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Cuando el Jazz llegó a España

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Hemos finalizado nuestro pequeño recorrido histórico del Jazz que, como es lógico, principalmente se desarrolla en Estados Unidos. Pero como suele pasar con muchos de los grandes logros de la humanidad: al final nos pertenecen un poco a todos. Con el Jazz ha ocurrido lo mismo.

En realidad siempre fue “de todos” ya que muchas culturas diferentes colaboraron de algún modo en su creación. Desde muy del principio de la aparición del Jazz existe un vivo interés por esta música novedosa en el continente europeo. El factor más importante que facilita la llegada del Jazz a Europa es la invención de la grabación musical en discos de goma-laca y/o vinilo, junto con la presencia en el continente de tropas norteamericanas que intervinieron en la Primera Guerra Mundial.

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Cuando el Jazz llegó a España

El Jazz llega a España básicamente desde Paris. El primer disco de Jazz fue grabado por la Original Dixieland Jazzband y está oficialmente disponible en España en el año 1920, unos 30 años después del surgimiento de este nuevo estilo/movimiento musical en Estados Unidos.

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Tete Montoliu

Centro indiscutible del Jazz español desde los comienzos hasta hoy en día es Barcelona, seguido por Madrid. Las primeras actuaciones de músicos que utilizaban el término Jazz para su música tuvieron lugar en Barcelona entre 1919 y 1920. Aunque es probable que no se tratara de un Jazz muy auténtico. Ya en los años `20 hubo giras de orquestas con músicos norteamericanos por toda la geografía del país.

La Exposición Universal de 1929 en Barcelona ayudó enormemente a consolidar a la ciudad como base del Jazz en España, ayudando además que el recién surgido estilo Swing se conociera rápidamente en el resto de la Península. Un año antes del comienzo de la guerra civil española, un grupo de aficionados funda el Hot Club2 de Barcelona, asociación que, además de organizar conciertos y fundar su propia orquesta, lanza la revista “Jazz Magazine”.

Junto con otros Hot Clubs de la ciudad, que surgen poco después, desempeñan un papel importante en la tarea de conseguir una aceptación del Jazz como una música con valor artístico. A partir de 1938 sus actividades se paralizaron por completo por causa de la guerra civil española.

El Jazz no fue bien visto por ninguno de los dos bandos del conflicto. Eso, sin embargo, no impidió a los aficionados y músicos a reemprender sus actividades relacionadas con el Jazz en el periodo de posguerra, con el inconveniente de verse obligados a darles nombres exclusivamente españoles a sus orquestas con el fin de camuflar el origen extranjero de su música. Músicos notables de esta época eran por ejemplo el pianista Antonio Matas, los saxofonistas Sebastián Albalat, José Tarazona, Salvador Font y Antonio Castells y el trompeta Vicente Orteu.

En el mismo tiempo en Madrid, el Jazz tuvo menos difusión y más dificultades. A pesar de esta situación, hubo alguna orquesta notable como la “Casablanca”, con cual llegó a tocar el famoso saxofonista americano Coleman Hawkins. Los años de la Segunda Guerra Mundial y la nueva posguerra frenaron nuevamente el desarrollo del Jazz en el país.

Aún así, aparece en 1944 la orquesta “El Lirio Campestre” en Barcelona, que tocaba los standards de Benny Goodman y Woody Herman. En 1947 reaparece el Hot Club de Barcelona. La asociación retomó sus actividades organizando unas jam sessions, en las que debutó un jovencísimo Tete Montoliu al piano. A lo largo de los `50, Tete se convirtió en el único músico de Jazz español que se integró en la élite internacional en esa época.

Jazz
Javier Colina

En 1957 surge el “Jubilee Jazz Club”, iniciativa con un enfoque más moderno que el Hot Club, que hasta consigue tener un programa en Radio Nacional con el nombre “Jazz Selección”. En 1958 abrieron sus puertas los clubes “Whisky Jazz” y el “Whisky Gin” en Madrid.

