“Arima ez da Galtzen” se titula el más reciente disco de Kartzarot, una singular banda de Rock originaria de España.
Lo peculiar de este nuevo trabajo musical de Kartzarot es que todas sus canciones están escritas en euskera, un idioma que pocas bandas se atreven a emplear para sus discos.
Por tal motivo decidí contactar con Kartzarot, y he aquí el resultado. Una extensa e interesante entrevista hecha a la vez con sus cinco miembros, en la que nos cuentan desde sus inicios, etapa de separación y reunificación, hasta sus proyectos más actuales y otras cuestiones bastantes interesantes.
¡Hola, chicos! ¿Cómo estáis? ¿Cómo se encuentra la salud de la banda?
Asier: Pues la banda (risas) está con los achaques propios de una banda amateur con miembros que rondamos los 50. Hay, afortunadamente, y como comentaremos más adelante, sangre nueva y más joven, pero que a su vez están envueltos en más proyectos que les resta energía para Kartzarot.
Txetxi: Efectivamente la banda va, pero a un paso quizá demasiado lento estos últimos meses. Las respectivas vidas de cada uno de los miembros hacen complicado dedicarle el tiempo que cualquier proyecto musical requiere. Aún así, Rober y Javi siguen tirando del carro todo lo que pueden y trabajando, muchas veces por el resto, en continuar componiendo nuevos temas y apretarnos las tuercas.
Tengo entendido que la banda nace en el año 1989 y 10 años después se separaron, volviendo a reunirse en 2013. ¿A qué se debió la separación de la banda y la espera para volver a unirse como grupo?
Asier: El primero en dejar la banda fui yo. Teníamos unos 30 años y empezábamos a desarrollar nuestras respectivas carreras profesionales. No fuimos capaces de pasar de ser una banda amateur. Tuvimos alguna oportunidad, pero requería un compromiso que yo no estaba seguro de querer asumir. Acababa de ser padre, y eso también influyó en mi decisión.
Diferentes circunstancias y coincidencias nos llevaron a reunirnos, y en 2013 aquella carrera profesional que empezaba 20 años antes estaba más o menos asentada y los hijos ya volaban casi solos. Podíamos dedicar de nuevo a Kartzarot la energía que a nuestro modo de ver requiere.
¿Quiénes son los miembros actuales de la banda y de dónde proceden?
Rober: Javi y Rober guitarras, junto a Asier a la voz, son el núcleo original de la banda. La savia nueva la componen Txetxi al bajo y Cobelo a la batería, músicos experimentados en proyectos de diversos estilos, aportando un valioso plus de calidad.
¿Cuáles dirían que han sido sus principales influencias como banda?
Rober: Las guitarras combinan fuentes del Heavy británico y del Hard Rock americano. A esto le unimos una voz más setentera e influida por los Purple y derivados.
Y por último, añadimos una base rítmica más moderna y progresiva, dando lugar a un sonido rejuvenecido de los añejos Kartzarot.
¿Cómo definirían su estilo musical?
Asier: Una de las cosas que más me gusta que nos digan es que somos perfectamente reconocibles. Que hemos creado, no tanto como un estilo, pero sí una forma muy personal de combinar las guitarras limpias con la distorsión, frecuentes cambios de ritmo…
Para no andarnos con rodeos y de manera más sencilla, diría que hacemos Heavy Metal de los 80, con voz de los 70, y cantado en una lengua cuyos orígenes son un misterio. Ahí es nada.
Txetxi: Es verdad que yo, que entré a formar parte de la banda en esta última etapa, al escuchar a Kartzarot no sé encasillarlo o definirlo como alguna otra banda que se le parezca. A lo mejor es que soy más joven y los clásicos del Metal me quedan un poco lejos (risas). Cuando escuché los temas antiguos por primera vez me venían a la cabeza pequeños toques de muchas cosas, y un sonido de guitarras muy particular.
