The Cramps fueron una banda de Psycobilly formada en 1976 en Sacramento por Lux Interior (Eric Lee Purkhiser) y Poison Ivy Rorschach (Kristy Marlana Wallace).
Lux y Poison fueron dos incomprendidos que empezaron con el R&R comprando todo tipo de vinilos, cuanto más raros mejor. Cosas oscuras y primarias, pero sobre todo les unía la pasión por el rockabilly de Link Wray, Duane Eddy, o Screamin’ Jay Hawkins, música de los 60’ y el surf, así como la iconografía retro de terror de serie B.
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Banda con un estilo propio y novedoso, exhibían unos portentosos y sexualmente provocativos directos, con una apropiación psicótica del rockabilly. Mientras que Ivy lucía palmito a lo Duchess (guitarrista de Bo Diddley), Lux se enfundaba prendas femeninas como tacones, collares y mallas ajustadas al estilo New york dolls. Fue el indiscutible sucesor de los primeros conciertos salvajes y destructivos de Iggy Pop (en la discoteca inglesa de Rodney Bingenheimer de Los Ángeles se grabó una X con un cuchillo en una actuación que bautizó “Murder of a virgin”).
Con el paso del tiempo se convirtieron en una banda de culto, cuyas influencias han recogido numerosos grupos como Black Flag, Sonic Youth , Black lips o White Stripes. Ian Mackaye, integrante de Minor Threat y Fugazi, y fundador del sello de música hardcore Dischord records, citó como una “epifanía” la primera vez que vio a The Cramps en una universidad de Washington. Y Bobby Gillespie, batería de The Jesus and Mary Chain y líder de Primal Scream, llamó Lux a su hijo en homenaje a Interior.
The Cramps actuaron en directo por última vez en noviembre de 2006 en el House of Blues de Anaheim, California, y en febrero de 2009 Lux Interior fallecía a los 62 años de edad de un fallo cardíaco.
La genial aventura de The Cramps empieza cuando en el año 1975 la pareja ficha a dos compañeros de calambres, el guitarrista Bryan Gregory, un personaje excéntrico con un flequillo albino y tacones de estilete, y a Nick Knox, ex Electric Eels, a la batería a tocar en Nueva York en la mítica sala CBGB (Country, Blue Grass and Blues), donde es habitual ver a bandas como los Talking Heads, los Ramones o Television. Pero mientras Lux va cogiendo destreza en el escenario, e Ivy domina cada vez más la guitarra adquiriendo identidad propia, the cramps son considerados unos bromistas e incomprendidos por su estilo grotesco y su sonido infernal.
Después de haber tocado en un hospital psiquiátrico, el encuentro de este dúo maligno con Alex Chilton, cantante de The Box Top, famosos por su canción The Letter, y luego formando la banda Big Star, les permite empezar a tocar en otras ciudades y a grabar su primer LP, The Songs The lord Taugh Us, en la discográfica Sun records.
Confeccionado con material que proviene de sus colecciones de discos de R&R, pero reconstruido con frenéticas descargas salvajes, el disco contiene versiones de famosos clásicos como Strycnine de los Sonics, o Tear it up de Jonny Burnete. El LP tiene gran impacto en el Reino Unido, donde se sitúa durante algunos meses en el primer puesto, clasificándolo de “contenido terrorífico”. En Escocia The Cramps telonean a The Police, y consiguen su primera formación de club de fans. En Francia y en Italia también consiguen una gran repercusión mediática.
El fin de la relación con Chilton inicia una nueva etapa de The Cramps, y en 1981 graban su segundo LP Psychedelic Jungle con el nuevo guitarra Kid Congo Powers, ex Gun Club. Un disco más contemporáneo con unas canciones más sólidas, sin olvidar su nutritiva demencia sónica con la exhumación de reliquias rocanroleras, como “primitive” o “green fuzz”. Con el aumento de la popularidad, la banda cruza el charco e inician nuevos tours por Europa, donde los fans han crecido.
Los conciertos de The Cramps en Francia o Reino Unido consisten en verdaderas batallas campales entre el público y la banda. En el Hammersmith de Londres, Lux hace un agujero en el suelo del escenario y se introduce por él para regresar al camerino.
A comienzos de 1982 se desata una demanda contra el sello IRS por el tratamiento arbitrario y promocional de sus discos, a la vez que sale a la luz otra golosina venenosa: Off The Bone, un recopilatorio de sus singles que consigue unas buenas ventas, instaurándose como número 1 en el Reino Unido durante todo el verano.