El primero dedicado al Jazz moderno del momento, y el segundo al tradicional. En 1960 el Jubilee Jazz Club cambia su nombre por Jamboree Jazz Cava, y se instala en un local nuevo en la Plaza Real de Barcelona, local del empresario de cervecerías Juan Roselló.

En su inauguración toca el grupo de Tete Montoliu. A partir de este momento el Jamboree se convierte en el centro del Jazz barcelonés más importante. Los músicos destacables del momento eran por ejemplo Pere Ferré y Carlos Calderón (piano), Vlady Blas, Pedro Iturralde y Agapito Torrent (saxo), Enrique Yacer y Ramón Farrán (batería). Tete Montoliu lideraba a principios de los `60 el grupo fijo del Jamboree integrado por músicos europeos y americanos.

Además, codirigió la revista “Aria Jazz”. En 1966 el Jamboree celebró su sexto aniversario trayendo a Ella Fitzgerald y a Duke Ellington a la ciudad. A la vez, Roselló inició el I Festival de Jazz de Barcelona con la presencia de Max Roach, Sonny Rollins, Tete, Dave Brubeck, Stan Getz y Lee Konitz. Se puede hablar de una época dorada para el Jazz español a finales de los `50 y la década de los `60.

El Jazz se había consolidado definitivamente en las dos capitales, y lo haría en el resto de las ciudades importantes en los años por venir. En términos generales, se puede constatar que la sociedad española ya reconocía el Jazz como música de gran valor artístico.

Sin embargo, el circulo de músicos y público era pequeño, conseguir los actuales discos de la escena norteamericana difícil, ya que entraban pocos discos al país debido en parte a la situación política en España. El Jazz entraba, como arriba mencionado, a través de Francia y también de Andorra, causando una cierta filtración de estilos. John Coltrane, por ejemplo, fue un gran desconocido por aquel entonces en España.

A pesar de las dificultades, la llama seguía encendida gracias a los grandes músicos nacionales que empezaron a grabar algunos discos importantes: Tete Montoliu – A tot Jazz, Pedro Iturralde – Jazz Flamenco y Juan Carlos Calderón – Bloque 6, por ejemplo. A finales de los `60 y principios de los `70 el segundo Canal de TVE ofrecía diversos programas de Jazz, cosa por desgracia inimaginable hoy en día.

Hay que destacar dos conciertos históricos en Barcelona: uno, del `67 con el cuarteto de Miles Davis (aunque tocaron bajo el nombre “Wayne Shorter Quartet” en esta ocasión), y el concierto sacro de Duke Ellington en el `69, que tuvo lugar en la basílica Santa María del Mar. A la vez, la escena sufrió un bajón importante con el cierre del Jamboree a causa de una nueva orientación comercial del propietario.

En los `70 pasaron por España los grupos más importante del Jazz Fusión. Una novedad, ya que por primera vez se podía escuchar lo que se estaba tocando en Estados Unidos en estos momentos. Hasta ahora se escuchaban las “novedades” del Jazz del momento con efecto retardado por la mencionada mala distribución de la música en el país.

En los `70 esto mejoró bastante. Es entonces cuando en España comienza a brotar el germen de la enseñaza especializada de Jazz. En 1979 se creó la escuela Taller de Músics, seguido por el Centre d´Estudis Musicals de la Ribera y el Aula de Músics Moderna i Jazz en Barcelona, así como la Escuela de Música Creativa y la Escuela de Nuevas Músicas en Madrid.

Los `80 están marcados por una modernización cultural general en el país provocado por cambios políticos. El gobierno crea la OCA (Oficina de Contratación Artística), organismo que impulsa la aparición de nuevos festivales a lo largo y ancho del territorio español. El Festival de Jazz de San Sebastián (Donostiako Jazzaldia) adquirió entonces gran importancia trayendo a España músicos de Jazz internacionales de primera fila.