Las influencias de Rober y Javi a la hora de desarrollar los temas son notorias, incluso se puede llegar a saber de quién es en base cada canción ya que cada uno viene de escuelas diferentes, pero cuando se juntan los dos a concretar y trabajar las canciones estas vertientes se acaban juntando y nace el estilo personal de la banda.[mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]»Para no andarnos con rodeos y de manera más sencilla, diría que hacemos Heavy Metal de los 80, con voz de los 70, y cantado en una lengua cuyos orígenes son un misterio. «[/mks_pullquote]
Al entrar Cobelo y yo mismo en la banda, a esa base clásica de la que parten las composiciones se añade un toque más moderno y agresivo. Y eso se nota sobre todo en la batería – y eso que en el disco Cobelo se contuvo bastante a la hora de grabar. En directo la batería tiene mucha más presencia -. Y luego está la voz de Asier, que no es precisamente el estándar que cabría esperar para ese Heavy Metal tan de los ochenta. El punto y final que marca la diferencia.
Si te sirve como anécdota de lo difícil que resulta ubicarnos, en el estudio de grabación, el técnico que nos grabó nos comentó que cuando empezamos cada uno a grabar no tenía ni idea de en qué iban a acabar las canciones.
Palabras textuales: “Con otras bandas, según empiezan a grabar batería, bajo y alguna guitarra ya sé más o menos por dónde van los temas y cuál va a ser el resultado de lo que están haciendo, pero con vosotros hasta que no ha llegado Asier y ha empezado a cantar no tenía ni idea de qué iba nada. Primero la batería con cambios de velocidad, luego el bajo y la guitarra haciendo cosas raras. No me imaginaba cómo podía seguir. Eso sí, al llegar la parte de Asier y escuchar el conjunto: temazos”.
Así es el estilo Kartzarot.
Cobelo: Como seguidor de Kartzarot en mi adolescencia, mucho antes de formar parte de la banda, puedo decir que lo habitual entre mi entorno de amiguetes del barrio era encuadrar al grupo en el estilo de bandas como Queensryche o Fates Warning, es decir, lo que hoy en día se considera “Metal Progresivo de primera generación”.
Por otra parte, coincido en que somos una banda difícil de encuadrar por motivos de “roster”: por norma general, las roles suelen estar bastante definidos en las bandas convencionales, no sólo en comportamiento sobre el escenario si no también en lo relativo a ejecución.
En Kartzarot eso no es así. Las bandas de Metal Clásico en las que el vocalista canta con voz de hombre y no de castrati, en las que el bajista es el miembro técnicamente más brillante, en las que los guitarristas voluntariamente se orientan más al feeling y al buen gusto que a aburrir a las vacas con 70.000 notas por segundo, y en las que el baterista ejerce de segundo frontman en lugar de estar escondido atrás, pues, sinceramente, son minoría. Y todos ellos son rasgos distintivos nuestros.
Hablemos sobre el más reciente disco de Kartzarot titulado “Arima ez da Galtzen”. ¿Cómo fue el proceso de edición y grabación?
Txetxi: El disco lo grabamos en los estudios Sound of Apocalypse entre enero y marzo de 2015 a las órdenes de Eder Maseda, que nos hizo todo el trabajo de grabación.
La mezcla y masterización las llevó a cabo Alex de Benito. La producción como tal, en lo referente al sonido y las canciones, fue cosa exclusiva de la banda. Teníamos muy claro cómo tenía que quedar el disco y, aunque pueda sonar mal decirlo así, no dejamos que nadie le metiese mano para cambiarlo.
La elección del estudio fue otro proceso largo y discutido (como todo en la banda XD) ya que todos queríamos sonar bien, pero sin sacrificar el sonido que Javi y Rober llevan años sacando de sus guitarras.
Yo, personalmente, siempre pongo mucho hincapié en la voz. Me preocupa que ésta suene definida e integrada, así que me puse a escuchar discos y maquetas grabados en diferentes estudios de la zona, y la verdad es que el que más me gustó en lo referente al tratamiento de la voz fue el de Alex.
Las baterías se grabaron previamente en los estudios Grabasonic, lo que dificultó el proceso de edición y mezcla, pero por otro lado fue el detonante de que nos metiésemos al estudio el resto. Si no hubiese sido por eso a lo mejor todavía no tendríamos el disco publicado (risas).
