Del corazón de Orihuela al escenario: Los Zurdos y su viaje para mantener vivo el rock
Todo artista tiene ese escenario o destino soñado que representa un objetivo a alcanzar, un lugar donde tocar sería como hacer realidad un sueño. ¿Hay algún destino o escenario en el que siempre hayáis soñado tocar?
Soñar cuesta poco y los músicos somos muy soñadores. Siempre imaginas, o más bien elucubras, como sería actuar en los míticos templos de la música mundial (Madison, Albert Hall, Olympia…) o festivales multitudinarios (Donington, Rock in Rio, Glastonbury, Primavera Sound, Coachella, Hellfest…). Con el tiempo te das cuenta de que todo se resume en tocar, tocar y tocar en cualquier lugar. Los grandes lugares te dan visibilidad y publicidad, pero en una sala o un garito pequeño puedes hacer el concierto de tu vida, conectando con la gente de una manera casi mística. No descartamos ningún sitio. Allí donde podamos actuaremos… y a nadie le amarga un dulce.
Es inevitable que el lugar donde crecemos deje una huella en quienes somos y, por supuesto, en nuestra música. Cada ciudad o región tiene una historia, un sonido, una energía que influye en los artistas que la habitan. ¿Cómo creéis que vuestra ciudad/región ha influido en vuestra música?
Es inevitable que nuestras raíces influyan de alguna forma en los temas. Ahora todo está muy normalizado y no es nada extraño tener familiares o conocidos que forman parte de bandas, pero cuando nosotros empezábamos era algo extraordinario e incluso no muy bien visto. Orihuela, nuestra ciudad de procedencia, era un pequeño pueblo de provincia con todo lo bueno y malo que eso acarrea. Formar una banda de rock and roll era transgredir las costumbres impuestas y de alguna forma mostrar ese rasgo de rebeldía ante lo establecido.
Donde quizás se pueda observar mejor el espíritu mediterráneo de nuestra región sería en las letras de algunas de las canciones, cargadas de ironía, doble sentido, socarronas, en algunos casos casi esperpénticas. En otras el estilo directo, sin ambages e incluso algo cruel, reflejaría la sociedad actual.
La música, como la comida, puede ser una mezcla de sabores y texturas que nos sorprende y nos deja con ganas de más. Comparar tu estilo con un plato puede revelar mucho sobre cómo os defines. Si pudierais describir vuestro estilo musical con una comida, ¿cuál sería y por qué?
Es difícil quedarse solo con una comida, porque hay varios condimentos en nuestra música. Más bien sería un menú con varios platos en los que habría un poco de picante, un poco de frescura, un poco de dulce y otro poco de tradición culinaria, sin conservantes ni colorantes, todo ello acompañado con unas cervezas y un buen vino.
Las influencias de la infancia siempre permanecen, incluso aunque cambien con el tiempo. Esas primeras canciones y artistas que escuchamos suelen ser las que siembran la semilla de nuestra pasión por la música. ¿Qué música escuchabais de pequeños y cómo ha influido en vuestro estilo actual?
Evidentemente, la música que hemos escuchado en nuestra infancia y juventud ha marcado nuestra música actual. The Beatles y The Rolling Stones marcaron toda la música Pop y Rock que se hizo después y, por supuesto, también a nosotros, pero también bandas como Deep Purple, Boston, Eagles, Dr. Feelgood, Eric Clapton, Aerosmith y, en general las bandas de los 70s y 80s. Más cercanas en el tiempo están Blackberry Smoke, Quireboys o Diamond Dogs.
Pero más tarde descubrimos a las bandas que hacían Rock and Roll en este país, y nos enseñaron que también se podía hacer esta clase de música en español. Bandas como Burning, Mermelada, Loquillo y los Trogloditas o Tequila.
Las giras no solo son conciertos, también son viajes llenos de anécdotas, sorpresas y momentos que no estaban en el guión. La carretera a menudo se convierte en una fuente de historias inolvidables. ¿Qué es lo más sorprendente o inesperado que os ha pasado en la carretera?
Hay infinidad de cosas que pasan cuando sales a la carretera, los viajes casi nunca salen como los habías planeado, los hoteles a veces no se parecen en nada a las fotos que publicitan y los escenarios o los equipos de sonido no son lo prometido.
Pero la mejor anécdota nos ha pasado en la grabación del álbum Días de Rock and Roll con Napo, el teclista de Los Zurdos. Durante los ensayos para la grabación le habíamos pasado los temas para que eligiera 3 o 4, en plan colaboración, pero nunca pudimos ensayar físicamente todos juntos. Él tenía asignado el último día en el estudio de grabación para hacer esos 3 o 4 temas, pero al final grabó 11 temas y, desde ese día, ya formó parte de Los Zurdos.
Gracias por vuestro tiempo y por compartir estas historias y reflexiones con nosotros. Antes de cerrar esta entrevista, ¿os gustaría dejar unas últimas palabras para vuestros seguidores o para los lectores de LaCarne Magazine?
En primer lugar, dar las gracias a toda esa gente que nos sigue por redes sociales. Es ilusionante ver cómo nuestra música traspasa fronteras y llega a gente de diferentes edades y personalidades, da gusto leer los comentarios en redes.
En segundo lugar, agradecer a la gente que va a vernos en los conciertos, sabemos que se lo pasan bien y que algunos se quedan sorprendidos de ver a unos tipos de nuestra edad tocando Rock and Roll. Por eso seguimos actuando, para ellos.
Y finalmente, saludar a todos los lectores de LaCarne Magazine, esperamos que si os ha gustado la entrevista nos puedan seguir en redes, y dar las gracias a todo el equipo de la revista por su apoyo a las bandas emergentes. Ahora empezamos a preparar las canciones que formarán parte del segundo álbum de Los Zurdos, por lo que esperamos vernos de nuevo en LaCarne Magazine.
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