Jardín Infierno es una banda de rock and roll y hard rock natural de Bilbao.
El grupo nos presenta Quién decide, su segundo trabajo de la mano de Maldito Digital, un disco con un sonido más bruto que en el trabajo anterior, debido a la sustitución del teclado Hammond por otra guitarra; fluye overdrive rozando la barrera del fuzz para crear atmósferas rockeras en contraposición a líneas de bajo limpias y a una percusión clara y contundente, dejando así un espacio sembrado para la voz.
En lo referente a las letras, el grupo trata diversos temas personales y sociales de actualidad que reflejan vivencias y experiencias propias.
Rock en estado puro del quinteto bilbaíno en versión original, en el que se acepta al idioma castellano como vehículo para transmitir su mensaje, huyendo de anglicismos trasnochados, para apostar por el rock nacional, gracias al cual nos recuerdan a grupos de rock nacional de la década de los 80.
El disco se ha grabado y mezclado en los Estudios Tío Pete de Urduliz, por Jagoba Ormaetxea, y Jardín Infierno se ha encargado de las labores de producción.
Jardín Infierno nace en 2008 en los suburbios de la Villa de Bilbao como una banda de rock, bajo la influencia de la música de los grandes grupos de los setenta.
En un principio, la formación de la banda estuvo compuesta por los tres miembros fundadores; Juanjo Ramírez, guitarra, voz y compositor, Ricardo Manrique al bajo y Luis Ángel Marcos a la batería, que, aunque llevaban más de una década trabajando juntos cargados de versiones e ideas propias, no fue hasta entonces cuando decidieron apostar por un proyecto serio en su trayectoria, en la que poder desplegar sus composiciones originales, marcando un antes y un después en su currículo musical. Nace así, Jardín Infierno, nombre con el que de manera alegórica, pretende reflejar su visión del entorno urbano que le rodea.
Es en 2009 cuando la banda empieza a recoger la cosecha de mucho trabajo de local de ensayo, gracias a la incorporación en la misma de Arkaitz Villasante, al teclado Hammond y Virginia Fernandez, como vocalista, que con su fresco desenfado escénico y su poderosa voz, hace que el grupo se coloque entre las promesas de las bandas locales y limítrofes.
Ese mismo año graban, por su cuenta y riesgo, su primer disco en formato CD con 8 temas originales, con el título homónimo de Jardín Infierno realizando unas discretas 500 copias que se venden rápidamente en los conciertos que la banda va celebrando a posteriori.
A mediados de 2010 Jardín Infierno recibe un importante empuje por su participación en el Burlada Blues Festival 2010 junto a Teixi Band, y poco tiempo después, por telonear a Mike Farris; fundador y principal cantante del grupo Screamin Cheetah Wheelies de Nashville, Tennessee, en el concierto que el artista realizaría en el Kafé-Antzokia de Bilbao.
En su debut profesional y para su sorpresa, comienzan a tener una gran afluencia de seguidores de todo el mundo en la página de Myspace del grupo, que quieren saber más sobre el mismo, pasando de poco más de 200 seguidores/amigos, a casi 6.000 en pocos días.
Llegados a este punto, Virginia decide unirse a Doctor Deseo y no pudiendo compaginar ambos proyectos abandona Jardín Infierno.
Es entonces cuando entra a formar parte de la banda Alain Concepción, cantante de gran tecnicismo vocal, ofreciendo una nueva imagen al grupo con una potente y desgarradora voz, provocando un “Déjà vu deep-purpeliano” que se antoja hipnótico entre el público que asiste a sus conciertos.
El grupo realiza una demo que consta de cuatro temas. Sin embargo, después de poco tiempo, el teclista abandona al grupo por asuntos personales para, a renglón seguido, marchar también el vocalista, por no poder compaginar la banda con otros proyectos personales y su trabajo como profesor de canto.
A mediados de 2012, el grupo decide dar un cambio estético-musical a su sonido y entra a formar parte de Jardín Infierno, Luis Borlaff, guitarrista de amplio espectro musical, realizando, junto a Juanjo Ramírez, una sólida base de guitarras repleta de ritmos, contrapuntos, arpegios y duetos, provocando, irremediablemente, un nuevo rumbo a las composiciones musicales del grupo, volviéndose éstas más contundentes y rockeras.
Poco después se une a la formación María Argüeso, potente vocalista de sólida e íntima interpretación, culminando así, la guinda del pastel de Jardín Infierno.
La apuesta por el rock en estado puro de la actual alineación del quinteto bilbaíno, provoca un cóctel explosivo de rock & roll en versión original.