Cobelo: Lo que teníamos claro es que, a pesar de que tuvimos la opción de grabar en los estudios de una importante discográfica vasca especializada en Folk y Pop, la intención inequívoca desde un principio era hacerlo con alguien especializado en Metal. Eso era algo prioritario. Y a ese respecto, queda bastante claro que el hecho de haber confiado en Alex y Eder fue un acierto total.
Por otro lado, como bien comenta Txetxi, y antes siquiera de haber meditado nada como banda en lo referente al estudio, tomé personalmente la decisión de entrar a grabar las baterías en los estudios Grabasonic de mi amigo Ivan Cormen (Baterista de El Reno Renardo) con el fin de agarrar el toro por los cuernos y vernos en la obligación de meternos presión.
No cabe duda, como igualmente bien comenta Txetxi, que combinar material de dos estudios distintos es un engorro y no se trata de la mejor praxis posible. Y más teniendo en cuenta que hablamos de las pistas de un kit de batería acústico en una época en la que el 90% de los discos llevan baterías programadas. Pero bueno, el resultado es satisfactorio, con lo cual hay que estar contentos.
¿Cuántas canciones trae?
Txetxi: El disco nos quedó en siete temas, poco menos de 40 minutos de duración, y contiene temas antiguos de los 90, que ya estaban totalmente compuestos y se tocaban en directo por aquella época, algún tema posterior a la salida de Asier de la banda a los que se les ha dado una actualización, y otros temas totalmente nuevos.
La idea primigenia del disco era precisamente dejar registrados los temas que la banda tenía pendientes, pero como nos sabía a poco, queriendo aprovechar la ocasión al máximo se decidió invertir unas cuantas horas en el local, y completar un disco a medio camino entre el LP y el EP.
Si algo nos han criticado del álbum es su corta duración, pero decidimos que era preferible ofrecer siete buenas canciones que un disco más largo pero con temas de relleno. Además, hoy día se lleva más el formato EP que los discos largos, que nadie parece tener tiempo de escuchar en su totalidad.
Cobelo: En efecto, el presentar siete temas es algo “peculiar” en el sentido que se sale de la norma, pero debemos recordar que estamos en la segunda década del siglo XXI, de modo que, bajo mi humilde opinión, va siendo hora de que nos vayamos quitando de la cabeza el concepto de Long Play.
Es más, personalmente definiría las copias físicas (dando igual el formato) como algo anacrónico en un tiempo en que las plataformas tipo Itunes se están empezando a quedar atrás, y la gente consume música directamente en YouTube o redes sociales.
Si a eso le sumamos el nuevo auge del vinilo en formato corto o EP, queda claro que, en semejante contexto, el hecho de que una banda saque un trabajo con dos canciones o con veintinueve es algo irrelevante.
¿Sobre qué van las mismas?
Txetxi: Pues la temática de las mismas es variada pero siempre intentando aprovechar el altavoz que ofrece la música para reflejar en ellas y hacer partícipe al público de nuestras inquietudes, la crítica y las causas que nos parecen dignas de defender.
“Patakon”, es un homenaje a la leyenda de un personaje local, J. Antonio Madariaga, al que llamaban Patakon, del que se dice que robaba a los ricos para ayudar a las viudas. Una especie de Robin Hood vizcaíno al margen de la ley.
“Indartsuen erosotasuna” (La comodidad de los poderosos), es una canción de hace años. Habla de la lamentable situación que se vivía en el país en lo referente a la falta de trabajo juvenil y la mala situación económica. Entonces era un tema de actualidad y tristemente no ha habido necesidad de modificar la letra porque a día de hoy la situación, veinte años después, es la misma.[mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«La función práctica de un disco es tener una muestra de tu trabajo la cual poder enseñar con el objeto de hacer conciertos, no que se venda.»[/mks_pullquote]
“Stop Kaleratzeak” (Stop Desahucios) habla de otra de las consecuencias de la crisis actual: esas familias a las que los bancos han quitado la vivienda dejándolas en la calle y con una inmensa deuda pendiente de por vida por no poder afrontar el pago de la hipoteca, consecuencia a su vez de perder el empleo.
Surgió una plataforma ciudadana con ese nombre para ayudar a los afectados y evitar los abusos, y desde aquí les damos el apoyo que creemos se merecen.
