¿Alguna vez te has preguntado qué impacto tiene la música en tu vida, y qué tan significativo puede llegar a ser en la salud? Bueno, pues para resolver esa incógnita, en esta nueva entrega te traemos los efectos de la música en la vida y su bienestar.
La música siempre ha tenido ese poder de transmitir sensaciones, sentimientos, ideas y emociones, además de hacernos recordar épocas pasadas y ser una compañía fiel a lo largo de nuestras vidas. Siempre hemos utilizado la música para diferentes propósitos, pero ¿qué efectos tiene la música en nuestro cuerpo?
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Efectos de la Música y su Bienestar
Para revelar esta incógnita analizaremos los distintos aspectos en los que logra influir la música en nosotros.
Emociones y Bienestar
La música puede despertar diversas emociones, inspirar y generar placer, además de lograr generar una sensación de bienestar, reducir el estrés, y facilitar las relaciones interpersonales. Esta última clave en el desarrollo social del individuo, o quién no ha dedicado una canción y recibido dedicatorias musicales.
Incluso quién no ha utilizado la música como herramienta para interactuar en una reunión social (a través del baile o interactuando con los demás mientras se corea a grito entero la canción de turno). Seguramente las emociones, desinhibiciones y experiencias que nos ha regalado la música en estas situaciones nos lleven a pensar lo útil y beneficiosa que puede llegar a ser en nuestras vidas y en nuestro desarrollo personal.
Estimulación Cerebral
Se ha comprobado que la música tiene la capacidad de estimular diferentes áreas del cerebro de manera coordinada y en tiempo real, afectando a diferentes regiones. Entre ellas, las involucradas en la audición, el movimiento, la atención, el lenguaje, las emociones, la memoria y las habilidades de razonamiento. Esto solamente escuchando música. Ahora imagina si tocas un instrumento. Podrás desarrollar habilidades como la concentración, la disociación, la disciplina, la determinación, la adaptabilidad y la confianza.
No necesitas convertirte en un músico consumado, de hecho esta actividad no es exclusiva de músicos profesionales solamente. Aprender a tocar un instrumento puede ser un hobby que te llene de beneficios extra, como la estimulación del pensamiento creativo, la imaginación, la capacidad de expresión, entre otros. Si siempre has soñado con tocar un instrumento, no deberías esperar más y arriesgarte a hacerlo. Seguramente será una grata experiencia en tu vida. Eso sí, busca un buen profesor que te asesore y sepa guiar en el proceso.
Memoria y Aprendizaje
En otros estudios también se logró comprobar que la música puede ayudar a mejorar nuestras habilidades cognitivas, fortaleciendo la memoria y el aprendizaje, ayudando a evocar recuerdos y emociones significativas que promueven el bienestar mental. Es de aclarar que hay géneros o estilos musicales que ayudan más que otros. En general, la música clásica o el jazz son ideales para este propósito.
Salud Física
La música puede modular el sistema cardiovascular, mejorar el equilibrio y fortalecer el sistema inmunitario sin ningún efecto adverso. Es habitual que mientras estamos en el gimnasio, o hacemos alguna actividad física que demande gran energía, sintamos la necesidad de colocar un tipo de música con tempos rápidos o de gran intensidad, y que nos motive a terminar la rutina.
Tratamientos Médicos
Se ha demostrado que la música ayuda a mejorar la calidad y la duración del sueño, lo cual es un factor importante para la salud cerebral. Asimismo, se ha encontrado que un tratamiento especializado basado en música puede mejorar el movimiento en pacientes con enfermedades tales como el mal de Parkinson y accidentes cerebrovasculares. En el contexto de la terapia, la música puede ser una herramienta útil para ayudar a los pacientes a expresar emociones difíciles, y a procesar experiencias traumáticas.
Estudio y Concentración
La música puede crear un ambiente tranquilo y libre de distracciones, ideal para momentos en los que la concentración es clave.
Es importante aclarar que los efectos de la música pueden variar dependiendo del tipo de música y de la persona que la escucha. Sin embargo, está claro que la música tiene un poderoso impacto en nosotros, y puede ser una herramienta valiosa para promover la salud y el bienestar, además de tener la capacidad de evocar recuerdos y emociones significativas que nos pueden alegrar en un mal momento.
La elección de la música para mejorar la concentración puede ser muy subjetiva, y depende en gran medida de las preferencias individuales.