Con una llamativa portada de sus componentes en blanco y negro a modo de cómic, el vinilo escupe pesadilllas que incitan al baile zombie, como Human Fly, que nos transporta a las más tenebrosas habitaciones de la casa Usher, o la reinterpretación absolutamente demencial de Surfing Bird de los Thrasmen.
Al año siguiente, IRS lanza otra breve recopilación de singles, Bad Music For Bad People. El disco reúne joyas tenebrosas como Goo goo muck de Ronnie cook and the Gayalads, convirtiéndola en una siniestra pesadilla, o Garbaje Men al estilo Trashmen o Dictators.
En el año 1983 sale el siguiente álbum de The Cramps, Smel of Femelle, editado con el sello francés New Rose, un disco poderoso con canciones realmente hipnóticas, como The most exalted potented of love o You have good taste, dos joyas que te inducen a un baile desenfrenado y explosivo. Una maravilla. O la inmersión mental que te produce la distorsión fuzz de la versión de Trashmen Surfin Bird. Suban el volumen y déjense llevar.
Banda experta en música oscura y apasionada por las películas de terror, en el siguiente LP, A date with Elvis, el disco incluye más temas nuevos como How far can too far go, o Kizmiaz (que significa Kiss-my-ass, besa mi culo), sin olvidar alguna versión como Chicken de The Sparks Plugs. También destaca People aint not good, usando la técnica del “slapback delay” (una repetición rápida) usada en la música rockabilly, la estupenda Can your pussy do the dog o utilizando alusiones vaginales en Hot pearl snatch.
El LP Stay Sick llega en el año 1990 de la mano de Enigma Records. El nombre del disco es una crítica hacia el camino que estaba siguiendo el R&R con un sonido limpio y respetable. Lo mismo que A date with Elvis, el disco solo incluye dos versiones, el cover Bop Pills de Macy Skipper, siguiendo con la dosis de aullidos desquiciados de Lux, y Mule Skinner Blues de Jimmy Rodgers, así como material original como All women are bad o Good damn rock’n roll.
Un año después surge Look Mom No Head, un álbum de estudio incluyendo a Slim, un bajista ex Mad Daddys, y donde Iggy Pop participa como invitado en el tema Miniskirt Blues, grabado originalmente por los Flower Children, Two Headed Sex Change, condimentado con los fuzz tan característicos, Hardworkin Man (versión de Brooks & Dunn), donde se marcan un blues, y cierran el disco con una versión de The Sparkles, como es Hipsville 29 B.C..
Mientras tanto, los tours europeos de The Cramps siguen siendo un espectáculo. Lux quedándose desnudo en varias ocasiones, destrozando micros, suelos de escenarios, o tragándose toda la cabeza del micrófono a modo de mamada lasciva. El público tampoco se queda corto. En Grecia cuenta Lux en una entrevista que había unos cuantos fans masturbándose en primera fila.
El siguiente disco de estudio, Flamejob en 1994, refleja la pasión de la pareja por la cultura de los coches. Un ejemplo es la canción Mean Machine o Sado County Auto Show, o versiones como Trapped Love de Keith Courvale, o la famosa y superversionada Route 66.
Como de costumbre, siguen muchas giras, Australia, Nueva Zelanda, festivales de verano, largos tours por EEUU. En 1997, otro LP, Big Beat From Badsville, insiste en el espeso bosque de psicodelia y los primitivos y dementes ritmos de batería. Aquí The Cramps vuelven con un disco más rockero y más maduro. Hympo Sex Ray es un rockabilly que resplandece con la guitarra de Ivy.
Después de unos años de retiro de giras, en 2002 The Cramps regresan con el álbum Friends of Dope, con Lux rollo drácula en la portada. Contiene un primer corte, Big Black Witchraft Rock, lleno de distorsiones, o el aceleradísimo y colérico Wrong Way Ticket, donde demuestran una vez más la capacidad de energía y pasión de esta comparsa.
En el año 2003, The Cramps actúan en Vitoria, en el Azkena Rock Festival, y poco después, con una gran popularidad ya asentada y fans por todo el mundo, se edita How to Make a Monster, una recopilación de sabrosos cartuchos explosivos (ensayos y actuaciones en directo).
The Cramps siguen con algunos conciertos hasta la muerte de Lux y el fin de la locura. Es indiscutible que si hay algo que agradecerles a esta banda, a parte de su sentido del humor, es su sonido innovador, y su capacidad de transformar lo perverso en un delicioso veneno.
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