Charlie Parker, el padre del Bebop

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En esta entrega vamos a hablar de un genio del saxofón, que revolucionó la música jazz hasta unos niveles insospechados, creando un nuevo estilo y liberando al jazz de la dictadura del entretenimiento que imponía la sociedad blanca del momento. Hablamos del enorme y superlativo Charlie Parker, Bird: el padre del Bebop, el maestro de la improvisación.

Pero, ¿Qué es eso del Bebop? Entremos en materia y tirémonos a la piscina de la nueva era del Jazz.

charlie parker

¿Qué es el Bebop?

El nombre de Bebop procede del Scat (interpretar melodías instrumentales vocalmente a partir de sílabas sin sentido), donde se utilizaban mucho las palabras rebop y bebop. La palabra aparece impresa por primera vez en una grabación de Dizzy Gillespie (el padre del jazz afrocubano) en 1945. Pero, ¿de qué va esto del Bebop?

Básicamente era un cambio radical en las formas musicales a partir del dominio técnico del instrumento, cuya prueba de fuego final era la jam session.

Musicalmente se nos presentan ritmos individuales que parecen caóticos, pues rompen con la continuidad sincopada del dixie, una pulsación rítmica de conjunto que se rompe y pasa a dar un rol independiente a cada instrumento a partir de ritmos fríos y nerviosos con tempos muy rápidos.

Se harán imprescindibles los solos individuales, improvisados a modo de Riff (frase que se repite mucho por la sección de acompañamiento). Por primera vez aparecen patrones de ritmos más variados y complejos, menos uniformes y simétricos.

Charlie Parker, Bird: el padre del Bebop, el maestro de la improvisación.

Este estilo aparece un poco de la noche a la mañana, sin embargo, entre 1939 y 1945 se nos presenta un período altamente fructífero, incluso teniendo en cuenta que entre 1942 y 1944 la Federación Nacional de Músicos prohibió la ejecución de grabaciones discográficas (de ahí la importancia de las sesiones improvisadas, las jam sessions).

Recién estrenada la década de los 40 del pasado siglo XX, nos encontramos un grupo de músicos con una nueva perspectiva artística, que se rebelan frente al estancamiento del dixie y de las big-bands. Se nos presentan como una reacción ante la colonización de la música negra por parte de la comercialización, además de ser una reclamación revolucionaria del pueblo negro.

Ya no se toca para divertir a los blancos, sino para divertirse ellos mismos con su propia música (Monk declaraba: “Queríamos hacer una música que ellos no pudieran tocar” y ellos eran los blancos). Todo esto se mostraría años más tarde, de manera institucional, en el Movimiento por los Derechos Civiles (ya en otras entregas hablábamos de la esclavitud a la que se sometía el pueblo negro también en el mundo del espectáculo).

Los principales exponentes de estilo fueron: Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Max Roach, Bud Powell y Thelonious Monk. Muy importante es la influencia de la obra Body and Soul de mi adorado Coleman Hawkins (siendo muy joven Charlie intentó tocar esta pieza en tiempo doble, pero no fue comprendido), pues sirve de puente entre el Dixie y el Bebop. ya que, por primera vez, la línea melódica sonaba dos veces más rápido de lo oído anteriormente. También son muy importantes las grabaciones de Charlie Christian de 1941, pues ya se intuía el nuevo estilo. Además, este músico se acompañaba en sus sesiones por intérpretes como Monk o Gillespie.

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La actitud de los músicos también era diferente a lo visto hasta ahora, pues hacían un viaje musical mucho más introspectivo y con cierto desdén hacia el público (en palabras de Gillespie: “Solíamos recurrir a las modulaciones imposibles, sobre todo cuando algún desconocido subía al escenario con su instrumento para unirse a nosotros”).

Así nace la figura del Hipster (sí, sí, el Hipster, una subcultura de los años 40 que nada tiene que ver la moda gafa-pasta y de camisas de cuadros de hoy en día), y la subcultura de la denominada Generación Beat (¡Si no lo hiciste en tu adolescencia, corre a leer a Kerouac!) que se consideraban beats, “los benditos oprimidos de la sociedad”.

Charlie Parker se convertirá en el gurú de este movimiento cultural y en palabras suyas: “Improvisé durante mucho tiempo sobre Cherokee (Estándar de jazz). Mientras, me di cuenta de que, al utilizar los intervalos superiores de las armonías como línea melódica, colocando debajo armonías nuevas, más o menos afines, podía tocar aquello que llevaba tanto tiempo en mi cabeza”. Auténtica improvisación premeditada.

Inicios de Charlie Parker

En cuanto a Bird, nació con el nombre de Charles Christopher Parker Jr, un 29 de agosto de 1920, en Kansas City, ciudad que marcará su desarrollo musical, pues contaba con una gran tradición jazzística pero con influencia marcada por el Blues.

