En este nuevo artículo de «Improvisación Libre con…» hablamos con Markus Breuss. En esta entrevista nos habla de sus orígenes en la Improvisación Libre y de su interesante proyecto musical «Clónicos».
Improvisación Libre con Markus Breuss
Dime cuál es tu procedencia musical. Si tienes formación académica, me interesa que me cuentes tu experiencia en las escuelas de formación de música o en el conservatorio, y que me lo compares con tu experiencia en la improvisación libre y en la música experimental, aunque sea compuesta.
Pasé por academias, conservatorios, pero por poco tiempo. Soy en gran parte autodidacta. Mi primer profesor fue mi padre, que era trompetista clásico.
Él no era un gran didacta, pero me llevó a sus ensayos en la ópera, y le encantaba hacer «juegos de adivinanzas». Puso un disco y preguntó: ¿eso es Mozart o Haydn? Yo todavía era demasiado joven y no estaba completamente consciente de todo aquello.
Vinieron luego otros maestros, y siempre estuve en un ambiente musical, pero no me importó mucho la música. Hasta que tenía 14 o 15 años, y accidentalmente descubrí en la radio «otra», no la «oficial» (era un solo de Mongezi Feza).
Hasta este momento quizás se oía algo de Dixieland o Swing, pero no recuerdo haber escuchado música improvisada, experimental o free-jazz, y en las primeras enseñazas no se mencionaba la improvisacón en absoluto. Creo que debido a la sorprendente y desconocida música que entró por radio en casa, empecé a escuchar intensamente y recibí todas las novedades con alegría.
Creo que también era una actitud rebelde, típica de la pubertad, la que me llevó a la “otra música” (de Pink Floyd a Stockhausen, y del Free-Jazz a las músicas no occidentales). Pero a través de estas músicas aprendí más tarde (también) a apreciar a los clásicos, “los oficiales”, “los obligados”.
Háblame de “Clónicos”.
Realmente mi primer proyecto notable en los 80, poco después de llegar a Madrid, era OCQ, un cuarteto de free-jazz muy en la “escuela” Colemaniana (el primer grupo de tales características en el Foro). Ganamos un 1º Premio en el festival de Jazz de Madrid y grabamos 2 discos.
Clónicos se fundó en 1984, después de haber escuchado la no-wave Neoyorkina y grupos como Cassiber o Rip, Rig & Panic, John Zorn etc., pero lo que más nos marcó era el espiritu de grupo/taller abierto practicado por Material, en el cual multitud de artistas de diferentes procedencias rodeaban a Bill Laswell y Michael Beinhorn.
Reclutamos a post-punkers, actores, un músico clásico chino, gaiteros…Collage a lo Zorn, pero no fusión tipo jazz-rock (que entonces llego a ser insoportable). Anti-fusión en la cual cada uno presentaba a sí mismo dentro de un margen organizado.
Actuamos en el Espacio-P, ARCO, y (como la primera banda española) en el Moers Festival, compartiendo escenario con ex-Mothers, Fred Frith, Doctor Nerve y Eugene Chadbourne.
Escuchando hoy las viejas grabaciones, muchas veces Zappa me viene a la mente, pero entonces no estaba muy presente. Ahhh! El primer LP de Golden Palominos nos influyó enormemente!
¿Cuáles son las influencias que te han ayudado al aprendizaje de tu lenguaje musical? ¿y a la improvisación libre?
Mi lenguaje musical son realmente diferentes lenguajes musicales en diferentes momentos, y/o la suma de varios diferentes lenguajes musicales.
¿Influencias?
– De niño oía a mi padre tocar a Bach con la trompeta piccolo.
– La Radio.
– En St.Gallen, donde viví gran parte de mi adolescencia, tenía la suerte de conectar con VOICECRACK (duo Norbert Möslang – Andy Guhl), auténticos pioneros!
Pasaron de free-jazz a la impro libre, y ya en los 70 empezaron a utilizar “Geknackte Alltagselektronik” (cracked everyday electronics,), improvisando casi exclusivamente con ruidos (a veces “industrialmente” rítmicos), adelantando el “circuit-bending”, usando todo tipo de cacharros domesticos: televisores, tocadiscos manipulados…, un taller móvil unpredictable de alto voltaje.
– Con 17 años me fui en autostop a la India, pasando por una epidemia de cólera, una guerra, Irak, Afghanistan…, viviendo casi un año en Oriente.
– Una gran colección de discos (tengo problemas de espacio).
– Maestros
– Conciertos
– Jams
– Libros, y ahora, sobre todo Internet.
