Frédérick Poidevin es guitarrista, toca la mandolina brasileña y la flauta, relaiza grabaciones de campo, composiciones gráficas e improvisación guiada.
El explicar el concepto de Improvisación Libre me hace preguntarme qué sería lo opuesto a dicho concepto. La Improvisación Libre significa adaptarse, mientras que la libertad en este concepto es algo secundario, la idea principal en este concepto es la improvisación.
Interpretación como concepto opuesto podría ser, pero al mismo tiempo dentro de la interpretación también hay improvisación (la manera de tocar), así que un concepto más cercano a la improvisación sería la idea de adaptarse a un camino como la adaptación de una especie animal (Darwin).
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Reflexiones sobre Improvisación Libre con Frédérick Poidevin
Tenemos situaciones controladas, donde su opuesto sería la costumbre, la repetición. Los modos de vivir, costumbres, códigos sociales, códigos animales, ritmos biológicos, la repetición serían los modos de hacer las cosas, movimientos repetidos porque estamos en un ambiente dentro de códigos establecidos socialmente.
La improvisación sería lo opuesto a lo dicho, sería buscar caminos nuevos, una manera de practicar un instrumento de manera diferente, por ejemplo.
Sería como si a un intérprete de música profesional lo consideraríamos como un deportista de élite, pero también se puede interpretar e improvisar sin tener mucha técnica. Si al final la Improvisación Libre es un proyecto personal, artístico, que quiere decir algo sobre el mundo personal del improvisador (mundo interior), que utiliza los instrumentos para expresar sus ideas personales, y además está con otros improvisadores interactuando entre ellos.
La Improvisación Libre sería salir de todos los condicionantes que tiene cada persona, poder tener ciertas condiciones que le permitan al improvisador estar en un estado que canalice las ideas sonoras que recibe, asimilarlas, e interactuar entre todos los que participan. Esta idea significa que hay una escucha del momento, de lo que sucede, una escucha activa y mucha intuición. Al final, lo que se busca es un equilibrio donde también se pueden materializar rupturas, pero con algún sentido.
La percepción interna de la Improvisación Libre depende de cada improvisador, de cada persona, es muy subjetiva. A priori la Improvisación Libre no se puede predecir, la sorpresa es una característica importante (teóricamente).
Dentro del mundo de los improvisadores, especialmente los que llevan cierto tempo practicándola, se repiten prácticas, acciones que tenemos establecidas, códigos personales de reaccionar, y eso me lleva a preguntarme cómo buscar un camino nuevo en la Improvisación libre si la Improvisación Libre significa ver, descubrir otros caminos, liberarse de los condicionamientos personales, dejar surgir las ideas, y no tener todo el control de lo que sucede.
No sé si la Improvisación Libre se puede enseñar en las escuelas, porque formalizar, concretar la Improvisación Libre es posible, pero para mí es una práctica muy personal. Pienso que la práctica de la Improvisación Libre casi es como un trabajo de investigación personal, porque cada persona es diferente.
Aparte de la Improvisación Libre con músicos, también es muy importante el lugar, el espacio donde se realiza. Estamos en una sociedad donde, por ejemplo, nunca se ve (o por lo menos nunca lo veo yo) gente que aparentemente no se conocen, y que espontáneamente se paran en la calle para tocar juntos.
Por otro lado, podemos ver que en un contexto musical (fiestas populares, jam sessions), sin conocerse y sin haber consensuado unas pautas musicales, existe gente que se pone a tocar juntos. Esta manera de hacer música indica que existen unos códigos, protocolos en el ámbito de la música.
En el mundo del Jazz, la improvisación está estructurada con unas normas rítmicas, melodías, armónicas que están relacionadas con su desarrollo histórico; sin embargo, también tiene sus excepciones más influenciadas, más evolutivas, como el Free Jazz.
La práctica de la improvisación permite que puedan salir emociones muy intensas. Esta idea abre el campo a la utilización de sonidos, ruidos que no se utilizan tanto en el ambiente clásico de la música (gritos con la voz, ruidos extraños al instrumento).
La Improvisación Libre es como un modo de expresión, como dos personas que se encuentran, no se conocen, hablan, y pueden conversar, existen códigos sociales. Sin embargo, en la Improvisación Libre es interesante saber hasta qué punto somos libres, hasta qué punto estamos condicionados por nuestros hábitos. Estas dos ideas (libertad y hábitos) están condicionadas por el contexto.
Si realizo un viaje a Japón y actúo con improvisadores que no conozco, pero las ideas sobre la Improvisación Libre son comunes, será fácil que la conexión sea inmediata y se produzcan interesantes conexiones sonoras. Por otro lado, si la idea es completamente diferente y la idea es encontrar un espacio común para encontrarse el trabajo de la improvisación, la búsqueda del otro será diferente.
Una idea importante dentro de este concepto es la del pensamiento en el momento y la memoria. En la Improvisación Libre se realizan conexiones condicionadas por el público. El momento, el espacio, un trabajo en la memoria a corto plazo que permite memorizar muchos elementos, procesos de estructuración. La improvisación no es lo opuesto a la composición. Yo lo veo como D. Bailey.
