En este entrega vamos a hablar de Muddy Waters, un personaje imprescindible en la historia de la música moderna, que abrió camino al Rock and Roll, y a todo lo que de él derivó.
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El padre del Blues de Chicago, Muddy Waters
Muddy Waters nació como Mckinley Morganfield el 4 de abril de 1913. No se sabe exactamente dónde, pero parece que fue en Rolling Fork, Mississippi.
Su madre murió al poco de nacer él, así que fue criado por su abuela Della Grant, quien le apodó Muddy (lodoso) pues le encantaba jugar con el agua tibia de los bayous cercanos (el Waters vendría después, en la adolescencia, cuando empezó a tocar la guitarra y la armónica).
Creció en la plantación Stovall, cerca de Clarksdale, Mississippi, donde pronto se familiarizó con la músca de los bluesman locales famosos Son House y Robert Johnson.
Los restos de la cabaña donde vivió en la plantación están en el Museo del Blues del Delta, en Clarksdale.
Empezó pronto cantando en la iglesia, y con 17 compró su primera guitarra, y comenzó a tocar por aquí y por allí en las plantaciones después de los trabajos.
En 1941, el antropólogo Alan Lomax fue hasta la plantación Stovall para hacer una serie de grabaciones a músicos de blues y country de la zona. Fue a la cabaña de Muddy y en el porche le grabó a pelo, voz y guitarra.
Fueron un par de canciones que después le envió en un disco junto a 20$. Un año después volvería a grabarlo.
Ambos trabajos se utilizaron para una investigación de la Biblioteca del Congreso, pero también se lanzaron comercialmente con el nombre de Down On Stovall’s Plantation (que serían reeditados por Chees Records en 1993, y remasterizados en 1997).
En busca de fama y fortuna
Y así comenzó, haciéndose un nombre en la zona. Sin embargo, en el Delta era un bluesman más y quedaba mucho para el «padre del blues«, así que en 1943, cogió el petate y se marchó a Chicago en busca de fama y fortuna.
Allí encontró su sonido, y además definió para siempre el sonido del Blues eléctrico, ya veréis.
En Chicago comenzó trabajando en un fábrica casi a tiempo completo, y por las noches tocaba donde podía. Pronto el Bluesman más famoso de la ciudad, Big Bill Broonzy, le descubrió y decidió darle una oportunidad dejándole abrir sus espectáculos.
En 1944 compró su primera guitarra eléctrica y formó su primera banda, en la que ya contó con los talentísimos Little Walter (una triste historia que ya os contaré) a la armónica, y Jimmy Rogers como segunda guitarra.
El sonido de Muddy Waters era muy innovador, pues rompía con la tristeza y melancolía del Blues de ciudad. Nuestro bluesman mostraba el optimismo relacionado con los negros después de la posguerra.
Además, su uso del Slide se convirtió en un sello de identidad del sonido Waters. El Blues eléctrico había encontrado a su gurú.
En 1946 consigue un contrato con la discográfica Aristocratic, que después pasaría a ser la famosísima Chess Records, la meca del Blues eléctrico, y en 1947 salieron a la luz sus primera grabaciones «Gypsy Woman» y «Little Anna Mae».
Sólo le acompañaba Sunnyland Slim al piano. Sin embargo, el éxito no le llegaría hasta un año después con los temas «I Feel Like Going Home», «I Can’t Be Satisfied», y «Rollin’ Stone».
La banda de Muddy Waters
A principios de los 50, la banda de Muddy Waters era la estrella principal de Chess Records, y en 1953 grabaron el mayor éxito de nuestro artista: Hoochie Coochie Man (4000 copias en un sólo día).
Empezaba a alcanzar el estatus de leyenda, siendo cada vez más cotizado en las salas de la ciudad por su sonido innovador y fresco.
En esta época aparece en escena un nuevo Bluesman lleno de carisma, que competía directamente con Muddy, Howlin’ Wolf. La rivalidad entre ambos era amistosa, pues cuando Howlin’ llegó a Chicago, se quedó en casa de Muddy, además ambos tuvieron los mismos maestros.