“Ume Gaixoak” (Pobres Críos) es otro tema de los 90. En él se afrontan las consecuencias que los conflictos armados tienen sobre los más vulnerables: los niños. Esta lacra también sigue vigente por desgracia y de actualidad. Para la versión grabada sólo se cambiaron los lugares en los que la guerra era un asunto mediático hace 20 años por los que lo son ahora, pese a que aquellos todavía no se han acabado.
“Sehaska Kanta” (Canción de Cuna) es un tema en el que se aborda la paternidad desde el punto de vista de la responsabilidad en la educación de los hijos, y las consecuencias que a futuro esa huella dejada pueda tener en la honestidad y justicia humana que éstos decidan adoptar.
Es el tema que a casi todos los componentes de la banda nos retrata en cierto modo, y nos sitúa como miembros de una generación que va camino de dejar paso a la siguiente. Otros dirán que nos hace viejos (risas).
“Zazpiak bateginik (Volviendo a juntar las 7)” enfoca el tema del conflicto identitario del País Vasco en referencia al estado español desde el punto de vista de todas las divisiones que se dan entre frentes y sectores que jamás se ponen de acuerdo para intentar conseguir un supuesto fin común. Otra letra de las viejas que el tiempo no ha hecho necesidad de modificar porque parece que todo sigue igual.
Y por último, “Zure deia watsapean” (Tu llamada en el whatsapp) esconde, tras una aparente historia de amor reencontrado, las sensaciones que el propio grupo ha vivido con su reunión tras tantos años separados. Es un homenaje a la propia banda y a esa alma que no se pierde. En cierta ocasión nos comentaron que quizás se trate de la primera canción compuesta que habla del whatsapp (risas).
Conscientes de que el idioma puede ser un impedimento para muchos a la hora de entender el significado de cada tema, Kartzarot decidimos incluir en el libreto las letras tanto en el euskera original como en castellano.
¿Algún video oficial?
Txetxi: Oficial oficial no se puede decir que sean (risas), pero sí que hicimos unos vídeos para colocar en Internet. Un par de ellos aprovechando imágenes de un concierto del que teníamos grabaciones de varias cámaras. Concretamente de los temas Patakon y Ume Gaixoak.
Y otro con el último tema, Zure Deia Watsapean, en el que se incluían imágenes de la grabación del disco. Todos hechos por la banda y con el escaso material y medios técnicos con los que contábamos.
La verdad es que no nos planteamos en su momento grabar un vídeo serio para promocionar el álbum. Tal vez para el próximo. No hace falta recordar que estos vídeos y alguno más de actuaciones en directo se pueden encontrar en Youtube.
Cobelo: Dados los medios, se podría decir que grabar un videoclip es algo improcedente en el caso de Kartzarot. Hoy en día es fácil obtener un resultado ultra profesional y satisfactorio si el objetivo es realizar el mismo videoclip que otras 8000 bandas, es decir, ondeando las melenas frente al ventilador, poniendo cara de ser los más duros del barrio, y con un par de chavalas bailando en el fondo.
Sin embargo, por las particularidades de nuestro estilo más “adulto”, Kartzarot no podemos hacer un videoclip de ese tipo, porque, siendo sinceros, no nos pegaría para nada, lo cual es un hándicap: Tendríamos que hacer algo que requiriese una mayor inversión por el hecho de vernos obligados a salirnos de la norma y los estándares metaleros.
Y dicho esto, podríamos ponernos a ello, pero probablemente los costes se nos disparasen al intentar hacer algo profesional y que se ajustase a nuestra música en términos de originalidad. Y cambiando el punto de vista, como bien dicen Asier y Txetxi al inicio de la entrevista, no estamos como para “gastar balas” creativas en algo que no sea el proceso compositivo.
¿Cómo ha sido todo lo relacionado con la promoción del disco? ¿Contaron con la ayuda de algún sello musical o fue todo de manera independiente?
Txetxi: Si de algo podemos estar orgullosos para lo bueno y para lo malo es de que Kartzarot nos hemos ocupado de todo el proceso del disco desde el principio hasta el final.
