Hace tiempo que voy a clases de jazz, y una de las cosas más importantes que estoy aprendiendo es la improvisación.
La improvisación es una de las características de la música jazz, pero improvisar no es tan fácil como parece y no sólo se aplica en este estilo.
Mi profesor dice que cree que todos los músicos deberían aprender a improvisar desde el principio, es decir, desde que el músico comienza a aprender a tocar su instrumento; pero por norma general no suele ser así.
Durante una clase nos explicó que cuando aprendemos a improvisar con nuestro instrumento, aprendemos a tocar de forma más fluida, a interpretar sonidos de diferentes formas. Improvisar es tocar los sonidos que dominas e interpretarlos a tu manera.
Algunos profesores musicales como el mío creen que si un músico no aprende a improvisar desde el comienzo de su aprendizaje con el instrumento, cuando quiera hacerlo no será capaz porque le dará miedo a ser juzgado por los demás. La clave está en olvidar ese miedo y ponerte a tocar.
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Claves para desarrollar tu habilidad para improvisar
Aprender a improvisar te da una gran satisfación, es muy divertido y cuando estás metido de lleno en un tema que ha surgido de la nada y de repente te das cuenta que ya no sabes cuánto tiempo llevas con ese tema improvisado es una sensación fantástica.
No creas que la improvisación es solamente útil para el jazz, nada más lejos. La improvisación es una forma espontánea de tocar y puede hacerse en muchos estilos musicales. Si aprendes a improvisar en cualquier estilo y puedes hacerte un solo en el momento adecuado controlando la situación, podrás tocar donde quieras y con quien quieras.
Para aprender a improvisar lo primero que he aprendido es que tengo que dejar de obsesionarme con hacerlo todo perfecto y tocar por mero placer sin temor a equivocarme. Para practicar toco sólo pero también a veces quedo con unos amigos para tocar lo que nos salga, es decir, quedamos para improvisar.
Mis primeras veces no hacía más que equivocarme, pero lo mejor es tomárselo con calma y con humor. Los compañeros con los que a veces formamos esta jam de improvisación me ha ayudado mucho, les hablaba de mis dificultades y de lo mal que lo estaba haciendo, me aconsejaron tomármelo con calma y disfrutar.
La clave está en escuchar más que en tocar. No hace falta que tengas a más músicos contigo, el sonido puede ser el ritmo de una conversación, el sonido de la lluvia al caer, etc. Cuando quieras improvisar primero escucha y después reproduce con tu instrumento los sonidos que estás oyendo.
Otro de los ejercicios que me han enseñado para improvisar es empezar a tocar una canción que ya te sabes. Es decir, elige una canción que sepas tocar y que la tengas dominada y empieza tocando las primeras notas.
Seguidamente intenta salir de la melodía de esa canción y hacer la tuya propia. Para practicar este ejercicio lo mejor es hacerlo con otros músicos, hacer una jam en la que cada uno participe con su espontanidad.
Cuando quedamos para hacer una jam e improvisar suelo grabar alguna sesión para escucharla después en casa y saber dónde tengo que mejorar.
Además, algunas veces salen temas muy buenos de una improvisación y si no los tengo grabados se pierden, porque esa espontaneidad es úncia en cada jam.
Para improvisar no necesitas centrarte únicamente en las notas, puedes utilizar alguna frases o alguna variación ritmica para hacer tu propia melodía. Es importante aprender algo de teoría musical, sobre todo las escalas mayores y menores, pentatónicas, qué notas suenan mejor en cada escala, etc…
Puedes echarle un vistazo a este artículo que te puede servir como guía básica:
Si en una jam vas a tocar una canción pero no te la sabes, pregúntalo antes de tocar o de salir al escenario. En qué escala, en qué estilo y cuál es el tempo de la canción y el estado de ánimo.
Esto quiere decir por ejemplo que una canción que sea lenta y triste por lo general suele tocarse en una escala menor, sim embargo una canción que sea más rápida y algre, se hará con una escala mayor.
Si quieres improvisar no pienses demasiado y disfruta mientras estás tocando, toca lo que sientas en cada momento. Se paciente y practica, aprender a improvisar es un proceso lento pero sólo necesitas confiar en ti mismo.
Estudia a tus músicos o grupos favoritos, aprende los solos que más te gusten pero que sean de diferentes estilos. Cuando estés improvisando utiliza tu voz y canta lo que estés tocando.
No vas a aprender a improvisar de la noche a la mañana, requiere trabajo y sobre todo, mucha mucha práctica. Cuanto más practiquea más desarrollarás tu habilidad para improvisar y tocarás cada vez con mayor seguridad.
Sigo aprendiendo y evolucionando, pero si sabes algún ejercicio más que pueda ayudarme o pueda servir a otros músicos, puedes dejar tu comentario.
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