Hallazgos relevantes
Música Familiar: Según el seudocientífico de la Universidad de Harvard, Srini Pillay, la música familiar, es decir, las canciones que disfrutas y conoces mejor, son las más efectivas para maximizar la concentración. Si creciste en un ambiente rodeado de música, seguramente habrá tonadas o melodías que recuerdas con mayor facilidad de tu época de infancia o adolescencia y que te traigan gratos recuerdos. Es por ello que tu memoria se activa y por ende tu concentración mejora.
Ritmo Constante: Los investigadores han descubierto que la música con un ritmo constante y repetitivo, reproducida a niveles de “cafetería” (es decir, lo suficientemente alto como para escuchar, pero lo suficientemente bajo como para mantener una conversación), puede ser beneficiosa para la concentración.
Música Suave y Melódica: Los sonidos suaves y melódicos pueden ayudar a establecer un ambiente tranquilo y propicio para la concentración. Existe música hecha especialmente para este propósito. Igual recuerda elegir un lugar cómodo que pueda ayudarte a evitar distracciones. Además, al escuchar música relajante puede ayudar a reducir nuestros niveles de estrés y regular nuestras hormonas.
Música Instrumental: La música instrumental puede ser útil para mejorar la concentración, ya que elimina las distracciones asociadas con las letras de las canciones. Es ideal si necesitas memorizar o aprender algo nuevo, incluso estudiar para un examen, o colocar tu concentración al máximo para una tarea específica. Recuerda moderar el volumen.
Música Motivacional: Algunos estilos de música, como el hip hop, el rap y algunos estilos de rock, pueden funcionar mejor en personas que tienen una buena capacidad de concentración. Al igual estilos como la música electrónica funcionan muy bien para hacer deporte, y suelen sonar en los gimnasios. De hecho hay diferentes estilos musicales dependiendo el gusto de cada quien que funcionan para hacer tareas como los quehaceres del hogar, o trabajos que requieren gran esfuerzo. Siempre y cuando a través de la música tengas la motivación extra que necesites, funcionará para lo que sea que la requieras.
Estimulación temprana: La música puede llegar a tener múltiples beneficios, siendo estos diversos y relacionándose con la salud emocional, la reducción del estrés, la mejora del estado de ánimo y la terapia. Algunas investigaciones sugieren que cuando se reciben estímulos musicales desde temprana edad de manera adecuada, estos beneficios pueden aumentar significativamente, incluso pueden mejorar otros aspectos emocionales y cognitivos. Yendo aún más allá, se ha demostrado que el mejor estilo musical para este propósito es la música clásica.
Efectos positivos
Estimulación del aprendizaje y el desarrollo: La música clásica puede apoyar el aprendizaje y el desarrollo de los niños desde una edad temprana. Los expertos recomiendan que los niños experimenten con la música lo antes posible.
Fomenta el habla temprana: Los estudios muestran que los bebés que se involucran frecuentemente en la música probablemente hablen más temprano. En este caso las rondas infantiles tanto en español como en inglés pueden estimular significativamente el desarrollo del lenguaje.
Refuerza las vías neuronales: Estilos musicales como el Jazz y la música clásica pueden ayudar a reforzar las vías neuronales responsables del aprendizaje y la memoria.
Ayuda a desarrollar habilidades motoras y socioafectivas: La música puede ayudar a los bebés a desarrollar habilidades motoras y socioafectivas, como el ritmo, la conciencia corporal, la coordinación y la sincronización.
Promueve el vínculo afectivo: Escuchar música juntos puede ayudar a los cuidadores y a los bebés a establecer un vínculo. También libera oxitocina, conocida como la hormona del vínculo afectivo.
Introduce conceptos básicos de una manera entretenida: La música puede ser una herramienta de aprendizaje que apoya el desarrollo integral de los bebés y niños. Por ejemplo, las canciones pueden enseñar las partes del cuerpo o los sonidos de los animales.
Estimula la plasticidad neuronal: La música es una gran promotora de la plasticidad neuronal, lo que puede tener beneficios en la salud y el aprendizaje de los niños.
Favorece el aprendizaje de las matemáticas: La música puede favorecer el aprendizaje de las matemáticas en los niños.
Desde LaCarne Magazine esperamos haya sido de utilidad esta reciente entrega. Déjanos saber en tus comentarios qué opinas acerca de este interesante tema, y si te gustaría que abordáramos algún otro en específico.