A nivel de promoción nos realizaron una oferta para grabar, editar y promocionar el disco por parte de una compañía de bastante repercusión en nuestro territorio a nivel regional, pero al final lo que suponía era atenerse a sus condiciones a la hora de sonar de una manera que seguramente no fuese cien por cien satisfactoria para la banda, de grabar en un estudio determinado, establecer un precio concreto para el CD y de tocar en lugares en los que tampoco íbamos a estar cómodos. Y con unos gastos finales mayores.
Pese a saber que únicamente con nuestros medios no podíamos conseguir la repercusión ni los conciertos que nos prometían, decidimos hacerlo todo pero sin tener que responder ante nadie.
Una vez editado el disco sí que lo intentamos mover a través de alguna distribuidora, pero todas nos respondieron negativamente. “Lo siento, no es nuestro estilo”, decían. Pero, ¿cuál es el estilo Kartzarot? (risas).
Cobelo: Hay una cosa que hay que tener clara: Un disco no es un producto, sino un currículum, o mejor dicho, como el book fotográfico de un actor. Y a su vez, es un recuerdo para disfrute personal. La función práctica de un disco es tener una muestra de tu trabajo la cual poder enseñar con el objeto de hacer conciertos, no que se venda.[mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«Toda la prensa, sin excepción, ha criticado positivamente este trabajo, lo que, como puedes comprender, nos enorgullece muchísimo.»[/mks_pullquote]
Y en el caso de lo que nos ofrecía la discográfica, esto chocaba frontalmente con la otra función de una grabación, que es poder escucharla y sentirte satisfecho. En definitiva, que entre promoción por un lado y la posibilidad de estar orgullosos del disco cuando se lo enseñemos a nuestros nietos por otro, se podría decir que elegimos la segunda opción.
¿Cómo ha sido recibido este disco tanto por el público como por la prensa especializada?
Asier: Nuestro público lo recibió en un principio como una sorpresa inesperada. Con un poco de añoranza y como quien iba a encontrar sensaciones que pensaban olvidadas para siempre. Les apetecía revolver los recuerdos de tiempos pasados.
Sin embargo, el producto ha sorprendido por fresco, aunque dentro del estilo del que hablaba antes. Digno, compacto y potente. Una mezcla de perplejidad y de “No esperábamos menos de vosotros». Toda la prensa, sin excepción, ha criticado positivamente este trabajo, lo que, como puedes comprender, nos enorgullece muchísimo.
Txetxi: Sí, el viejo seguidor de la banda se ha deshecho en elogios, pero también ha gustado a gente nueva que no nos conocía y que se ha sorprendido con que en estos tiempos alguien se atreva con estos sonidos tan de entonces y de ahora a la vez.
Lo importante es que para nosotros mismos este disco ha sido una sorpresa y una satisfacción. Nos ha permitido tocar con gente magnífica, conocer a un montón de personas de una grandísima calidad, salir a tocar fuera de nuestro entorno y de disfrutar juntos como cuando teníamos 20 años menos y, no menos importante, recuperar lo invertido para soñar con grabar otro próximo trabajo.
Cobelo: Estoy muy satisfecho por lo siguiente: Soy bastante escéptico, y tanto las buenas críticas en prensa especializada como la opinión de los aficionados al Rock/Metal clásico son algo que, personalmente, no me valen. Por lo parcial, no me resulta una fuente de valoración fiable, así de claro.
A mí lo que me interesa es, por poner un par de ejemplos al azar, saber lo que piensan del disco tanto el público del Metal Extremo y cosas más agresivas, como los típicos “compañeros del trabajo” que escuchan Los 40 Principales y M80. Y por el momento, el feedback que me ha llegado del “público profano”, tanto de un lado como del otro, es muy positivo. De modo que repito: Tremendamente satisfecho.
De este disco me llamaron la atención dos cosas. Lo primero fue el diseño del mismo (portada, libreto, galleta). ¿Por qué usar elementos relacionados con pinturas prehistóricas?
Asier: Es una de las tantas ideas que barajamos. Cuando Txetxi trajo la idea de las manos de las pinturas prehistóricas, además de que ya no las protegía ningún derecho de autor, nos pareció acorde a las bromas sobre nuestra edad. Nos recordaban, además al público en los conciertos, tenían muchas connotaciones positivas.
