Podíamos hablar de que estamos ante el mejor disco de The Bloody Beetroots o lo que es lo mismo, del señor Sir Bob Cornelius Rifo. El italiano se ha marcado un disco con 17 tracks dividido en 2 partes: Canciones destinadas a un público más comercial y canciones para sus seguidores más fieles y cercanos al Rock y el Metal.
Con esto, que nos quiere decir el señor Cornelius Rifo. Pues que con este disco The Bloody Beetroots puede tener cabida en festivales tan dispares como el Dreambeach Villaricos o el Download Fest.
Además, sus directos ya están encaminados a ser una banda de rock, ya que The Bloody Beetroots son tres personas en el escenario. Cornelius Rifo que es la voz cantante, en el centro del escenario y dominador de los sintes y teclados, y acompañado de un baterista Edward Grinch y Tommy Tea al bajo, sintes y guitarras; ambos, a los lados en el escenario.
A continuación describiremos cada track del disco.
The Bloody Beetroots y su disco The Great Electronic Swindle, tema a tema
My name is Thunder (electronic Version)
Es el single del disco y posiblemente el más rockero de todos. The Bloody Beetroots cuenta en él con la colaboración del grupo Jet. Empezar con este tema es una declaración de intenciones. Un temazo Rock que gusta a las nuevas generaciones rockeras como también a los fans electrónicos más tralleros.
Wolfpack
Cuenta con la colaboración de Maskarade. Es un tema también rockero con ritmos electro, más cercano al new metal y más pistero. Con una voz melódica cercana a la de grupos tipos Bring Me The Horizon. La canción te hace bailar de principio a fin con riffs de guitarras pegadizos y ramalazos Dubstep.
Nothing But Love
Con la colaboración a la voz de Jay Buchanan, es un tema más tranquilo y soulero que recuerda en su composición al Blame de Calvin Harris. Éste track es el primero de los dedicados a sus fans más comerciales, afecta al sentido y encaje del disco pero en definitiva, es un canción de buen nivel.
Pirates, Punks & Politics
Volvemos al disco de Rock. Esta vez, Perry Farrel a la voz. El Jane’s Addiction le pone su personalidad a un tema muy RATM. Las guitarras, los riffs, los bajos recuerdan a ellos. Convence y mucho.
Invisible
Greta Svabo Bech es la voz en este corte comercial. Quizás de los más flojos del disco pero sin duda, buena fórmula para entrar en los tops five. Melodía y efervescencia dance.
All black Everything
Seguimos con más Rock, esta vez con la colaboración de Gallows. Un tema Dubstep trallero muy pistero con ramalazo Drum n bass que lo convierte en un gran tema bailable y zapatillero.
Irreversible
Seguimos con la temática Rock con gran influencia del Dubstep y el Electro. Esta vez con la presencia en la voz de Anders Friden, el vocalista de In Flames le da un toque gótico, oscuro a la canción que la convierte en un track sobresaliente, diferente y sencillamente genial.[amazon_link asins=’B075FJNFFY’ template=’ProductAdderecha’ store=’lacamaga-21′ marketplace=’ES’ link_id=’a725de0f-dab2-11e7-ae95-87b7a80548dc’]
Enter the Void
Volvemos a lo comercial. A la voz Eric Nally. Un tema de Electro-House, cercano al EDM. En concreto, me recuerda al sonido electrónico de Swedish House Mafia. Pop melódica con estribillo pegadizo, melodía típica comercial y ya lo tenemos en las radio fórmulas.
Future Memories
Canción destinada al público indie. Melodias pop, falsetes y guitarras. Esta vez con la colaboración de Crywolf. Es un buen tema que hace de interconexión entre las 2 partes del disco, la Rock y la comercial.
The Great Run
Seguimos con Comercial y la voz de Greta Svabo Bech. Dubstep con las melodías de la voz y piano. Es uno de los temas mas flojos del disco.
Kill or Be killed
Esta vez cuenta con la voz del cantante de Prayers, Leafar Seyer. Sus rapeos agresivos junto con el dubstep lo convierten en un tema agresivo, a pesar de no tener guitarras contundentes ni la fuerza rockera de otros tracks.
Saint Bass City Rockers
Gran tema trallero, pero no quiere decir que sea rockero. Puramente electrónico muy cercano a canciones de formaciones como Knife Party con líneas de bajos contundentes como si fueran riffs de metal que le dan una fuerza brutal al tema. Eso y los sonidos ácidos lo convierten en un tema pistero y zapatillero.
Hollywood Surf Club
Y como no, faltaba un tema comercial al estilo de Daft Punk o Justice. House francés y vocoder, la fórmula perfecta para que te dejen pinchar en Pacha y que las Kardashian lo pongan de B.S.O. en uno de sus videos de instagram.
The Day of the Locust
Estamos ante uno de los mejores temas del disco. Sus líneas de bajo, la presencia de sonidos orquestales recuerda mucho a las composiciones de los ingleses NERO, pero además en sus parones incluye atmosferas oscuras y pianos que denotan una influencia de Nine inch Nails. Un temazo Dubstep
10,000 Prophets
Volvemos a las guitarras, esta vez más sutiles, no encaminadas al subidón, sino a darle belleza a la canción. Ritmos dubstep de nuevo e incluso ritmos 4X4 para jugar con las guitarras.
Drive
Estamos ante uno de los mejores temas de este disco de The Bloody Beetroots . Volvemos a la caña, esta vez acompañado de Deap Vally. Las americanas le dan un toque muy cañero, recuerda mucho a aquellos temas de los Prodigy con L7. Es un tema punkero, rápido, con ritmos rápidos. Una joya!!!!
Crash
Y seguimos con otra bomba rockera. Esta vez a la voz Jason Alon Butler. Tema claramente Hardcore Punk acompañado de sample de Led Zeppelin “Inmigrant Song” y unas guitarras brutales. Los pogos con este tema deben ser de los de dejarse los dientes. Brutalísimo.
My Name Is Thunder (rock Version)
10 Segundos más larga, es igual que la ya descrita con algún matiz.
Frantic
Es otro temazo rockero en toda regla. Con guiños al drum n bass y la voz de Wade McNeil de bandas como Gallows o Black Lungs le da un toque agreviso, hardcoriano. Sin duda es un gran final del disco que te hace saltar y bailar como un descosido.
Fever
Otra bomba rockera. Esta vez a la voz otro de los miembros de Jet, nada más y nada menos que Nicholas John Nic Cester. Un tema bailable muy Rolling Stone con unas guitarras arrolladoras y una despedida perfecta.
Estamos ante el mejor disco de The Bloody Beetroots no llega a la perfección porque, quizás por contentar a todos sus fans, nos inluye algún tema comercial que resta cohesión al disco. Un 9 y unas ganas enormes de disfrutar su live en los festivales.
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