Cuando te pones delante de un folio en blanco ¿ya has pensado qué canción quieres componer? Componer es una tarea que además conlleva otro tipo de preguntas.
Aquí te sacaremos de dudas respondiendo algunas de esas preguntas que aparecen cuando nos ponemos a componer. Si ya estás preparado, toma nota!
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¿Componer un tipo de canción en particular o dejar que la música dicte la canción?
¿Compones pensando en el público?
Al componer una canción, ¿lo haces pensando en el público que la va a escuchar o realmente lo haces desde dentro? Todo depende de ti y de cómo quieras hacerlo. Muchos músicos primero comienzan a componer la melodía y después la letra y viceversa.
No serías el primer cantante, compositor o letrista que ha comenzado escribiendo una balada y una vez que la has tocado con la banda y le has hecho unos arreglos, ha pasado de balada a una canción rock-metal super cañera. También puede darse el caso contrario y que una canción rock pase a ser una balada…
Y no pasa nada. Que esto suceda con un tema no es malo, todo lo contrario. Es bueno estar abierto a nuevas ideas una vez estás en el estudio con la banda, sobre todo si no tienes la versión definitiva del tema y tienes tiempo extra para hacer algún cambio y terminar de componer.
A veces esto puede convertirse en algo más y puede ser toda una aventura, porque al tocar fuera del local de ensayo con otro tipo de energía y sonido puedes percibir de forma diferente cómo debería sonar la canción.
Por ejemplo, un batería o un percusionista puede ayudarte a reimaginar o replantearte con un sonido más rápido de bateria o un pequeño cambio en la melodía, y que una balada pueda convertirse en un buen tema de rock. Pero no te vuelvas loco, recuerda que tienes que saber cuándo terminar de componer.
En busca de la melodía perfecta
Trata de encontrar la melodía que funciona en la canción y una vez la tengas puedes trabajar y terminar de componer con las notas de la guitarra (por ejemplo), y así poder sacar letra de forma más sencilla al tema.
Pregúntate qué melodía quieres trabajar en tu canción y no te cierres a nuevas ideas. Todo ello puede hacer que un tema en el que no tenías muchas esperanzas sea una gran canción.
Personalmente siempre me quedo con la melodía que creo que va a funcionar en la canción en la que estoy trabajando en ese momento. Después intento combinar algunas notas de la guitarra con la melodía, y a partir de ahí empiezo a trabajar la letra del tema.
Aún recuerdo alguna canción que empecé con una melodía con un tempo muy tranquilo, y terminó convirtiéndose en un gran tema de metal. A mí me funciona a la hora de componer las letras de un tema, y mi consejo es estar abierto siempre a nuevas ideas.
Esto no quiere decir que cada vez que te pongas a componer un tema lento vaya a convertirse siempre en una canción heavy (por ejemplo). Debes tener en cuenta que puedes darle vueltas a una melodía de mil formas diferentes, sólo tienes que saber qué es lo que quieres hacer.
Hay muchos compositores que escriben lo que el público quiere escuchar, y hay otros que hacen las canciones que les sale de dentro. Sólo tienes que saber para qué tipo de público compones.
Producción y público
En la radio escuchamos mucha música de todo tipo, de muchos géneros y estilos, unas más comerciales que otras. Y algunos se preguntan si serían capaces de hacer un tema parecido a ese o al otro. A lo mejor lo consigues, pero eso no quiere decir que tu canción suene en todas las radios del país.
Quizás puedas explotarla durante un tiempo o quizá ahora no sea un buen tema y dentro de un par de años la retomes donde la dejaste, le des una vuelta y sea un temazo.
Debes saber en todo momento y ser consciente de lo que estás tocando y para quién lo haces. Puedes poner la radio y escuchar lo que se está haciendo ahora, el tipo de audiencia o público, etc, pero ten en cuenta que hoy en día puede sonar indie-pop y en unos meses reggaeton.
No te obsesiones porque puede pasarte que estés trabajando seis meses con una canción y se quede sobre el papel, o que en unos meses el público para el que hacías los temas haya cambiado de gusto musical porque en la radio ha escuchado al nuevo grupo que lo está petando.
Puede ocurrir que grabes una demo de una canción y se quede ahí, pero sabes que esa canción tiene algo, que tiene magia, pero no has conseguido lo que querías. A veces, si la misma canción la graba otra persona, puedes descubrir otras vertientes de ese tema.
A mí me ha sucedido, he grabado una demo y la he dejado porque no encontraba la letra adecuada, sé que el tema es bueno pero le falta algo. Si alguna vez has grabado con otra banda, o con otros músicos, o simplemente has asistido al estudio mientras otros grababan, ¿no te ha pasado que escuchas sus temas y dices «Ese riff es lo que le hacía falta a mi canción»?
Me ocurrió con un tema que escribí con otro letrista, entramos en el estudio y salió una pequeña demo, hizo unos cambios en unos acordes y salió el tema que se suponía que tenía que salir. Con unos acordes aquí, un riff allá, y un pequeño cambio en la melodía, la canción pasó a otro nivel. Todo cuadraba perfectamente.
También puede ocurrir todo lo contrario, que un tema que a lo mejor escribes para voz y guitarra, empieces a meterle voces y coros, y que te pases de producción y que el tema no tenga nada que ver con lo que habías pensado. Puede que eches a perder una buena canción si fuerzas metiendo efectos o coros o melodías que no cuadren bien.
Si tienes clara la producción, es decir, qué es lo que quieres, no tienes que pensar mucho en añadidos para mejorar el tema. Puedes dejarte aconsejar por el productor, por tu propia banda, por quien sea.
En mi caso tengo claro lo que quiero y cómo quiero que suene mi canción, pero bien es cierto que me puedo equivocar como cualquier persona y, como ya he comentado antes, hay que estar siempre abierto a nuevas ideas.
Esta es mi experiencia, espero que con este artículo tengas algunas referencias más a la hora de componer tu música o escribir tus canciones. Puedes añadir un comentario y decirme si te ha gustado.
