Los Ganglios, «Segunda Escucha» … y a la primera
Así como los directores de la “Nouvelle Vague” reaccionaron en su día en contra de las estructuras que el mundo del cine empleaba en ese momento, Los Ganglios, posiblemente uno de los grupos extremeños más famosos del planeta, parece que vienen empleando una actitud parecida desde su irrupción en el mercado discográfico, aquel Cataclismo Electoral (GorDiscos 2011), que no hizo más que encerrar en forma de disco un concepto alternativo de entender que existen pautas diferentes en todo lo que se refiere a escribir e interpretar canciones, y cómo la cosa no tiene por qué quedar en algo tan sencillo cuando disponemos de fórmulas audio-visuales que pueden engrandecerlas y otorgarles ápices cuanto menos distintos, aunque éstos puedan parecer a primera vista o escucha algo desconcertantes.
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Igual fórmula se repetía en La Guapa y los Ninja (GorDiscos 2012), en donde ya se introdujo un DVD junto al cd de canciones, en lo que quedaba patente que Los Ganglios significaban algo que transcendía mucho más alla que una simple banda de música.
Sin embargo, aquellos directores de la “Nouvelle Vague”, aunque eran capaces de desconcertar a crítica y público utilizando por ejemplo iluminación natural, o apenas un par de planos y un fundido en negro con sonido de fondo para narrar un accidente, o presentando a un personaje de la película que le hablaba directamente a la cámara, de vez en cuando, aunque no hiciera falta, dejaban alguna pincelada de calidad, como un plano secuencia de diez minutos, para que no quedara duda, si es que por un momento existía, de que ellos dominaban por completo el lenguaje cinematográfico existente, y que mostraban lo que querían y como querían, y que aquello no era fruto ni de la casualidad ni cuanto menos de la ignoracia o falta de experiencia.
Algo parecido está ocurriendo a este inclasificable grupo de creadores audio-visuales, intérpretes de directos inimaginables y letristas surrealistas con sana dosis de humor irónico e irreverente.
Desde su último trabajo, Lubricante (GorDiscos 2014), Xoxé Tétano y los suyos parecen empeñarse en demostrar de vez en cuando, que si ellos quisieran, podrían convertirse, y con éxito, en un grupo de música serio y convencional, incluso de varios estilos diferentes. Si bien es cierto que la ironía, el sentido del humor y el surrealismo está presente desde sus inicios, cierto es que desde aquella obra audio-visual: “Hay”, grabada por una cantidad irrisoria y con un resultado formidable, también con sorprendente desenlace de nivel musical, nos sorprendieron con un trabajo en el que nos mostraron que si fuera su intención podrían ser pinchados sin ningún problema en radio fórmulas con una calidad musical en toda regla. Así lo demuestran temas como “Lol”, “Calvario”, “Al Final”, “El Quijote p” o “En Noruega”, que albergan diferentes estilos y excelentes melodías, o temas como “Gafas de aluminio telefunken”, con bajo espectacular e impresionante letra surrealista.
Personalmente, desde el mostrador de esta insigne carnicería, vengo narrando desde hace tiempo que uno se sorprende con los directos de los de Montijo. Bien es cierto que la dosis de buen humor y cachondeo están presentes casi desde antes de comenzar la actuación de Los Ganglios, pero cada vez más soprende la aportación a la guitarra de Rafael Filete o los teclados de Leli Loro, e incluso los giros vocales de Xoxé Tétano.
Una vez más, confiando la producción a Pepe Coca, Los Ganglios no han escatimado en medios para ofrecer el mejor sonido posible en su nuevo trabajo Segunda Escucha.
La colaboración de Brandon Lewis a la batería acústica en todos los temas es algo más que relevante, ya que es la primera vez que deciden contar con un baterista para hacerlo. Solo con su contribución en “Vivencias Propias”, su participación está más que justificada.
Precisamente “Vivencias Propias”, el single de adelanto y que es con diferencia la mejor canción de Segunda Escucha, se nos presenta como una canción con un sonido que podrían firmar los mismos Extremoduro, o incluso cualquiera de aquellas bandas transgresoras de los 80 pero con un cierto toque incluso comercial.
Tras las primera escucha, casi no ha habido que recurrir a la segunda, y muchos músicos relevantes de la región coinciden medio en broma, medio en serio, que con algún cambio en la letra ya debería ir siendo hora de cambiar el himno de Extremadura. Ese “soy extremeño, tengo derecho” llega más al corazón que “nuestras voces se alzan”, y sin duda, “Vivencias Propias” es una canción que atrapa no a la segunda, sino a la primera. La pista de batería es formidable, las guitarras y bajo suenan de lujo, y la voz de Xoxé Tetano no la mejoraría ni el propio Robe Iniesta.
En el resto del disco destacan canciones como “Los arquitectos”, “Un poco de cero” y la rapera “Ceguera de rap”. Siguen encontrándose las historias tronchantes en temas como “Fortunata y Jacinta”, “S.A.N.Z” u “Ojos comunes”. Y una grata sorpresa con colaboración a la voz de Rodrigo Cuevas en “Asturies Triste”.
En definitiva, más de Los Ganglios, más de su humor, su cachondeo, su irreverencia y sus ganas de contar historias cotidianas como nadie es capaz, pero con esa sensación incontrolable de querer convertirse poco a poco en una buena banda, que ofrece calidad e independencia musical a partes iguales. “Vivencias Propias”, el single que ha de arrastrar al álbum hacia su mayor éxito, sin duda debería sonar hasta en las radios fórmulas. Aunque mejor que nuestros geniales e inclasificables amigos no se lo empiecen a tomar tan demasiado en serio, o no sabemos la que son capaces de liar. Segunda Escucha no es más que el título, porque ya de primera entra, y entra pero bien.
www.losganglios.com/