Sounds of Broken Souls: Una Banda que Mezcla Ruido, Reflexión y Activismo
Vuestra música tiene algo que atrapa y marca la diferencia en un panorama cada vez más diverso. Para quienes aún no os conozcan, ¿cómo describiríais vuestra esencia sonora y el elemento que os distingue del resto?
Sarga: Agradecemos tus palabras. Nuestra visión parte de la narrativa. La música como banda sonora de un entramado de situaciones que desarrollamos a lo largo de todo el compendio de archivos recopilados y lanzados por Sounds of Broken Souls en formato musical. Porque el arte transforma, cambia y, sobre todo, te hace libre. No para siempre, pero sí en ese momento en el que lo percibes, lo sientes y conectas con él.
Urdimbre: Sí, es en ese momento de libertad que da visión como para sanarte del abotargamiento que nos rodea durante el tiempo suficiente para pensar. El insight más el pensamiento son la clave. No siento que tengamos elementos que nos distingan del resto, más bien creemos en la conformidad de todo el arte para salvarnos a nosotros mismos. Sea del tipo que sea, que se mantenga como concepto artístico, que luche y diga lo que tenga que decir. Es el lema de Sounds of Broken Souls como Movimiento artístico: comunicar y conectar con la sociedad a través de cualquier tipo de arte.
Todo gran camino tiene un comienzo, y el vuestro parece estar lleno de anécdotas y aprendizajes. ¿Cómo recordáis esos primeros pasos en la música y qué episodios han sido cruciales para llegar al momento en el que os encontráis ahora?
Urdimbre: Desde luego, hay muchas. Si tuviera que hacer un barrido mental, ahora mismo sería viéndome con un teclado eléctrico en mi niñez con miles de sonidos tratando de llegar a ser la nueva David Byrne hasta conectar con Sarga en las calles. Aquí ya me armé con mi guitarra, convirtiendo mi mundo en una vida llena de música, cantando y tocando con muchísima gente, viviendo en miles de lugares y de formas en los que solo la música podía salvarme y formalizar el propósito de un proyecto como el de Sounds of Broken Souls.
Con la carga y peso socio-emocional que este supone. Eso nos terminó uniendo a Trama (a la percusión), al que ya conocíamos desde hacía tiempo y con el que volvimos a conectar cuando lo vimos claro.
Sarga: Yo estudié en conservatorio. En mi casa siempre se respiró música clásica. Pero concilié ambos mundos cuando recibí el primer golpe del punk en la cara, y no hablo solo del tipo de música. Hablo de la sociedad tan deshabitada de emociones que hace que el punk lata vivo en la cultura y nuestras acciones. Esto me hizo estallar en mil pedazos con bandas de música alternativa. También fue cuando conecté con Urdimbre y empezamos a caminar juntos tocando con miles de artistas que tenían cosas que contar y transmitir, sin importar qué hubiera en sus halos de notoriedad.
Inundar calles lanzando proyectiles verbales impregnándolos con tu música para levantar tu voz, para transmitir tu felicidad, tu rabia, tu sonrisa o tu llanto hace que la música merezca la pena para controlar tu salud mental. Te hace ser. Te hace creer en ti. Eso mismo es lo que nos ha hecho llegar, mantenernos y seguir aquí. Es una forma de vida que no puedes cambiar porque te ayuda a seguir viviendo: te revitaliza y fortalece.
Las luces se apagan, el público ruge y llega el momento de darlo todo. Antes de ese instante mágico, ¿hay algún ritual, manía o costumbre que siempre os acompaña para entrar en sintonía?
Sarga: Normalmente conecto con el mundo. Leo noticias del día en mi móvil relacionadas con el set que vamos a tocar y veo qué está ocurriendo en ese momento. Me plasmo entero de lo que voy a dar vida en la representación para estar completamente fundido con el escenario para el público.
Urdimbre: Pero eso lo haces horas antes (risas). En el momento exacto de subirnos, la mirada es lo que nos hace entrar. Normalmente, antes de subirnos al escenario no tenemos ninguna conversación entre nosotros. Ni un “ánimo” ni un “a quemar el escenario” ni nada de eso. Cuando terminamos, igual. Tampoco tenemos un momento de revitalizar lo que hemos expuesto en el escenario tras terminar. Más bien, entramos en paz. Solo subimos, escenificamos y conectamos a través de la primera mirada. La primera es la más importante de todo el viaje.
El público es una pieza clave en cada concierto, y sabemos que en cada lugar la energía y la conexión pueden ser distintas. ¿Cómo valoraríais la respuesta del público local en comparación con otras ciudades o regiones donde habéis actuado?
Urdimbre: Veo más diferencia entre la que te conoce y la que no. La primera tiene una fuerza increíble porque tiene una potencialidad especial: saben acerca del proyecto, memorizan las letras y va muy, muy fuerte. Pero nos encanta tocar en lugares llenos de personas que nos descubren por primera vez. Esa sensación de recibir la atención de miles de ojos con escudos activados por no saber quiénes están ahí arriba, y poco a poco ver cómo esas mismas miradas se van relajando y entrando de lleno, es una gozada única.
A menudo, la inspiración llega en los lugares más inesperados. ¿Hay algún sitio peculiar o inusual que recordéis como escenario de un ensayo o una sesión creativa?
Sarga: entre cubos de basura, al lado de una base militar (o dentro de ella? No estoy seguro qué lo delimitaba), incluso en medio del mar o en lugares a 1 y 2 kms alejados de senderos o carreteras, bien perdidos de la humanidad. Mucha música que hemos creado y a la que hemos dado voz, parte de personas que no han tenido la oportunidad de alzar sus pensamientos ni la posibilidad de grabarlos, pero que han vivido guerras, situaciones precarias, enfermedades terminales en verdaderas situaciones de vida salvajes y entornos agresivos.
Es por esto que juntarnos con ellos para crear una melodía, una frase y dar énfasis al concepto del Movimiento de Sounds of Broken Souls es imprescindible para nosotros, sea donde sea.
Muchas gracias por compartir este rato con nosotros y permitirnos conocer más de cerca vuestro mundo musical. Para cerrar, ¿os gustaría añadir algo más para los lectores de LaCarne Magazine? ¿Quizás algún mensaje para vuestros seguidores?
Urdimbre: Nuestra música se alza para conectar con las voces que no tuvieron las oportunidades adecuadas. Para todas aquellas voces que fueron silenciadas y no pudieron responder. Incluso para las que siguen entre nosotros a día de hoy y siguen sin poder gritar. Recordad, cada acción cuenta: que el arte, sea del tipo que sea, siempre estará ahí para reforzarte. Gracias y un placer estar con vosotros. Por muchas vidas más y que sigáis con el mismo espíritu.