La rivalidad entre ambos representa los años dorados del Blues eléctrico. Willie Dixon era el encargado de escribir canciones para ambos.
Estos nuevos sonidos abrieron, como ya he dicho, el camino al nacimiento del Rock and Roll. Muddy Waters se uniría también a este nuevo sonido con «Mannish Boy».
Nuestro hombre tenía muy buena visión para la música. De hecho, fue quien dio la primera oportunidad a Chuck Berry, insitiéndole que fuera a ver a los hermanos Chess.
Mudddy siguió creando: «Got My Mojo Working», «I Just Wanna Be Make to Love»…, pero la popularidad del Rock and Roll le arrinconó un poco. En este momento decide dar un paso más, e invitado, viajó a Inglaterra donde la música negra tenía bastante acogida.
Allí, acostumbrados al Dixie, el Folk y el Jazz tradicional, el nuevo sonido sureño pero eléctrico de Muddy enloqueció a la peña, causó un gran impacto entre los jóvenes músicos ingleses, que rápidamente absorbieron el sonido, entre ellos miembros de bandas como los Rolling Stones (llamados así por la canción de Muddy), Cream o Fleetwood Mac.
Los últimos años de Muddy Waters
Los 60 siguieron con éxitos. Grabó su primer disco en directo en el Festival de Jazz de Newport, con una apabullante actuación de «Got My Mojo Working». También se adentró en sonidos más folk con el álbum Folk Singer, e hizo alguna que otra gira europea más.
Si bien conforme iban pasando las décadas su popularidad iba bajando, siempre se mantuvo en la ola, y parte de éxito se lo debemos también a muchos músicos jóvenes que le descubrieron en los 70, y no desaprovecharon la oportunidad de tocar con él (The Band, Eric Clapton, Van Morrison, Bob Dylan, The Rolling Stones…).
Durante todo este tiempo, Muddy Waters no perdió ni un ápice de su esencia.
Su última aparición fue en 1982, en un concierto junto a Eric Clapton. Fallecía el 30 de abril de 1983 por un infarto al corazón en Westmont, Illinois.
Sin embargo, casi todos los manágers y discográficas con las que trabajó se aprovecharon de él y de su falta formación. Firmaba los contratos sin leerlos, renunciando a sus royaltis, y con ellos, a sus beneficos.
Chess Records le daría la fama, pero desde luego era su esclavo. A menudo le pagaban con coches (podéis echar un ojo a la película «Cadillacs Records») o le «regalaban» una casa, cuyas escrituras no le pertenecían. Nunca recibió ingresos reales de sus éxitos.
Parece ser que era bastante buena gente. Al haber sido criado en condiciones muy duras, nunca tuvo reparo en ayudar y acoger en su propia casa a quien lo necesitara. Además, ayudó a muchos músicos a triunfar, incluso a muchos que (sin querer) arrinconaban su sonido.
Una figura imprescindible
Muddy Waters es una figura imprescindible en la historia y desarrollo de la música moderna.
Fue el primero en sacar el Blues del Delta y enchufarle electricidad. Sin su aportación musical, el Rock and Roll nunca hubiera sido viable.
Prueba de ello es el reconocimiento (nunca suficiente) que tuvo y tendrá entre los músicos de Rock (Jimmy Hendrix, Eric Clapton, Angus Young, Keith Richard y muchos más veían en la figura de Muddy su mayor inspiración).
Sin embargo, la industria musical, una vez más se aprovechó del negro sureño, hubo muchos plagios y poco reconocimiento…
Seguro que muchos de vosotros y vosotras conocéis mejor el tema de Led Zeppelin «Whole Lotta Love» que «You Need Love» de Muddy, en quien ellos dicen inspirarse, pero lo que hicieron fue una copia blanca, con mucha clase eso sí, pero una copia (y no es la única). La triste historia de siempre, vamos.
Por esto es importante recordar y tener presente a estos artistas, que vivieron con la música como motor vital, y que, sin ser conscientes de ello, nos ofrecieron una página musical en blanco para desarrollar.