Qué hacer con las canciones que no están terminadas

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Durante el proceso creativo de las canciones suelen salir muchas ideas, desde una estrofa o un estribillo, a un riff o una melodía. Pero muchas de esas ideas se quedan ahí, guardadas y prácticamente olvidadas.

Pero un día de repente y pasado un tiempo vuelves a escuchar esas canciones, ese estribillo o ese riff y piensas «Es bueno!! Pero… ¿Qué hago con esto?». Puede ser un estribillo al que le falta todo lo demás, puede ser una melodía pero no encuentras la letra adecuada… Cualquier idea puede ser el origen de una gran canción, así que no deseches ninguna.

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¿Sabes qué hacer con las canciones que no están terminadas?

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Para ayudarte a aprovechar cada una de esas ideas puedes empezar por ejemplo, trabajando en ese riff, melodía o letra de esas canciones que habías olvidado. Retómalo cada dos o tres meses, seguro que después de un tiempo encuentras algo que te inspire a continuar y hacer un buen tema.

Intenta recordar las ideas originales, es decir, qué es lo que querías hacer con esa melodía, qué tenías en mente cuando hiciste ese riff. Céntrate en una de esas canciones y empieza a trabajar desde ahí.

Quizás el resultado sea muy diferente de aquello que hiciste en un principio, pero todo cambia con el paso del tiempo. Seguramente hayas aprendido más cosas, hayas evolucionado como músico y ahora tu enfoque ha cambiado con respecto a hace unos años.

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También debes preguntarte qué línea es la que quieres trabajar, es decir; qué importancia tiene para ti esa melodía o letra, qué quieres transmitir a los oyentes, etc.

Escribe todo lo que quieres transmitir y cuando tengas una buena lista, intenta resumir cada una de las cosas que quieres transmitir con una o dos frases. Debajo de cada frase, escribe una lista de palabras que estén relacionadas, imágenes, sensaciones, y todo aquello que te haga pensar en ello. Usando esta lista puedes empezar a hacer el estribillo.

Recuerda que el estribillo de la canción es donde normalmente metemos la parte más importante que queremos transmitir al oyente. Ya sabes que en una canción la emoción que transmite el cantante es muy importanta, así que tenlo en cuenta y trata de centrarte en ello.

Aprovecha esas melodías que tienes guardadas en tu iPhone, en tu tablet, en una grabadora…Si el nombre que tiene el archivo es algo así como «Enero 2003», cuando lo veas no llamará tu atención y no verás qué hay dentro.

Volverá a quedarse en el olvido una melodía que quizás pudiera haber sido un gran éxito. Cambia el nombre de esa carpeta o archivo y dale un nombre que haga que recuerdes cómo suena esa melodía, por ejemplo «rápida y divertida», «día lluvioso», etc.

Esto te ayudará a la hora de saber qué melodías coinciden o son más apropiadas para las letras o restales de letras de canciones que ya tienes.

Haz un buen repaso por todas aquellas melodías y acordes que tengas, escucha cada uno de ellos y dale un título descriptivo, un título que te suegiera un tipo de letra para escribir. Cuando encuentres esa melodía en la que quieres trabajar, trata de añadir una frase o idea que sea la que lo defina. Esa idea puede ser la que te inspire a la hora de trabajar otras partes del tema.

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Cuando ya tengas un par de líneas de la melodía decide qué estructura es la que quieres para la canción.

Conecta esas líneas melódicas y estructúralas en la parte de la canción que creas que es la adecuada.

Pueden ser las primeras líneas melódicas de un estribillo, de una estroga… La estructura de la canción será la que te marque el camino a seguir y te ayudará a avanzar con tu canción y hacerla de princio a fin.

Para hacer que una melodía sea pegadiza y fácil de recordar normalmente suele utilizarse un patrón de repetición y variación. Una vez tengas claro en qué parte de la canción quieres que vaya, trata de repetir la melodía con una nueva letra. Puedes terminar con esta parte con una frase final o bien con una frase de transición entre la estrofa y el estribillo.

Si crees que tus melodías están pasadas, porque hace mucho tiempo que las hicistes, puedes aprovecharlas modificando una melodía al iniciar algunas de las frases anteriores o posteriores, puedes también llenar algunas pausas al final de cada frase con una par de notas o palabras, etc.

Aprovecha también esos acordes que tienes olvidados, utiiza un modelo simple de tres o cuatro acordes. Este tipo de progresiones se pueden escuchar en muchos éxitos actuales y suelen utilizar esa progresión tanto en la estrofa como en el estribillo.

Recuerda echarle un vistazo y una escucha a aquellas ideas guardadas, puede que tengas una mina de ideas para hacer grandes canciones y no lo sabes.

Si dedicas una hora a escuchar viejos acordes, melodías, o letras, seguro que encuentras un par de ideas sobre las que trabajar. A medida que vayas trabajando algunas de esas ideas se convertirán en nuevas canciones. Y ¿quién sabe? Podría ser un gran éxito!!

Si de una melodía que tenías olvidada has conseguido hacer una buena canción, déjanos tu comentario o cuéntanos cómo ha sido tu experiencia.

Hasta pronto amigos!

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