Yo entiendo que la improvisación es una composición en tiempo real. Es evidente que en la improvisación hay estructuras, surgen estructuras en el instante, en la naturaleza, en el caos hay estructuras matemáticas, cosas que parecen que no están estructuradas, en su interior están estructuradas. La búsqueda de lo que ha pasado en un plazo corto de tiempo, así como también en un periodo más largo, nos permite anticipar cómo vamos a reaccionar, a interactuar, la búsqueda del camino. El juego entre la memoria a corto plazo y lo que puedes proyectar, realizar, es interesante.
El tiempo lo podemos entender como un río que fluye. En la improvisación se puede transitar por caminos que ya se han transitado, como la idea del río. Hay repeticiones, pero nunca son exactamente iguales, que al mismo tiempo produce estructuras.
Esta analogía con el río me hace asociarlo a la física de las partículas, la mecánica de fluidos. Matemáticamente se puede describir de varias maneras: una persona está cerca del río viendo cómo pasa el agua. Cada gota de agua es diferente, pero está construyendo el flujo del río, el caudal. Hay una estructura fácilmente visible, pero también lo podemos ver desde la óptica de la gota de agua, siguiendo el movimiento del río, todo a su alrededor está en un cambio continuo, las orillas, el cauce.
Esta dialéctica, esta analogía se encuentra en la práctica de la Improvisación Libre. El concepto de la Improvisación Libre se puede entender como un material sonoro, una idea que se puede repetir o que está evolucionando, cambiando constantemente con lo que sucede, como el concepto de articular, gestionar ideas musicales / sonidos.
Desde mi punto de vista, la Improvisación Libre también es una búsqueda, una estética. Estamos hablando de una producción de sonidos, la manera de hacerlo indica una intención. Si cuando se improvisa solo se deja tocar al cuerpo, sin ninguna idea, van a sonar cosas, pero no tendrán sentido. Hay que estar siempre en el momento, en la idea, hay que estar siempre concentrado, lo que se produce necesita de cierto control para reflejar la riqueza del ser humano.
La estética puede ser una estética no convencional (desagradable), pero sigue siendo estética. Puede ser de diferentes formas, pero si la improvisación tiene calidad, es interesante, le puede llamar la atención al público y buscar ideas en el discurso que le atraigan. El público también tiene que ser curioso, tiene que hacer un esfuerzo en saber, no es simplemente ir y ya está. La Improvisación Libre la entiendo de esta manera, como una composición en tiempo real.
Otro punto interesante para mí respecto a la práctica, es que cuando se proponen ideas no hay motivo para que todos cambien al mismo tiempo, se puede dejar tiempo y ver cómo evoluciona, cómo se desarrolla la nueva idea. Puede ser interesante, aparece cierta riqueza en el material. No ha habido una intención directamente en el resultado, pero esto nos lleva a que es importante tanto el tocar como el no tocar, así como el comprender o dejar hacer lo que está pasando.
Al final estamos hablando de Improvisación Libre, pero también en una forma de poder, de participar en el sentido de construcción de una relación de equilibrio, de intervenir o no intervenir, de reaccionar, de esperar. Existen estrategias con músicas muy intensas, que al mismo tiempo nos permiten ver una visión global de lo que sucede.
La condición humana, la condición animal, la adaptación Darwinista, la estética, todo esto me lleva hacia el concepto de lo sublime. El concepto de lo sublime se puede encontrar en la pintura (J. M. W. Turner), una vez quiso atarse al mástil principal de un barco en plena tormenta para sentir, experimentar la sensación desde dentro de ella, la luz, el poder de la naturaleza.
Estamos en un contexto del siglo XIX, hay un interés por la naturaleza, por conocerla, saber de ella, la muerte de Dios. Lo que me atrae de este concepto (lo sublime) es la condición metafísica de un ser animal.
Tenemos imaginación, pero esta imaginación puede seguir las leyes físicas o no. El mundo virtual puede ser un espacio donde podemos imaginar acciones que después se pueden realizar en la naturaleza (construcción de edificios, coches). Por otro lado, está el principio de realidad, cuyas leyes físicas nos condicionan la imaginación absoluta, realidad absoluta y el espacio virtual. En la Improvisación Libre existe el desafío de probar los límites dentro de la condición humana, de su aspecto metafísico dentro de un proceso creativo, interactuando con los sonidos.
En los conciertos recibes información que te puede llegar a poner en estado de trance, tiene un aspecto de proceso ritual. Las personas están bien educadas, somos seres animales, y dentro de nosotros coexisten los dos, el control como personas, y el monstruo como característica animal. No sabemos cómo es, no sabemos identificarlo.
De alguna manera este monstruo nos permite explorar situaciones nuevas. Nos sirve para canalizar nuestra condición humana real con la que imaginamos, con la que queremos o imaginamos. De alguna manera, la Improvisación Libre trata esta idea. A veces se realizan Improvisaciones Libres muy duras, violentas, pero, al igual que la pintura, de alguna manera esta expresión entra dentro del oyente, haciéndolo sentir.
Podemos ver algo similar cuando vemos noticias a través de pantallas, sucesos duros, violentos, pero la actitud por nuestra parte es diferente, tratamos de protegernos hacia esa información. La música improvisada nos permite experimentar, sentir este tipo de sensaciones, de nuestra condición animal, cuya idea no me parece suficientemente incluida en nuestros códigos sociales, está más canalizado hacia el deporte, hacia las actividades físicas, no hacia las actividades intelectuales. La esencia política en la Improvisación Libre, si la hay, la entiendo como una unidad de la parte intelectual y la animal de la persona en el acto de improvisar (concepto metafísico).