Txetxi: Lo de las pinturas fue una cosa totalmente casual. Asier vino un día con la idea clara del título para el disco pero la portada estaba en una fase de discusión eterna de la que no se sacaba ninguna conclusión.
En esos días se dio la casualidad de que, desde diferentes medios, me llegaron varias noticias, artículos y efemérides que hacían referencia al arte rupestre. La que más me impresionó fue una noticia en la que se comentaba como en una cueva de Cantabria, al norte de la península, en la cueva del Castillo se había encontrado de casualidad, como suelen darse los mejores hallazgos, la huella dactilar de uno de esos artistas prehistóricos en una de sus pinturas. La primera huella atribuible a un ser humano artista, chamán, guía espiritual o lo que quiera que fuese.
Eso me llevó a vincular esa huella que no se pierde con el alma que no se pierde de la que hablaba Asier y de ahí a querer unir el arte rupestre a Kartzarot.
Tras buscar imágenes de lobos pintadas en cuevas, ya que el lobo es la imagen de la banda (Carcharoth es un lobo, personaje de la obra de Tolkien, El Silmarillion) y no encontrar ninguna, falseé ésta integrándola en diferentes pinturas de las más populares y reconocidas haciendo referencia a ese espíritu que tras años apagado volvió a resurgir con la reunificación de la banda. Eso y la edad de algunos, claro (risas).
¿Alguna relación con las canciones del disco?
Asier: No. Ninguna. De hecho, paseando por el monte en esa época encontré un tronco podrido en el suelo, pero con la madera del corazón intacta. “el alma nunca se pierde”, pensé.
Como nuestro espíritu metalero. Como las canciones que estábamos grabando, y que (algunas de ellas) se mantenían vigentes en música y en letra a pesar de los 20 años que llevaban acumulando polvo. Y lo fotografié como opción para la portada. De ahí el título. Otro guiño a nosotros mismos.
Lo segundo es que todas las canciones así como los títulos de las mismas están en euskera. ¿Por qué decidieron cantar en un idioma tan complicado como el euskera y no en español o en inglés como acostumbran a hacer las bandas de Rock de España?
Asier: Porque a estas alturas no aspiramos más que a estar satisfechos del trabajo hecho. Y porque consideramos importante aportar cada granito de arena en las causas en las que cada uno creemos. Y, ya que tenemos un micrófono, decidimos apoyar el idioma de esta tierra que nos vio crecer, y que tan necesitado de energía está, tras tantos años de opresión y de intentos de que desapareciera. Casi lo consiguen. Y aquí estamos. Recuperando el terreno perdido.[mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«Hacemos un gran equipo los cinco y lo deseado es que este 2018 vea la luz nuestro trabajo.»[/mks_pullquote]
Cobelo: No era lo que Kartzarot buscábamos ni mucho menos pero, por extraño que pueda sonar, creo que ahora mismo el Euskera tiene más salida a nivel estatal que en Euskadi, me explico: Por una parte, el Rock, tanto en Euskera como en otros idiomas, está bastante mal visto entre el público vascoparlante underground, que prefiere otro tipo de géneros como el Ska, el Reggae, el Hip Hop o los ritmos latinos, todo ello cantado en castellano.
Y con Rock me refiero a todo el espectro que va desde el Pop al Death extremo, para que nos entendamos. Repito, por extraño que pueda parecer. Por otro lado, y de cara al público nacional, en primer lugar el Euskera tiene un punto de exotismo que se sale de lo mainstream.
En un momento como el actual, en el que el Metal es algo tan estandarizado y dogmático, y con un público potencial que demanda cosas nuevas, es algo a tener en cuenta.
Y como segundo punto, y basándome en mi experiencia girando por toda la península con la orquesta de verbenas en la que también toco, me ha quedado claro que el público tiene un concepto muy alto de los músicos de Rock vascos, tanto desde el punto de vista técnico como, especialmente, la capacidad de “hacer sonar” las cosas.
Si unimos ambos conceptos nos encontramos ante un boceto de la situación actual en que el Euskera, del mismo modo que es un factor negativo en Euskadi, puede ser un punto a favor entre el público rockero/metalero estatal que quiere salirse de lo convencional.
