En 2020, todo mal. Los suecos In Flames han decidido conmemorar los 20 años de su álbum más reconocido, Clayman (2000), y su 30 aniversario como banda.
Por ello, el próximo 28 de agosto lanzarán la nueva versión de Clayman con algunas canciones remasterizadas por Ted Jensen (Pantera, Gojira) y otras regrabadas totalmente, como es el caso de Clayman, Only for The Weak, Bullet RIde y Pinball Map.
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Hace un par de días ofrecieron un adelanto subiendo la nueva versión de Clayman a las plataformas. El líder del grupo, Anders Fridén, ha comentado los siguiente:
«Este disco cambió nuestra carrera de varias maneras. Al ser el vigésimo aniversario este año, tuvimos que hacer algo grande para los fans.
Volver al estudio para regrabar algunas de las canciones originales nos llevó de vuelta a aquel momento, cuando los grabamos por primera vez.
Cada detalle del nuevo artwork y las imágenes se pensaron profundamente teniendo en cuenta lo que los Jesterheads querrían ver. Esto es para ti. Gracias por 20 años de Clayman».
Aquí os dejo la nueva versión:
In Flames – ¿Era realmente necesario?
Pregunto ¿hacía falta regrabar estos clásicos de la banda? Si algo destaca en la historia de la formación sueca es su decisión, allá por el 2002, con el lanzamiento de Reroute to Remain, de ir hacia sonidos más modernos y alternativos, y alejarse del death melódico sueco del cual provenían.
Si la decisión fue correcta o incorrecta va a gustos, pero lo que está claro es que se pasaron a hacer un metal mucho más accesible y adecuado a su época.
El tema en sí sigue siendo el mismo, cierto, pero no la sonoridad. Solo el principio ya desconcierta con esos sintetizadores maquineros y la batería filtrada, para poco a poco ir abriendo frecuencias y entrar a golpe con toda la banda.
Un recurso típico, y que funciona para remarcar esa entrada, pero la cuestión es ¿hacían falta esos teclados tipo Paco Pil?
Otra cuestión es la batería en sí. Me acuerdo que lo que más me gustaba de los suecos era la contundencia de la batería, trigueada o no, da igual.
El bombo y la caja estaban siempre en frente, casi a la par que la voz en cuanto a protagonismo.
En la nueva versión la batería pierde fuerza y se enmascara con el muro de sonido de las guitarras. Y es que creo que ahí estaba el gancho de los antiguos In Flames.
Las guitarras en los versos se utilizaban tan solo rítmicamente, con un sonido casi industrial (fijaos en cuánta distorsión tienen en la versión del 2000) que hacía que los fraseos melódicos de la guitarra solista destacasen por encima de toda esta base, teniendo al final por un lado la melodía de voz, y por otra la de guitarra. Y todo sonaba nítido y fluido.
Comparad los solos de guitarra de ambas versiones.
Comparamos ambas versiones
En la original, el solo es orgánico, siguen proviniendo de ese “muro de sonido”, del fondo de la mezcla. En la nueva versión, sin embargo, éste sólo parece entrar a calzador.
En cuanto a la voz, pues como todo, a opiniones. Por un lado, y punto positivo para la nueva versión, para mí, la voz está mejor producida, es mucho más inteligible.
Respecto a la versión clásica, ha perdido esa originalidad al principio de la canción cuando suena a 2 voces.
Otro punto a destacar (y para acabar), el último verso (minuto 2:42). En esta nueva versión introducen un tipo de breakdown. Y la verdad, como puente-breakdown funciona, es contundente y pesa, pero no conecta con el resto de la canción.
Y aquí creo que radica el problema principal de esta nueva versión. Tiene partes y sonoridades que tanto para bien como para mal ahora forman parte de In Flames, pero que no acaban de encajar en lo que es el tema en sí mismo.
No sé, al fin y al cabo, la versión original fue fruto de una época, una tecnología, y unos músicos en particular. Esta nueva adaptación se queda a medio camino, insulsa.
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