Con 15 años ya había abandonado la escuela y comenzaba sus primeras actuaciones, siendo habitual en el combo de George Lee. Será el momento de sus primeras lecciones de armonía, pero también su primer contacto con la heroína: su principal talón de Aquiles. Autodidacta, de pequeño tocaba la tuba, pero pronto pasó al saxofón, intentando seguir los pasos de sus referentes musicales iniciales: Lester Young y Buster Smith.

El nombre de Bird (Yardbird) se lo pusieron sus compañeros de gira cuando, volviendo de una actuación de Nebraska con la orquesta de McShann, atropellaron a varias gallinas (en inglés yardbird significa ave de corral), y Charlie les obligó a parar y recoger una que después dio a la dueña de la hospedería para que se la cocinara.

En 1938 comienza su verdadera andadura. Marcha a Nueva York (para llegar empeña sus instrumentos) donde comienza como friegaplatos en el club donde tocaba Art Tatum, al cual admiraba profundamente y que influirá mucho en el estilo de Parker.

Poco a poco comenzó a integrarse en la vida nocturna de la ciudad, siendo habitual en jam sessions, especialmente en las del Clark Monroe´s Uptown House (una de los dos principales clubs del Bebop), y es aquí donde comienza la verdadera aventura de Bird en busca de nuevos sonidos basados en la improvisación.

En 1939 conoció a Dizzy Gillespie, su gran compañero. Juntos comienzan a improvisar en Harlem, convirtiéndose en un combo mágico. Ambos se van uniendo a diferentes bandas, grabando en 1941 sus primeros solos en Swingmatism y Hootie Blues.

Será éste el momento en que nuestro pájaro comience a cuestionarse las estructuras de fraseos habituales (los estándares) y, a partir de aquí, Charlie entra en una nueva fase en la que estará en contacto con músicos nuevos (los ya citados Monk, Roach o Powell), que darán paso a la nueva escena musical.

La unión verdadera con Dizzy llegará en 1944, y aquí realmente comienza todo: temas novedosos donde sus solos eran una auténtica novedad. Nacía el Bebop, y con él la división entre aficionados al jazz. Ahora debías especificar qué tipo de aficionado eras, si de Charlie o no (un a. C. y un d. C. en toda regla vamos).

Charlie Parker y las drogas

Las primeras grabaciones de Charlie Parker como solista serán con el quinteto de Tiny Grimes.  Sin embargo, el principal enemigo de Bird era él mismo. El mundo de las drogas y el alcohol le atraparon con más intensidad aún. Su salud se desmejoró enormemente hasta el punto de que, en 1946 con tan sólo 26 años, sufrió un ataque cerebral.

Un año después, y tras estar confinado en un centro de rehabilitación, comienza otra de las épocas más fructíferas de Bird, incluso tocará junto a Dizzy en el Carnegie Hall. De aquello nos queda la estupenda grabación convertida en disco Charlie Parker y Dizzy Gillespie: Bird y Diz at Carnegie Hall (cremita pura).

Sin embargo, Bird era un adicto… Muchos músicos siguieron su ejemplo pensando que las drogas elevaban su ingenio. Sin embargo, en palabras de Dizzy Gillespie: “La heroína y el alcohol no hicieron a Charlie ser mejor músico, sino morirse con 34 años”.

Charlie era un músico complicado, que llegaba tarde a las actuaciones con enormes colocones, durmiéndose en el escenario o incluso llegando a un concierto con un saxofón de plástico porque el suyo lo había empeñado para comprar heroína. En 1954 se inauguró un club llamado Birland en su honor.

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Tal era el grado de descontrol que tenía Charlie con las drogas que, en cierta ocasión orinó en uno de los palcos, siendo expulsado. Esto supuso un duro palo para Charlie, que ya estaba encaminado a acabar con su vida. Era poliadicto, estaba colmado de úlceras, con obesidad y graves problemas cardíacos.

Además entró en grave depresión cuando una de sus hijas (se casó 4 veces y tuvo varios hijos en todos los matrimonios) murió de pulmonía. Su actitud caótica le llevó a morir el 12 de marzo de 1955, con tan sólo 34 años. Cuando el médico examinó el cadáver, escribió en el acta de defunción que el cuerpo pertenecía a un hombre de más de 60 años. El pájaro no volvería a alzar el vuelo nunca más.

Tras su muerte, Nueva York amaneció cubierta de pintadas donde rezaba “Bird Lives”, y vive a través de su impresionante legado, un legado que revolucionó la escena musical del jazz, en la que siempre parecía luchar por tocar dos notas a la vez, y la encaminó hacia un nuevo mundo de modernidad, improvisación y liberación, cuyo testigo cogerán nuevos maestros supremos como Miles Davis o Coltrane, pero ésa es otra historia.

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