religión. Sólo se debe creer en el apostolado de la creatividad.
La política solo ha servido para estar manejados por mentirosos, y la religión sólo sirve para engañarnos nosotros mismos. Tú eres el mejor gobierno, tu eres el mejor Dios.
¿Quién es Roi Maziaz?
No soy un artista. Soy un impulsivo trastornado creativo. No soy un músico, soy un tocador de campanas cacofónicas. Soy un promiscuo sonoro.
Más información sobre Roi Maziaz en el siguiente enlace:
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