Surge también otra revista nacional de Jazz: “Quàrtica Jazz”. Un dato interesante en este contexto de un verdadero auge del Jazz en el país es el hecho de que las ventas de discos del género seguían siendo bajísimas, mientras el público de los festivales iba en constante aumento.

Con respecto a los músicos españoles activos en esta década se puede decir, en términos generales, que se orientaban básicamente en la tradición del Bebop, no interesados en asumir “riesgos musicales” tipo Free Jazz. En el tránsito entre los `80 y los `90 surgen un montón de músicos nuevos que finalmente relevan a las primeras generaciones.

Entre ellos caben destacar, entre muchos otros: Mikel Anduela, Gorka Benítez, Alfons Carrascosa, Víctor de Diego, Xavier Figuerola, Cesc Miralta, Eladio Reinón, Jon Robles y Perico Sambeat – saxos; Albert Bover, Francesc Capella Joan Díaz, Ramón Escalé, Joan Monné, Elisabet Raspall, Iñaki Salvador y Luís Vidal – piano; Rai Ferrer, Jordi Gaspar, David Mengual, Joseph Curuella, Jordi Portaz, Guillermo Prats, Mario Rossy e Ignasi Zamora – bajo; Ramón Díaz, Xavi Maureta, Marc Miralta, Salvador Niebla, Jorge Rossy, Alex Ventura y David Xirgu – batería; Joan Abril, José Luis Gámez, Pep O`Callaghan, Dani Pérez, Vicenç Solsona, Ximo Tébar y Narcís Vidal – guitarra; Benet Palet – trompeta; Carme Canela y Laura Simó – voz.

A partir de los `80 por fin aparecen músicos de Jazz importantes también en otros puntos del país, como en Andalucía el guitarrista Tito Alcedo, en Galicia los pianistas Alberto Conde y Abe Rábade, en Castilla y León el saxofonista José Luís Gutiérrez. Otros dos músicos importantes son el bajista Javier Colina y el batería Guillermo McGuill, ambos afincados en Madrid. Todos ellos con un nivel musical alto y muchos formados académicamente en el Jazz.

A esta “primera” generación sigue una segunda y tercera según las fuentes históricas hasta este momento, que terminan en el año 2006. A esta última pertenecen músicos como Jordi Berni, Ismael Dueñas, Roger Mas, José Alberto Medina y Sergi Sirvent – piano; Bori Albero, David González – bajo; Santi Careta y Óscar Peñas – guitarra; Dani Domínguez – batería; Santi de la Rubia y Javier Vercher – saxo, por ejemplo.

Con este bagaje jazzístico la escena española definitivamente se merece su puesto en el Jazz europeo e internacional, no solo por sus aportaciones en el campo de las fusiones con el flamenco y otras músicas ibéricas, sino porque cuenta con el nivel necesario para formar parte del futuro del Jazz en general “[…], aunque, tal vez, el aficionado no se decide del todo todavía a desprenderse de la añoranza del pasado”3.

Con este artículo se despide el colaborador de esta sección de La Carne Magazine. Espero haber aportado lo mío para que este proyecto siga adelante y haber enganchado a algún que otro a interesarse por el Jazz 😉 . Por desgracia, todavía no hay un sucesor para seguir con esta sección. Si alguien se interesa, por favor contactad con la redacción.

Notas:
1. Este artículo está basado estrechamente en el apéndice sobre el Jazz en España de Juan Giner, Joan Sardà, Enric Vázquez, Guía universal del Jazz moderno 2006 p. 391-405
2. Nombre utilizado frecuentemente para una asociación de aficionados del Jazz. En ocasiones con especial interés en el Jazz clásico de sus comienzos hasta finales de la era del Swing. Uno de los más famosos es el Hot Club de France de París.
3. Juan Giner, Joan Sardà, Enric Vázquez, Guía universal del Jazz moderno 2006 p. 405

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