Evripidis and His Tragedies

Evripidis and His Tragedies y su videoclip neoyorkino

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Evripidis and His TragediesEl dormitorio siempre ha sido uno de los territorios comunes en las canciones de Evripidis and His Tragedies. Lugar de historias amorosas, de amistades que arrancan, de tiempo perdido, de noches en vela.

“Es demasiado tarde / Hasta para mis standards / Me niego a subir las persianas / Y enfrentarme al día / Me da igual si el mundo / Se movió de su eje hoy”

«Bedrooms» es un llanto musicado sobre aquellos momentos en los que «las circunstancias nos superan y el mundo empieza a parecer un lugar demasiado hostil». Una carta que nunca se enviará a un ex-amante que ya no compartirá esa mitad de la cama, ahora ocupada por recuerdos.

El vídeo, rodado en un Nueva York que sirvió de guarida a Evripidis Sabatis en un momento difícil de su vida, hace algo más de dos años y que retrató con la ayuda de el director, y amigo de la infancia, Nicholas Prakas a través de largos paseos y conversaciones.

Las calles y puentes de Brooklyn son tan protagonistas como los dormitorios de amigos del pianista, espacios ajenos que muestran desde la intimidad el estado personal de sus dueños. “En una megalópolis como Nueva York, los dormitorios es donde la gente se esconde y construye su zona de comfort, alejada del ruido, el estrés, la gente y las relaciones personales”.

El tema, parte final de su viaje por los Futile Games In Space And Time, nos muestra a un Evripidis Sabatis tremendamente inspirado, musicalmente más relajado, más ligero, con un peso que recae en la guitarra de Borja Rosal (Extraperlo) y la trompeta de Xavi Tort (La Orquesta de la Muerte). Una canción que podría haber firmado el Weller de The Style Council y que la convierte, por votación popular, en segundo single de este tercer disco de Evripidis and His Tragedies.

Evripidis and His Tragedies comentan acerca del disco:

«Algunas de las canciones han estado colgando de un limbo durante años, esperando su oportunidad para brillar, mientras otras aparecieron justo antes de las sesiones de estudio. Tuvieron la oportunidad de evolucionar inesperadamente, por supuesto, y de ganar su propia vida durante los eternos procesos de grabación y mezcla del disco.

Parte de mi existencia nómada se refleja en ellas, así como algunos de mis amigos que me han acompañado en este viaje mental y físico, y que fueron invitados a colaborar en él. Los sonidos que producen, ya sea por sus cuerdas vocales o por el instrumento que escogieron, forman el equivalente a un álbum de fotos que abraza mi alma.»

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