Desconozco la situacion actual, pero yo no he visto “Improvisación libre” en las academias, conservatorios…
¿Qué es para ti “espacios” en una pieza?. Quiero decir, que si te dicen: “vamos a crear una pieza con ‘espacios’, ¿Qué interpretas?
Habrá que preguntárselo al director. hahaha.
Pienso en una pieza con una densidad de ocurrencias de acciones (sonoras o de otra índole) baja.
Para usar otra metáfora: Pienso en un lienzo bastante vacío, con pocas pinturas. Pienso en distribuir las acciones de tal manera que surgen muchos silencios/inactividades entre ellas.
¿Consideras que la improvisación libre es un género musical autónomo?.
Afortunadamente hay mucho lío en todo esto, pero creo que sí. La música improvisada no idiomática sí es un género musical autónomo, y tiene una clara identidad propia (es facilmente identificable), e incluso tiene sus propios clichés (la música improvisada no idiomática habla en un idioma).
No estoy seguro que los términos sean los más apropiados. Seguro es que ya existe una escena global, relativamente grande, de impro libre. Es un placer ver cómo muchos músicos se mueven sin restricciones y cambian de estilos/géneros con asombrosa facilidad.
¿A que género pertenece un cuarteto en el que 3 practican la impro libre no idiomática y 1 suena a free-rock? 😀
Hay músicos e improvisadores (como yo, por ejemplo) cercanos a la idea de hacer primeras tomas y de dejarse llevar por la intuición, la inmediatez y la espontaneidad. Hay quien dice, sin embargo, que esa forma de entender el arte lleva a fórmulas repetitivas y aburridas, y que el ensayo y la composición son necesarios para evitar esos inconvenientes. En mi opinión, las fórmulas y patrones se repiten en cualquier manifestación artística. ¿Qué opinas?
Me gustan las dos opciones, y clichés pueden aparecer en las dos.
Prácticamente todo se hace con hábitos memorizados. Memorizamos hábitos útiles y hábitos más bién chungos. Si me doy cuenta de que me meto todo el rato un dedo en la nariz, intento borrar este hábito. Y cuantos más hábitos útiles tengamos memorizados, más probabilidades hay que una acción improvisada (rápida!) salga satisfactoria.
El tiempo disponible para ejecutar una acción es crucial. No es lo mismo improvisar (por ejemplo) 15 sonidos en 2 segundos, que componer 15 sonidos en 2 días.
En ambos casos podemos caer en fórmulas repetitivas y aburridas, pero en 2 días nos podemos dar cuenta de esto y tomar medidas para corregir tal cosa.
Es esto la ventaja de la composición, la cual, sin embargo, también puede convertirse en cliché. Para improvisar (por ejemplo) 15 sonidos en 2 segundos hay que poner el “piloto automático” (yo por lo menos).
La acción es demasiado rápida (“Inmediatez”) para pensar en cada detalle, y se toca cosas programadas (la intuición? La sub- o in-consciencia?). Creo que por esto Don Cherry decía que para él, lo más dificil es tocar un Blues LENTO.
Pero si quieres bolas blancas, y abres durante dos segundos un bombo de la suerte que contiene más bolas negras que blancas: mal asunto. Mejor ir a preparar bolas blancas para llenar el bombo…
La inmediatez puede traer sorpresas (agradables o/y desagradables), y sorpresas en cadena siempre liberan endorfinas J
¿En qué proyectos estás participando? Tanto de música de improvisación libre como compuesta.
Acabo de tocar con Gogo Chim, un nuevo proyecto en la tradicción del free-jazz más formal.
Pero como estoy de Robinson Crusoe en un pueblo de la costa del sol (en frente de Afrika!!!), mis proyectos son (actualmente) sobre todo uni-personales: componiendo, experimentando, ofreciendo conciertos en solitario (aunque prefiero el diálogo al monólogo…)
Mis grupos actuales son, sobre todo por circunstancias fuera de mi control, transitorios. Están muy vivos cuando hay bolos, e hibernan el resto del tiempo (mondo cane L )
Me encantaría, aquí en la costa, una orquesta semi-permanente. Tengo un montón de ideas y material para estrenar, y composiciones surgen constantemente en mi cabeza (casi me estalla). El problema es el tiempo. Las 24 horas del día no me dan abasto y tengo que preocupar con pensar cómo puedo sobrevivir (comer y dormir básicamente).
Ahhh! Acabo de empezar con la grabación de un “álbum conceptual”, basado en samplings de trompetas étnicas de toda clase (Alain Daniélou es el padrino).
Explícame brevemente tu concepto musical
Ummm…
No se trata de un solo concepto, y tampoco me gusta mucho conceptualizar.
Muchas veces lo primero es un encargo, o sale un bolo y después vienen las ideas, brotan como flores….
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