Volviendo a la banda. ¿Cómo recuerdan sus inicios como grupo? ¿Les fue muy difícil abrirse paso dentro de la amplia escena del rock en España?
Asier: Tan difícil que 25 años después seguimos intentándolo. (Risas) Nos faltó un clic. Creemos que estuvimos a punto de coger la ola buena. De todas formas, como te decía antes, no sé si queríamos asumir esa responsabilidad. No sé si queríamos esa forma de vida.
Cobelo: Retomando la posición de “fan” durante los 90´s y no de miembro de la banda, opino que Kartzarot es un grupo que surgió demasiado pronto, se separó en el momento en que el contexto era el ideal, y se ha reunido demasiado tarde.
Bajo mi criterio, creo que los 2000´s, con el auge a nivel mundial del Hard Rock de bandas como Gotthard o Europe “2.0”, hubiera sido el momento en que Kartzarot podría haber pegado el pelotazo padre tanto a nivel local como estatal. Pero bueno, todo no puede ser…[mks_pullquote align=»left» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«Nunca sabemos lo que hay detrás de la siguiente curva. Ni siquiera sabemos si llegaremos a ella. Y esa incertidumbre también mola.»[/mks_pullquote]
¿En qué planes actuales se encuentra enfrascada la banda?
Asier: Como decía Joaquín Sabina, mis musas se han hecho viejas, y cada vez me cuesta más escribir unas letras y sacar unas melodías con la calidad mínima que siempre me impongo.
Aquel bolo de 5 temas de marzo de 2013 era el plan. Nos llevó a otro bolo en septiembre del mismo año, lo que hizo que compusiéramos y grabáramos este disco. Nunca sabemos lo que hay detrás de la siguiente curva. Ni siquiera sabemos si llegaremos a ella. Y esa incertidumbre también mola. Cada riff nuevo que sale es un regalo que mimamos con mucho cariño.
Txetxi: oficialmente podríamos decir que estamos en fase de querer grabar un nuevo disco. Extraoficialmente me atrevería a decir que bastante nos cuesta mantenernos vivos como banda.
Al final esto es una afición, de las buenas, pero afición ante todo. Eso supone que la vida personal se imponga a la banda y resulta complicado sacar el tiempo necesario para disfrutar e invertir en condiciones en ella.
Rober y Javi siguen dando la cara y peleando por el proyecto, pero otros vamos un poco a la zaga siendo en ocasiones más lastre que acicate. Y no sé cuánto se puede aguantar a este ritmo.
Tenemos temas, tenemos financiación, pero en mi caso me falta tiempo y energía. Necesito que me pongan una fecha inamovible para obligarme a grabar y entonces, todo recto hacia adelante (risas).
Javi: Poco más se puede decir, tanto Rober como yo seguimos trabajando los temas con la misma ilusión que en los inicios, mimando las guitarras y dando otra vuelta de tuerca si cabe, para terminar fusionándolas y conseguir esos matices que no se dejan pasar por alto.
Hacemos un gran equipo los cinco y lo deseado es que este 2018 vea la luz nuestro trabajo.
Bueno chicos, creo que esto es todo. Agradecerles por su tiempo y les deseo mucha suerte. Les cedo espacio para que transmitan un mensaje a los lectores de esta revista.
Asier: Sólo podemos agradeceros a ti y a tus lectores por dedicar unos minutos a interesarse por bandas auténticas y absolutamente underground, sin mayor importancia que la de haber coexistido con vosotros en este fugaz mundo, nosotros haciendo música mientras algunos lectores manejan camiones, cocinan, sueldan, barren, dan clases de matemáticas o lo que cada cual aporte. ¿Es curioso, no? Abrazos para todos.
Txetxi: Muchas gracias a todos los que hacen posible que medios como el tuyo puedan dar voz a personas como nosotros, tras bandas tan humildes y escondidas como Kartzarot. Y a ti por tu tiempo e interés.
Rober: Añadir que quien desee una copia del CD puede contactar con la banda en el e-mail [email protected] o a través de nuestro Facebook. En Bilbao, se puede adquirir en las tiendas Harmony Rock y Brixton Denda.
Saludos!
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